DBT1: El Ying y el Yang. Fortu explota el rol de víctima y Lomana lucha por sobrevivir.

Ayer asistí al debate de Supervivientes. Me gustaría explicar como me sentí en el plató, porque todavía sigo sin salir del asombro de lo que allí escuché por parte de la mayoría de mis compañeros.

Creo que algunos no han entendido que esto es un concurso, y que utilizar términos como 'traidor' tan a la ligera, cuando no llevamos ni una semana de programa, resulta bastante incoherente. Considero que Carmen está siendo juzgada de una manera bestial. No logro comprender que acusen a Lomana de hipócrita. Carmen no tiene ni un pelo de falsa, en primer lugar porque nominó a Fortu a la cara, ya que ambos acudieron juntos para otorgar su punto. Carmen demostró ser una tía valiente y tener las cosas muy claras, pues ella sabe que está en un juego, y que yo sepa, no le debe nada a Fortu ni tampoco a ninguno de sus compañeros.

Es evidente que la actitud derrotista y de víctima adoptada por Fortu, no ayuda a que los detractores de mi amiga se relajen un poco con ella, dándole una merecida oportunidad. El cantante debería saber que esto es una competición, quizás, el más que nadie, pues su hija ha sido concursante de Gran Hermano, pero claro, él prefiere explotar el rol del traicionado para convertir a su competidora en la mala de la película y así salvarse de la nominación, juego sucio.

Ayer decía mi compañero Nacho Montes en plató, que Carmen había cometido un error al nominar 'al más bueno de la isla'. No es por nada, pero Carmen no es peor persona que Fortu, y tiene el mismo derecho de estar ahí que él, ya que ella también está muy ilusionada por estar donde está. O qué pasa, ¿son más validas las ganas e ilusiones de Fortu depositadas en el concurso, que las de Carmen, por el hecho de haberse quedado él a las puertas en la anterior edición?. Creo que no.

Muchos están metiendo la pata, y lo están haciendo a lo grande. Creo yo que aquí no estamos para buscar ni a buenas ni a malas personas, sino para divertirnos con los que más espectáculo ofrecen, y de momento, Lomana le ha cantado las cuarenta a quien corresponde. Ayer pudimos ver las imágenes donde le exponía a Nacho Vidal su visión sobre un tema de convivencia, exigiéndole consenso a la hora de tomar decisiones que repercuten a todo el grupo. Concretamente, Carmen le dijo al actor que debería consultar con todos antes de decidir gastar dos cerillas para hacer fuego. Mi amiga padece de los bronquios, algo que pocos saben, y por eso pretendía que se encendiera el fuego durante la mañana, ya que en esa franja horaria no hay casi viento. También vimos a Carmen cocinando, pero nadie le reconoció ese mérito en plató. Si no lo hubiera hecho, estoy seguro de que mis compañeros hubieran usado ese discurso tan trillado que viene a decir que Carmen es una pija, y que, en consecuencia, no colabora en la organización de tareas, pero como no pudieron decir esto, se callaron antes de reconocerle el mérito. El caso es, que Carmen está esforzándose al máximo para convertirse en una buena superviviente, aunque parece ser que esto no cuenta, porque una dichosa nominación está poniendo en tela de juicio todo su esfuerzo. A mis compañeros les resulta más atractivo y divertido tirar a la basura cualquier gesto de valentía que venga por parte de Lomana, hecho que demuestra que hay que han optado por utilizar una nominación como arma arrojadiza contra ella para seguir explotando ese discurso basado en leyendas urbanas. Leyendas que poco le importan a Carmen, pues los que la conocemos, sabemos como es, y os aseguro que es muy clara; todo lo contrario que su compañero de nominación, pues creo que Fortu lleva el papel bien aprendido.

Espero que todo caiga por su propio peso y que la audiencia sea inteligente el próximo jueves, pues prefiero ver a una Lomana autentica que no se calla absolutamente a nada, a un concursante que lleva explotando una nominación durante cinco días para intentar así permanecer en el concurso. Considero que aquí debemos de valorar la supervivencia, y por el momento, a Fortu solo le he escuchado decir que tiene muchas ganas de sobrevivir, pero lo único que está demostrando es, que de lo que tiene ganas, es de machacar a Carmen para ganarse un rol y un apoyo que no le corresponden; más que nada, porque Carmen también está nominada, y lo está con los mismos puntos que él, por lo que ella también tiene el mismo derecho de sentirse dolida por no haber recibido el apoyo de sus compañeros. Pero Carmen, en lugar de haberle hecho la vida imposible a Isabel Rábago, que la nominó, ha optado por olvidarse ya de las nominaciones, pues para ella forman parte del juego, y las acepta como una buena jugadora que es. Es una pena que Fortu tenga que seguir manchando la imagen de mi amiga en el concurso para así ganarle la batalla.

Estoy cansado de lagrimas y de victimismo, por eso puedo decir que estoy muy orgulloso de Carmen, porque está mostrando garra y carácter, cualidades indispensables en un reality. Ella quiere que la gente se divierta, pero ante todo, quiere entretener a la audiencia siendo ella misma, sin papeles y jugando moderando sus defectos y usando sus cualidades, sin aprovecharse de los actos de los demás, algo que Fortu no está haciendo al recordar ante la cámara una y otra vez la historia de una traición inexistente.

Fue complicado defenderla con tanta gente en contra, pero no pienso bajarme del burro. Carmen está haciéndolo bien, al menos, está haciéndolo. A día de hoy, Fortu sigue con la retahíla de las nominaciones.