Fue precisamente en Felicity donde Abrams conoció y se fijó en Jennifer Garner. En ella Garner interpretaba a un personaje episódico sin mayor trascendencia, pero su belleza y profesionalidad cautivaron a J.J. hasta el punto de no dudar en ofrecerle el papel protagonista de Alias. Jennifer se metería en la piel de Sydney Bristow, personaje en el que se implicaría como nunca lo ha vuelto a hacer en toda su carrera y que irá ligado a ella de por vida.
Nunca es lo que parece
Sin entrar en detalles de la trama del piloto y de la serie en sí, es importante dejar constancia de los innumerables y sorprendentes giros de guión de los que consta la serie, ya incluso en el primer episodio. Con tanto giro podría uno pensar que la trama argumental se iría por la borda a las primeras de cambio. Nada más lejos de la realidad. El cuidado con el que están hiladas cada una de las tramas de la serie (esto es algo que se aprecia muchísimo viendo la serie una segunda vez) y como conectan unas con otras son uno de los rasgos más identificativos de la serie y uno de los motivos por los que una vez estás metido en la historia ya no existe vuelta atrás: Alias engancha como pocas lo hacen.
Los casos autoconclusivos son escasos y la estructura de los episodios resultaba de lo más inusual en su época. Creo que puedo afirmar sin equivocarme que pocas, muy pocas series hasta ese momento, habían ofrecido una estructura tan serializada como la que ofrece Alias (y, desgracidamente, parece que se está volviendo atrás en la actualidad, al menos en lo que a cadenas en abierto se refiere). A la primera gran serie de J.J. se la conoce por muchos como la reina del cliffhanger, esa escena al final del episodio que te deja en estado de shock y deseando que llegue el siguiente capítulo. Fruto de esto ha dado lugar a numerosos seguidores tardíos que han degustado la serie en apenas pocas semanas, mediante sesiones maratonianas a las que uno no sabe cuando poner stop.
Un reparto y una BSO de lujo
Además de la espectacular Jennifer Garner, bellísima con todos y cada uno de los cientos de modelitos imposibles que ha paseado a lo largo de cinco intensas temporadas, completan el reparto toda una lista de actores que ya quisieran muchas series para sí mismas. Desde Victor Garber en la piel del duro padre de la protagonista, Jack Bristow; pasando por Michael Vartan en el papel del Michael Vaughn, yerno perfecto para toda madre que se precie; siguiendo por Ron Rifkin en el rol de uno de los mayores villanos de la historia de la televisión, Arvin Sloane, de quien nunca sabes que te puedes esperar; haciendo mención a Kevin Weisman como el siempre adorable Marshall Flinkman; y destacando finalmente al inmenso plantel de secundarios entre los que no puedo dejar sin resaltar el papelón de Lena Olin como la perseverante Irina Derevko, personaje gracias al cual se hizo con una nominación al emmy y fue aclamada por público y crítica.
Abro este nuevo blog dedicándole la primera entrada a los personajes más neuróticos de la ficción televisiva. No están todos los que son, pero sí aquellos que mayor aprecio y recuerdo tengo. "Abróchense los cinturones, despegamos", como diría Cindy Chandler si estuvieramos a bordo de un avión de Oceanic.
Bree Van De Kamp, la neurosis llevada con elegancia
La neurosis de la desesperada con más clase de la pequeña pantalla se presenta en forma de obsesión, obsesión por el órden, las apariencias, el qué dirán o los valores morales típicamente cristianos de una buena "mujer de a pie". Lejos de caer mal, Bree es un personaje que por su firmeza y especialmente por sus formas a la hora de defender aquello que ella cree "natural", se ha ganado la simpatía del público y el derecho a estar presente en este top particular.
¿Como se puede ser la protagonista de una serie, dar nombre a la misma, caer mal al 90% de sus seguidores y que con todo la serie sea un éxito en medio mundo? Que se lo pregunten a Meredith Grey.
Marisa Cooper, rebelde con causa
Llego al final del ránking con el personaje más transtornado de toda la historia de la televisión, Marisa Cooper, de The OC. Ella es la neurosis personificada.
He aquí una muestra de porque Marisa Cooper merece estar en lo más alto:
Y también en español, a cada cúal más desgarradora.
Marisa Cooper era una infeliz que nos hacía felices.
¿Y para ti?
¿Cuáles son los personajes más neuróticos de la televisión?