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ALIAS: Mucho más que espías

Miércoles 9 de Febrero de 2011 23:17
 

Hace ya casi una década que Alias veía la luz en la televisión estadounidense. La serie aterrizaba en ABC de la mano de un poco conocido J.J. Abrams cuyo mayor éxito hasta la fecha había sido la serie sobre la joven Felicity y sus enredos en la época universitaria. Muy pocos conocen que en plena reunión con los guionistas de ésta última, uno de ellos bromeó con que la CIA reclutara a Felicity como espía encubierta. ¿Os resulta familiar? Lo que tan sólo era una gracia sin más inspiró a J.J para dar forma a su próximo proyecto televisivo, Alias, ese que hoy nos trae hasta aquí.

Fue precisamente en Felicity donde Abrams conoció y se fijó en Jennifer Garner. En ella Garner interpretaba a un personaje episódico sin mayor trascendencia, pero su belleza y profesionalidad cautivaron a J.J. hasta el punto de no dudar en ofrecerle el papel protagonista de Alias. Jennifer se metería en la piel de Sydney Bristow, personaje en el que se implicaría como nunca lo ha vuelto a hacer en toda su carrera y que irá ligado a ella de por vida.

Sydney Bristow es letal, luchadora, humana, pasional y la mejor en su trabajo. En el episodio piloto de la serie se nos presenta como una chica aparentemente normal, estudiante universitaria que compagina sus estudios con un trabajo a tiempo parcial en el banco Credit Dauphine. O al menos, de cara a los que la rodean. Credit Dauphine es en realidad una tapadera del SD-6, una rama secreta de la CIA.

Nunca es lo que parece

Sin entrar en detalles de la trama del piloto y de la serie en sí, es importante dejar constancia de los innumerables y sorprendentes giros de guión de los que consta la serie, ya incluso en el primer episodio. Con tanto giro podría uno pensar que la trama argumental se iría por la borda a las primeras de cambio. Nada más lejos de la realidad. El cuidado con el que están hiladas cada una de las tramas de la serie (esto es algo que se aprecia muchísimo viendo la serie una segunda vez) y como conectan unas con otras son uno de los rasgos más identificativos de la serie y uno de los motivos por los que una vez estás metido en la historia ya no existe vuelta atrás: Alias engancha como pocas lo hacen.

Los casos autoconclusivos son escasos y la estructura de los episodios resultaba de lo más inusual en su época. Creo que puedo afirmar sin equivocarme que pocas, muy pocas series hasta ese momento, habían ofrecido una estructura tan serializada como la que ofrece Alias (y, desgracidamente, parece que se está volviendo atrás en la actualidad, al menos en lo que a cadenas en abierto se refiere). A la primera gran serie de J.J. se la conoce por muchos como la reina del cliffhanger, esa escena al final del episodio que te deja en estado de shock y deseando que llegue el siguiente capítulo. Fruto de esto ha dado lugar a numerosos seguidores tardíos que han degustado la serie en apenas pocas semanas, mediante sesiones maratonianas a las que uno no sabe cuando poner stop.

Un reparto y una BSO de lujo

Además de la espectacular Jennifer Garner, bellísima con todos y cada uno de los cientos de modelitos imposibles que ha paseado a lo largo de cinco intensas temporadas, completan el reparto toda una lista de actores que ya quisieran muchas series para sí mismas. Desde Victor Garber en la piel del duro padre de la protagonista, Jack Bristow; pasando por Michael Vartan en el papel del Michael Vaughn, yerno perfecto para toda madre que se precie; siguiendo por Ron Rifkin en el rol de uno de los mayores villanos de la historia de la televisión, Arvin Sloane, de quien nunca sabes que te puedes esperar; haciendo mención a Kevin Weisman como el siempre adorable Marshall Flinkman; y destacando finalmente al inmenso plantel de secundarios entre los que no puedo dejar sin resaltar el papelón de Lena Olin como la perseverante Irina Derevko, personaje gracias al cual se hizo con una nominación al emmy y fue aclamada por público y crítica.

Neuróticas y perturbadas

Viernes 6 de Noviembre de 2009 22:25
 

Os voy a confesar un secreto. Amo la neurosis y la demencia en televisión. Quizá porque en el fondo yo también sea un poco demente.

Abro este nuevo blog dedicándole la primera entrada a los personajes más neuróticos de la ficción televisiva. No están todos los que son, pero sí aquellos que mayor aprecio y recuerdo tengo. "Abróchense los cinturones, despegamos", como diría Cindy Chandler si estuvieramos a bordo de un avión de Oceanic.

Bree Van De Kamp, la neurosis llevada con elegancia

La neurosis de la desesperada con más clase de la pequeña pantalla se presenta en forma de obsesión, obsesión por el órden, las apariencias, el qué dirán o los valores morales típicamente cristianos de una buena "mujer de a pie". Lejos de caer mal, Bree es un personaje que por su firmeza y especialmente por sus formas a la hora de defender aquello que ella cree "natural", se ha ganado la simpatía del público y el derecho a estar presente en este top particular.

Meredith Grey, suicida compulsiva

¿Como se puede ser la protagonista de una serie, dar nombre a la misma, caer mal al 90% de sus seguidores y que con todo la serie sea un éxito en medio mundo? Que se lo pregunten a Meredith Grey.

En realidad, todos amamos a Meredith Grey. Sí, como oyes, o es que acaso Anatomía de Grey habría sido lo mismo sin sus neuras mentales, sus decisiones irracionales o sus incesantes intentos de llegar a mejor vida? Qué otro médico en el Seattle Grace hubiera tenido los bemoles, y la poca lucidez, de meter la mano en el cuerpo de un hombre con una bomba en el interior a punto de explotar?

Marisa Cooper, rebelde con causa

Llego al final del ránking con el personaje más transtornado de toda la historia de la televisión, Marisa Cooper, de The OC. Ella es la neurosis personificada.

Una familia desestructurada, y el peso de tener que aparentar ser una buena niña de papá en un mundo de glamour y dinero que no era el suyo, acabó llevando a Marisa Cooper a la locura, en parte acrecentada por su temprano contacto con las drogas y el alcohol. Todo ello brindó la oportunidad a Mischa Barton de darnos los que sin duda han sido los mejores momentos de las cuatro temporadas de The OC, serie que por cierto, firmó su sentencia de muerte el mismo día en que decidieron dejar a Mischa fuera de la serie.

He aquí una muestra de porque Marisa Cooper merece estar en lo más alto:

Y también en español, a cada cúal más desgarradora.

Marisa Cooper era una infeliz que nos hacía felices.

¿Y para ti?

¿Cuáles son los personajes más neuróticos de la televisión?

Sobre este blog...

Tan sólo otro punto de vista más sobre la ficción televisiva
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