Porqué el 'Tsunami' de Poseidón debería inundar Oslo antes que llevar a una Sirena con su canto místico

Es algo innegable que el Festival de Eurovisión ya no es lo que era. Por mucho que les duela a los "eurofans" más conservadores o a los organizadores, el evento ha cambiado. Y para bien.

En sus comienzos el Festival era un evento internacional que reunía a varios países europeos en una competición por buscar "la MEJOR CANCIÓN europea del año". Pero desde el de 2004 cuando ganó Ucrania con 'Wild Dances' se nos lleva advirtiendo una cosa que se confirmó en 2006 con 'Hard Rock Hallelujah': el Festival ya no es la búsqueda de la MEJOR CANCIÓN de Europa, sino del MEJOR ESPECTÁCULO MUSICAL de Europa.

Es decir, ya no cuenta sólo que una canción sea bonita o pegadiza, la puesta en escena es fundamental, el espectáculo que genera, la inquietud y sorpresa sobre el espectador europeo es esencial. Con una buena canción pero pobre en escenografía no ganaréis, ya no.

Es más, es preferible una canción con una letra pobre y fea, que no diga nada con sentido, pero sea pegadiza y esté acompañada de un gran número que deje boquiabierto a más de uno. Aunque si se puede lograr con una canción que por sí sola es buena, aún mejor. Pero nunca olvidemos lo otro, hay que priorizar lo que se verá ante lo que se oirá, porque al fin y al cabo, la imagen será lo que mejor recuerde el televidente.

Eurovisión ha pasado de ser una ópera a ser un circo a gran escala, eso es algo innegable, por mucho que les duela o luchen contra ello los más fanáticos.

Por eso, de entre las pocas candidaturas que hay presentadas ya, no gustándome ninguna de ellas, creo que la opción de Pop Star Queen es la más vistosa a priori, con la que más se puede jugar y donde el espectáculo tomaría un primer plano. Ahora bien, habría que mejorar la canción y dar un par (o una docena) de clases de canto a la solista.

¿Algún cantante profesional puede mejorar el espectáculo? Aún hay plazo.