El cambio de Mercedes Milá

¿Quién no conoce el partidismo de la señora Mercedes Milá? O mejor dicho, ¿Quién no conocía el partidismo de la señora Mercedes Milá? Durante las últimas ediciones de Gran Hermano, la presentadora se ha posicionado claramente a favor de unos concursantes y en contra de otros. Cual dueña de su cortijo (esto va en honor de Jorge Javier…), en el plató del programa se imponía su ley, otorgando más la palabra a sus favoritos, ridiculizando a los que no lo eran o no le decían lo que ella quería oír y aprovechándose de sus tablas en un plató de televisión para quedar siempre como el aceite, por encima de todos.

Sin embargo, durante el transcurso de este GH12, creo que la catalana ha dado un cambio radical en su comportamiento. Un cambio hacia mejor, en mi opinión, donde la imparcialidad y un turno de palabra más o menos equitativo vuelven a situar a Milá en la senda correcta y por el buen camino del que nunca debió salir. Y no debió salir de ahí porque no lo necesita, porque es una gran profesional con una valía lo suficientemente demostrada como para tener que recurrir a esos métodos para conseguir un punto más de share.

Y a pesar de que GH12 mantiene unos datos de audiencia sobradamente por encima de la media de Telecinco, esta edición está pasando más desapercibida que cualquier otra de las anteriores. Y las cifras lo demuestran, situando la audiencia media de GH12 a casi 5 puntos de distancia frente a la media de GH11 (19,3 % frente a 24,2%, respectivamente). ¿Cuáles pueden ser los motivos? Un casting desafortunado (con todo mi respeto al equipo de selección), una dinámica que no termina de enganchar al espectador (por lo menos a mí) o algo más sencillo que todo eso, y es el desgaste normal de un programa que lleva 10 años en pantalla. Posiblemente sea una mezcla de varios factores….

Por último, y después de todo este rollo que dudo mucho que alguien lea, me queda por hacer una reflexión. Todo lo que empieza, por el hecho de hacerlo, está condenado a terminar algún día. Gran Hermano merece pasar a la posteridad como un gran programa. Un programa que revolucionó la TV de este país. ¿No sería mejor poner fin, en un futuro próximo, a más de una década de entretenimiento, diversión, polémica…, a estar agotando todavía más el formato en detrimento de su imagen?

Propongo a los señor@s directiv@s de Telecinco y Zeppelin que no estiren más el chicle, que pasen página, así como una edición final en la que los concursantes sean los ganadores de todas las ediciones, culminando un ciclo de la TV en España con la elección de un vencedor: EL GANADOR DE GANADORES.