Luego tenemos a Luís, ese concursante con complejo de cura por lo menos. Ayer de madrugada le decía a los primos que tenían que estar tranquilos ya que eran dos personas muy puras y eso la audiencia lo valoraba. Que dios nos pille confesados. Si de verdad lo que nos espera es aguantar este tipo de discursos en mitad de la casa de la pradera podemos ir preparándonos. Luego tenemos a Azahara y a Hugo; la primera no termina de arrancar y el segundo solo es divertido en las fiestas con dos copas de más. Creo que hasta la propia Rubia está aburrida de ellos. Y ahí están Vitín y a Alfredo, el primero deseando librarse de su amigo Omar para poder manipular al segundo a su antojo. ¿Realmente queréis privaos del juego que esta dando el triángulo formado por Paula, Omar y Lucía?, no os lo aconsejo. Sería maravilloso confundirles a todos, ya que están convencidos que será un miembro de la pareja el eliminado. Poder vislumbrar las caras de todos ellos al ver a Omar y Lucía regresar de la casa de expulsión, es algo que no tiene precio y que les serviría como revulsivo para este juego. Deben espabilar y ponerse las pilas, y matar esa fantasía de casa de la pradera en la que algunos están inmersos.
A día de hoy mis favoritas son Alejandra y Paula, pero no cometo el error de anteponer mi entretenimiento al deseo de ambas participantes. Ya habrá tiempo para expulsar a los canallas, de momento hagámonos un favor a nosotros mismos y vayamos eliminando a todos aquellos que prometieron mucho en el casting para luego ser los primeros en meterse en la cama y planchar la oreja. Querido espectador, no votes como si fueras Dios, vota como sí fueses un guionista con la posibilidad en tu mano de diseñar la evolución de un programa convirtiéndolo en divertido y emocionante, y no en tibio y previsible. Llama al 905 81 00 50 o envía GH JONATHAN al 27450
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