¿Por qué dicho arranque de melancolía? Porque tras el estreno de "Suits" creo necesario establecer cuál será la jurisprudencia a la hora de juzgar dicha serie. Ya saben, por aquello de que tenga un juicio justo.
El fallo: "Suits" representa la comedia más clásica y efectiva, aquella que basa todo el alegato creativo en sus personajes. Estos últimos, mucho más relevantes e interesantes que los casos expuestos (o casi). Por un lado tenemos a un insurrecto, ególatra, déspota y, por tanto, carismático abogado narcisista (Harvey). Éste ofrece las más diversas situaciones de interés gracias a su arrolladora (que no innovadora) personalidad y carácter, más propias de Lex Luthor que de un abogado al uso, dicho sea de paso.
Por otra parte, tenemos a un descafeinado, y más agrio que dulce, ayudante (Mike), cuyo máximo interés narrativo empieza y acaba con su pasado delictivo. Esto último, tema que me temo ocupará más tiempo del debido. ¿Qué quiere decir todo esto? que en una serie en la que, como "House", el máximo entretenimiento consiste en ver a su protagonista lanzando improperios a diestro y siniestro, no hay espacio para Wilsons menores. O dicho de otra manera: si la serie funciona es sólo en parte a esa pequeña parte ofrecida por uno de sus protagonistas, quien como Gregory House dota de personalidad a la obra. ¿La otra mitad de la serie? Demasiado inocua como para captar interés alguno.
No obstante, y por si acaso, me reservo el derecho de pronunciarme hasta el fin de la primera temporada.
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte