Gala 5: Diego Matamoros, el concursante 'virgen'

La audiencia que vota en esta edición de supervivientes es caprichosa y antojadiza. Si hace una semana todo apuntaba a que sería Rafa Lomana el expulsado, va la gente y nos sorprende con la eliminación de Bibiana Fernández. Ayer ocurrió lo propio con la salvación de Katia Aveiro, concursante que ha recibido cientos de críticas en los diversos foros y espacios que comentan este programa. No voy a negar que me pareció bastante inteligente la decisión de los espectadores, salvaguardando el juego que seguramente ofrecerá la hermana de Cristiano durante los próximos días. Y es que la unificación multiplica las posibilidades de conflicto en el programa, siendo más las opiniones y contrariedades contra las que Katia deberá lidiar para salirse con la suya, algo que ha conseguido durante el mes que llevamos de concurso. Aveiro responde al prototipo de concursante imperfecto: por un lado se mete en el bolsillo al público, gracias a sus grandes dotes como superviviente, y por otro, se gana la animadversión del mismo debido a su detestable prepotencia. Es evidente que ella no es consciente de esto último, algo muy peligroso que le afectará no solo dentro del concurso. Si Katia no termina por enterarse de la conveniencia que le supondría hacerse la misma cura de humildad que ella reclama a los demás, tendrá serios contratiempos en su vida personal. Pero eso es asunto suyo y no es ni mi propósito ni tampoco el de la audiencia, pensar en la vida que va más allá de este espectáculo.

Decía que la audiencia ha sido lista en dejar a Katia en Supervivientes, y es que hasta ahora, la concursante, ha podido hacer lo que se le antojase, algo que seguramente no ocurrirá tras la unión de los participantes de Isla Bonita con los de Cayo Paloma. Curiosa fue cuanto menos, la actitud de Katia durante la bronca que mantuvo con su amigo Nacho Montes la pasada Noche. Si con Yong Lee, Katia mostraba su lado más agresivo, con el estilista, Aveiro agachó las orejas sentenciando la disputa con toda una declaración de intenciones: no voy a hablar más contigo porque no estás bien. Este episodio nos da pistas sobre el poder que Montes ejerce sobre la portuguesa, ya que ha sido el único concursante que ha conseguido ganar una batalla dialéctica contra Katia; eso sí podemos denominarla batalla dialéctica, porque los malos modos de Montes siguen estando a la orden del día. El exprofesor de protocolo es el típico concursante tóxico que se crece ante la cámara en cualquier discusión, sin mostrar reparo alguno en sacar a relucir su carácter más verdulero y reprobable. Desconozco si Nacho Montes tiene algún objetivo en mente al hacer uso de un vocabulario tan inapropiado. Lo único que espero es que no le salga el tiro por culata y que por su bien, intente suavizar esas formas que sin duda le conducirán a España en cuanto este nominado. No hay nada peor que intentar evitar las nominaciones de los concursantes contrarios; el efecto que está consiguiendo Nacho Montes con esta situación es el de aumentar la fobia que despierta en la audiencia desde el día dos, y en consecuencia, que sea eliminado con un porcentaje bastante potente.

Tras la expulsión de Rafa Lomana, este fue conducido junto a Bibiana Fernández para enfrentarse en un duelo ganado por el primero. Muy triste que tengamos que desprendernos ahora de Bibiana, que sin la mala influencia de Katia y de Nacho Montes comenzaba a ser la concursante que todos esperábamos. Fue ella misma la que reconoció que se había sentido muy cómoda entre los bonitos al estar estos menos resabiados que los VIP. No pudo ser, y es que como decía en las primeras líneas de este post, la audiencia es caprichosa, y no quería perderse el juego de Katia, pero tampoco castigar a Lomana con la expulsión definitiva, después de haber sido un concursante ultrajado durante las dos últimas semanas por parte de sus compañeros. Fue Carolina Sobe la más sensata en La Palapa admitiendo que todos hacían propaganda de sí mismos cuando les grababa la cámara, alardeando de lo que pescaban o cocinaban, y no únicamente Rafa. Me choca bastante que algunos utilicen este argumento cuando en cierta manera, venderse como el mejor superviviente forma parte del juego. ¿Quién no recuerda a Nilo Manrique mostrándole a la cámara las peripecias de sus aventuras con la caña de pescar?; que se relajen cuando la cámara está apagada y se pongan las pilas cuando está encendida es algo completamente natural, y es que esto no deja de ser una competición ganada por un único concursante: el que mejor se venda de cara a la audiencia. Es por esto y por los innecesarios insultos que Rafa Lomana ha recibido por parte de Nacho Montes entre otros, que la audiencia ha decidido premiarle con su continuidad en el concurso, en el recuperado Palafito de momento. Veremos cómo se las ingenia y también si la semana que viene se reencuentra con sus compañeros. A más de uno le va a dar un soponcio.

