La dictadura de San Aritz

No solo se está descubriendo Niedziela. También Aritz va enseñando la patita con el porvenir de los acontecimientos. Ayer fue un día clave en el que Aritz nos 'regaló' una serie de rasgos de su personalidad que muchos no esperaban, y es que es imposible mantener un papel durante tanto tiempo y bajo una presión para la que uno no suele estar preparado.

Sería una lastima que Ivy fuera la expulsada de esta noche ahora que Vera se ha proclamado como el chivato oficial de esta edición. La actitud de este concursante no solo roza la ridiculez sino que también le supone al que sigue este concurso a través del canal veinticuatro horas una impotencia difícil de soportar. La deslealtad del catalán y sus artimañas para desmoronar al grupo no conocen limites. Ha aprendido Vera de su fiel amiga Nidziela, pues ambos parecen estar decididos a enredar todo lo que esté a su alcance con tal de librarse de las nominaciones. Ayer decidió el catalán dar un paso más y hablar con Aritz acerca del saqueo que muchos de sus compañeros hicieron en la despensa durante la madrugada del martes. No sería raro que los que intentan respetar la comida del grupo se enfadaran al ver que hay otros que se toman ciertas normas a la torera, lo incoherente es ver como Aritz intenta adoptar ese rol de Dios justiciero cuando él fue el primero que se tomó una tostada junto Niedziela a las 06:00 de la madrugada en la que se produjo dicho saqueo.

Pero Aritz necesitaba una excusa más para humillar a sus compañeros y dejar de nuevo claro que nadie cumple con esa ley que él mismo lleva imponiendo desde el primer día. Unas normas que han sido aprobadas por esos mismos a los que el vasco chantajea y ningunea diariamente.

El castigo de Aritz no llegó a producirse, pues de haberse aplicado no hubiera conseguido el vasco el efecto deseado que no era sino quedar como un concursante ejemplar y generoso. No obstante, amenazó con preparar un bizcocho y repartirlo únicamente entre las personas que no habían saqueado la despensa el día anterior. Finalmente el pastel fue degustado por todos y ninguno tuvo el valor de decirle al vasco que él no era nadie para hacer chantajes con la comida del grupo.

Que todos están conformes con la ley absoluta impuesta por Aritz es un hecho, por lo que no debería darnos ninguna pena que un señor que presume de no haber visto edición alguna de este concurso haga y deshaga lo que le plazca cuando más le convenga. Bien distinto es que tengamos que aplaudir su dictadura y su mala leche para con Han cuando surge alguna discusión entre ambos, casi siempre por el tema de la cocina. Y es que el vasco se ha tomado una serie de licencias que el chino no debería permitirle. Ayer por la tarde se produjo una discusión entre ambos donde los gritos e insultos de Aritz a Han eran constantes. Son esos momentos de tensión y crispación donde sale esa personalidad oculta de Aritz. Un 'ramalazo' despreciable que poco tiene que ver con esas imágenes suyas en el confesionario, donde llora y dice echar de menos a su familia.

Aritz está perdiendo los nervios y me temo que sus salidas de tono irán en un aumento, aunque es posible que Han se vea arrastrado por el carácter antipático de un concursante que se autodefine a la perfección: viejoven.

Afortunadamente, hay concursantes que sí están demostrando tener agallas en esto de la convivencia. Me refiero claramente a Sofía y a Amanda. Ayer pudimos degustar un enfrentamiento entre la hija de Maite y Vera en el que este último quedo reflejado como lo que es, un triste pagafantas que pasará sin pena ni gloria por esta edición de Gran Hermano. Me relamería del gusto si saliese esta noche. ¿Os imagináis la cara de Niedziela al ver a Ivy volver por la puerta?.