Asylum SI, Coven NO

La semana pasada nos enterabamos de que American Horror Story había cerrado su tercera temporada marcando record de audiencia, noticia que ha provocado que Ryan Murphy este planteándose no solo los giros de la próxima temporada; también estaría pensando el nucleo principal de la quinta tanda de capítulos.

La temporada pintaba bien, muy bien; no voy a negar que cuando me dijeron que el tema principal iba a ser el de la brujería sentí un morbo impresionante. Si Ryan trabajaba en profundidad la temática, esta sucesión de capítulos iba a ofrecernos momentos épicos y reflexiones que pasarían a formar parte de la historia de la ficción, pero lamentablemente no ha sido así.

La serie comenzó planteándonos cuestiones que luego se fueron diluyendo en varias direcciones, dejando al espectador con varios frentes abiertos que ni el propio Murphy ha sido capaz de cerrar en su ultimo capitulo. Reconozco que las premisas de xenofobia y tortura como fundamentales en el desarrollo de esta temporada, me resultaron a priori, más que atractivas y necesarias, y más con Katy Bathes haciendo de racista depravada; lástima que, la que iba a ser una de las tramas principales, quedase en agua de borrajas debido a unos giros de guión más improvisados que trabajados, convirtiendo a la malvada y temible Delphine LaLaurie en un personaje sin rumbo y totalmente prescindible.

A nivel técnico no hay nada que reprocharle a COVEN, que esta a la altura de una primera y fascinante segunda temporada: La fotografía, los planos imposibles y la iluminación siguen estando ahí, pero también canta una gran improvisación con unos personajes superficiales que son incapaces de llegar al corazón del espectador, algo que sí hacía la recta hermana Jude a pesar de sus mil defectos. Quizás, el tratamiento y la exposición de los protagonistas, y sus historias de fondo hayan sido el gran desacierto de esta tercera entrega, que inyecta la sensación de que todo es irreal, impidiendo que nos sintamos algo identificados con estos y con sus momentos de debilidad.

En esta temporada no hay propósitos claros, teniendo uno la impresión de estar tragándose un guión escrito a presión que no termina de arrancar, todo dentro de un desenfreno bastante mediocre donde Murphy, intenta apelotonar todas las tramas sin centrarse en alguna por completo, ofreciendo una lista de capítulos muy que está muy por debajo del nivel de sus predecesoras.

Y es una pena que esta temporada haya sido tan de relleno y tan inferior a la anterior, y es que en Asylum los guionistas se superaron sobrepasando los prejuicios morales instalados en la sociedad. Todo esto acompañado de sádicas monjas cuidando de locos enfermos, con dosis de vida extraterrestre y espiritismo por doquier.Coven no lo tenia fácil, no , pero no ha conseguido ser la mitad de irreverente e inteligente que Asylum.