Se acabó. Ya era hora de ver un poquito de luz al final de ese túnel llamado
metrosexualidad que tantos disgustos ha proporcionado a mujeres y a hombres de buen gusto.
La depilación masculina es un pecado que debería pagarse con alguna que otra tortura física; y es que un machote de verdad está obligado a lucir su pelambrera, que para algo venimos del mono.
El hombre peludo está de moda y los famosos de nuestra televisión, son la viva prueba de ello: mucho más varoniles, sensuales y muy, muy sexys. ¿Quién no cae rendido ante los encantos de un machote con camisa desabrochada luciendo una buena mata de pelo?
Tras ver a Hugo Silva en bañador, mostrando su pecho con pelo incluido, solo podemos decir: ¡viva el producto nacional interior bruto!. Morenazo, varonil y masculino; Hugo nos da un morbazo impresionante y nos pone muy, muy, pero que muy perrunos.
Miguel Angel Silvestre es el HOMBRE con mayúsculas. Fue de los primeros, gracias a su papel como El Duque, quien puso de moda el pelo; y es por eso que le estaremos eternamente agradecidos y dispuestos a devolverle el favor cuando quiera. ¡Lo que muchas y muchos habrían dado por ser Catalina y acompañar a Silvestre a Las Barranquilas para asistir a un ajuste de cuentas entre nuestro macho predilecto y cualquier otro narcotraficante!.
Las había de Sawyer y luego estábamos los que perdíamos la cabeza cada vez que el cirujano medular de Lost aparecía sin camiseta en nuestra serie favorita 4ever. Y es que Matthew Fox encarnaba dentro de la ficción a nuestro prototipo ideal: médico, protector, valiente, sensible, y morboso mil gracias a esos definidos pectorales repletos de pelito, mmmmm...
Y el pelo, sorprendentemente, se instala en el mundo deportivo, tirando por tierra aquellos mitos que afirmaban que el bello corporal resulta incomodo y contraproducente para todos aquellos que sudan ejercitando sus músculos. El tenista Roger Federer se niega a pertenecer a la masa metrosexual y reivindica su masculinidad regalándonos imágenes como esta. Ahora, ver Tenis, es otra cosa.
Apetecible es poco. Robbie es uno de los artistas más seductores a pesar de no gozar del cuerpo perfecto, algo que soluciona gracias a esos marcados bíceps y a ese torso cargado de pelo. Williams resulta delicioso para la vista y es un gran enigma de la sexualidad, algo que alimenta nuestras marranas fantasías.
Y como en este blog prima la diversidad, introducimos a nuestro feito nacional por excelencia: por haber reivindicado constantemente la fuerza y el poder del pelo: te queremos Paquirrin.