Máxima expectación. Las palabras de su amo brasileño, nos cuentan sobre las hazañas del perro y su validez para películas y otras actuaciones, mientras la cámara no pierde ripio de los movimientos de la mascota, en la que ya se veían unos rasgos atípicos, ojos vivos, concentración y una gran atención a las palabras y el entorno que lo rodeaban.
Y desde el primer segundo de la actuación, cuando Jerry oculta su rostro entre las patas imitando a su amo, logró conquistar el corazón de todos los espectadores. A partir de aquí cada movimiento se convirtió en un espectáculo increíble, merecedor de un gran aplauso. Cuando parece que todo está ya visto, llega algo nuevo que vuelve a sorprenderte.
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