Mientras la pública apostaba por el clásico '¡Mira Quién Baila!', la de Atresmedia lanzaba 'A bailar!' con una vuelta de tuerca en la mecánica, y entre las novedades, serían parejas reales de la vida quienes saldrían a las pistas. Eran pocos y Mediaset no quiso quedarse atrás. El efecto estampida estaba en marcha. Telecinco quería poner leña al fuego y también declaró sus intenciones de sacar del cajón su '¡Más que baile!'.
A veces pasa, a veces alguien de dentro tiene el falso pálpito de que un producto que en su día medio-funcionó, hoy y tras vivir la fiebre de otros formatos "para toda la familia", se cree que es el momento ideal para que aquellos puedan tener una segunda oportunidad más exitosa. Y parece que cunda el pánico entre las cadenas cuando una de ellas da el primer paso. Los resultados, al final, hablan por sí solos.
En Tve se emocionaron demasiado con el éxito masivo de su 'Masterchef', y dieron entonces pistoletazo de salida a 'Mira Quién Baila'. De golpe, empezaron a salir noticias de los fichajes "estrella", tanto de los participantes (la princesa Corina, Adriana Abenia, Colate...), como del jurado (El Sevilla, Norma Duval, Noemí Galera). Y no pintaba muy mal la cosa porque al menos sí se estaban renovando en cuanto a plantilla se refiere, con un nuevo Jaime Cantizano como conductor del espacio, prescindiendo así de la clásica Anne Igartiburu, ya demasiado vista.
Pues ni uno ni otro, los dos han acabado corriendo la misma suerte, la del fracaso. Si bien ambos llegaban con cifras correctas y positivas aunque no prometedoras (15'3% y 18'8% respectivamente), enseguida han caído a índices decepcionantes para las cadenas e insuficientes para poder seguir apostando con fuerza, motivación y por supuesto, renovar por otra tanda. 'Mira Quien Baila' ya roza el 9% mientras 'A Bailar' se acerca al 10%. Ya no cabe duda alguna de que ahora sí, desaparecerán para siempre de nuestras televisiones.
Es comprensible que si un determinado tipo de producto triunfa en tv, se lancen masivamente el resto de cadenas a intentar producir también su particular versión estrella, pero en ocasiones apuntan en direcciones que ya fueron testadas en su día con resultados poco satisfactorios y que todavía en la actualidad no hay muestras de que pueda ser diferente. ¿Por qué entonces esa falsa percepción? Cosas de la televisión. Ya pasó con los talents de canto infantil terminando muy mal el asunto, y hoy lo que parece es que tras una fiebre culinaria quisieron traspasar su gran seguimiento hacia los bailes. Lo cierto es que la jugada les ha salido rana, y como no podía ser de otra manera, a todas por igual.
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