Tras las decisiones de la audiencia, asistíamos al juego del líder. Un juego donde Diego Matamoros y Abraham se enfrentaron entre ellos al ser los dos concursantes que más aguantaron bajo el agua en una primera ronda, donde todos tuvieron las mismas opciones. Finalmente, fue Abraham quien se hizo con el collar de líder, dedicándoles el triunfo a su novia y a su familia. Esperemos que después de la conversación que el manchego mantuvo con su novia, se anime a seguir participando en el juego con la mejor de sus sonrisas. Debo reconocer que Diego Matamoros es de esos concursantes introvertidos que se dan a conocer más lentamente, pero es de justicia alabar la paciencia y buena educación que está demostrando dentro del concurso. Ha sido el único que no ha tenido una palabra mal sonante, demostrando una cordialidad admirable en una situación extrema como la que están viviendo los concursantes. Diego despierta ternura y gana enteros sin proponérselo, algo que tiene mucho mérito cuando estas compitiendo con personas acostumbradas por su profesión a desenvolverse ante la cámara como pez en el agua. Fue anoche cuando tras la unificación, el hijo del contertulio de Sálvame, escuchó las imágenes donde Katia Aveiro declaraba la gran atracción que sentía por él. La reacción de Diego estuvo rebosante de empatía siendo leal y conciso, aclarando los sentimientos que le unen a su pareja. Encontrar concursantes tan vírgenes como él en un reality es complicado, por no decir imposible, y eso, los seguidores de este género desde que se estrenase Gran Hermano en el año 2000, lo agradecemos y mucho. Quizás Diego no responda a un perfil polémico ni busque minutos de cámara armando jaleos, pero suple esa falta de momentos con una naturalidad notable que se resume con una sola palabra: VERDAD. Diego es de verdad, sin ningún papel ni directrices que seguir, y son esos sus ingredientes y cualidades más potentes, cualidades no planeadas que sin duda lo convierten en un concursante con muchas papeletas para llegar muy lejos.

Tras la coronación del líder, tocó nominar, por parejas de nuevo. Los bonitos protegieron a los suyos, algo que no hicieron los VIP, que votaron a Carolina Sobe, al menos la mayoría. Destaca que algunos de los bonitos también lo hiciesen, como Chiqui y Viviana, que parecen más amigas que nunca. No sé si habrán intercambiado opiniones o la nominación de Sobe responde a un pacto orquestado contra la concursante; pero me resultó curiosa la forma en la que nominaron los participantes. Los nominados por el grupo fueron Carolina Sobe, Chiqui y Tony, salvando Abraham a Chiqui y nominando directamente a Leo Margets. Yo, lo tengo claro: Tony a casita para repartirse con Oriana y Adrián el dinerito del montaje.

Y no me despido sin celebrar que Chiqui por fin haya enseñado sus encantos y sin dar la bienvenida a Rebeca Pous y a Amador Mohedano al concurso. Ambos perfiles me parecen interesantes: como dato curioso, recordar la participación de Rebeca Pous en La selva de los famosos hace varios años, concurso emitido en la cadena contraria.

Con respecto a Amador, espero sinceramente, que este tiempo alejado de España le sirva para reflexionar y quizás, poder enmendar cuando vuelva, errores cometidos. Porque al fin y al cabo, todos merecemos siempre una oportunidad, y Amador tiene la de esta pluma.

PD: Divertido sería cuanto menos, que Francisca, la madre de Rebeca, volviese a dormirse durante la próxima gala de Supervivientes convirtiendo su siesta en un clásico de esta edición.