Esta semana, Víctor y Maricarmen tienen las de perder

La expulsión de mañana es la más interesante hasta la fecha. Y es así porque en el grupo de agua hay dos bandos más que diferenciados. Dos grupos con dos de sus miembros nominados y muy posiblemente fuera de peligro. La audiencia habrá de posicionarse del lado de uno de los dos grupos que conforman el equipo de agua; y es que desde hace una semana, los del fuego han perdido todo el protagonismo. La atención la acaparan sus vecinos en su totalidad; siendo Víctor y Maricarmen los mayores perjudicados de esta nueva situación. Y ambos saldrán perdiendo porque a diferencia de en otros concursos, en Supervivientes se vota para salvar. Característica que promueve el voto hacia los concursantes más llamativos. No hay que aclarar que el foco de atención está justamente sobre dos nominados de un mismo grupo: Cristian y Mario, ambos de distintos bandos y en consecuencia con partidarios (votantes) diferentes.

Serán pocos los espectadores que se decantan por Víctor y Maricarmen, por lo que probablemente, la diferencia de votos entre estos últimos concursantes sea mínima, pudiendo salir cualquiera de los dos. En las encuestas que circulan en las diversas redes sociales no se llevan más de tres puntos entre uno y otro. Emocionante en cualquier caso.

Es indudable que en estos momentos la participación de Cristian y Mario asegura ese espectáculo tan necesario en cualquier reality que se precie. No obstante, hay que destacar la poca inteligencia de Cristian, Suso y Steisy. Si hubieran pensado un poco antes de decidir abrir fuego contra Mario y Yola, hubieran deducido la torpeza en la que han caído al enfrentarse a una minoría formada por sólo dos concursantes. Los espectadores de este tipo de programas suelen solidarizarse siempre con los grupos minoritarios, y más si ese grupo está formado por dos personas y una de ellas siente algún tipo de atracción por su compañero. Los espectadores no perdonan al bando-pandilla que decide enfrentarse con dos personas en desigualdad de condiciones con respecto a las nominaciones. Y están en desventaja por una sencilla y lógica cuestión de números. Simplemente, no salen las cuentas. Yola y Mario están condenados a salir nominados semana a semana a no ser que uno de los dos se convierta en líder, algo prácticamente imposible desde punto y hora que el programa no permite que los nominados opten a dicho collar de inmunidad. Si Yola no gana esta semana, saldrá nominada. A ella se unirá Mario si la audiencia decide salvarle esta semana. Es una situación que a los votantes les producirá empatía y lástima. Una lástima que allanará el camino de los concursantes afectados; Yola y Mario en este caso.

Otra que debería tener miedo es Miriam. Está claro que el rival que con el que mañana tendrá que competir tiene el doble de seguidores que Dioni. Si bien es cierto que Yurena se ha metido a la audiencia en el bolsillo y que será muy difícil no verla en la final, también es justo decir que Miriam vive de las rentas de su amiga. Me refiero a que son los propios seguidores de Yurena los que salvaron a la peruana hace siete días. Con total seguridad no logrará volver a salvarse si la concursante que sale mañana es Maricarmen. Tampoco creo que logre quedarse si compite con cualquiera de los otros nominados, aunque habrá que esperar para ver lo que pasa.