El peor TE QUIERO de la Historia en El Príncipe 7

(contiene SPOILERS del séptimo capítulo de la serie)

Un momento de bochorno y vergüenza ajena, sin necesidad de que nadie enseñe los pechos. "TE QUIERO. Te quiero..." Las escenas de la pareja en general han estado llenas de momentos absurdos: que si cogiéndose la mano en público como si tal cosa, que si ahora me quito el velo, y ahora me lo pongo, miraditas que demuestran muy poca química, la trampa burda que Morey le tiende, y hasta la música ha resultado un incordio...

En general, considero que la interpretación de la actriz Hiba Abouk en este capítulo ha estado a un nivel bajísimo. Especialmente en los momentos compartidos con sus amigas, y con su adorado Morey. Confío en que la relación se rompa durante el resto de la temporada, y dejemos de sufrir esta tortura.

Por suerte, el capítulo 7 ha sido bastante más que eso...

Esta semana le volví a encomendar a mi querida serie de los martes, la aparentemente sencilla misión de mantenerme despierto hasta la medianoche, algo que no ocurrió con la entrega anterior, el único capítulo de los emitidos que no fui capaz de seguir hasta el final. La tarea tenía un handicap añadido en esta ocasión, y es que el lunes había trasnochado de un modo infrecuente debido al estreno de SV2014 también en Tele5, de modo que acumulaba algo de sueño pendiente. Al final utilicé el comodín de las galletas con leche en el único intermedio largo que pusieron, y eso me dio fuerzas para llegar hasta la penúltima y patética escena.

"En el filo de la navaja" es donde se encuentran, según Fátima, muchos de los chicos del barrio que no encuentran salidas y se enrolan en bandas y actos delictivos. Uno de ellos, su alumno Driss, también conocido como Wally en este blog, el joven musulmán que ha ido ganando puntos y segundos de pantalla desde el primer capítulo de la serie. Casi dos meses después, por fin ha conseguido convertirse en pieza importante para el desarrollo de la trama. Ya lo aventuré en el último post, que tanto Driss como el afable y buenrollista Omar iban a adquirir un mayor protagonismo.

Pues bien, al joven la yihad le ha convertido en un objetivo a captar para una futura purga de "infieles". Hemos conocido bastantes cosas sobre Driss: sus padres murieron en una patera, vive con su estricto tío Rashid, que le da palizas ¿? (algo que no se entiende mucho, y digamos que me lo creo solamente porque me lo dicen, la verdad); y por último, descubrimos que la camiseta deportiva que forma parte de él, ¡es en realidad robada! Tal vez en el próximo capítulo nos cuente también por qué no se la quita nunca. ¿Perdería su personalidad?, ¿temen los creadores de la serie que no le identifiquemos si le colocan otra indumentaria? De todas formas, me sigue gustando mucho la manera en que nos han ido colando poco a poco a este personaje.

Y luego está Omar; desde el principio se nos mostró como un trabajador social concienciado y pacificador, pero en este capítulo ha mostrado su verdadera personalidad. A lo mejor es porque, desde el principio, su pretendida humanidad me ha hecho recelar, pero no puedo decir que me haya sorprendido este giro, incluso diría que lo han metido un poco a capón. Pero bueno, ya está hecho, se nos ha mostrado la carta y hay que tomarla sin rechistar. Ahora, a ver hasta dónde nos conduce...

Por otro lado, Faruq Ben Barek ha seguido confiando en Abbàs Leon para localizar a su hermano Abdu, pero el barbas ha resultado ser un pillo de cuidado: resulta que el dinero que consigue del narcotraficante no lo gasta en "la lucha", como él dice y se vanagloria, sino que lo derrocha en puticlubs de Málaga ¿?

"Si me engañas una vez, es tu culpa, pero si me engañas dos, la culpa es mía" ¡¡ PAM !!

Creo que esta pequeña trama sólo ha servido para intentar demostrarnos que Faruq puede ser peligroso si se lo propone (cuando no pierde el tiempo con las amiguitas de su hermana), y que no permite que se le suban a las barbas (nótese la ironía). El personaje ha sufrido tantos altibajos desde el segundo capitulo, que se está mermando su credibilidad. Y este asesinato es también una excusa de guión para seguir alargando un poco más la búsqueda del joven Abdessalam, algo que si no me equivoco y no me sorprenden, quedará abierto hasta final de temporada.

Después de haber tomado protagonismo la semana anterior con su nuevo arranque de locura, el personaje de Elia Galera ha desaparecido (al menos de momento), y eso es un punto positivo. También ha desaparecido Rut, la hija de Fran, de la que sólo hemos sabido a través de llamadas teléfonicas. Lástima que en el capítulo anterior le robasen su momento de gloria, porque ya no sé cómo ni dónde la van a ubicar. Y de Alfi poco hemos sabido, pero... ¡Glups! Ha sido suficiente.

"Yo no maté a tu hijo"

Dejando de lado las incoherencias del asunto, que las hay (sobretodo el tema de las fotos del concierto que hay en Facebook y que la policía no investigó), la confesión abre una nueva vía argumental: a Alfi le pagaron para que cargase con la culpa porque era menor y por ello evitaría la cárcel. Si eso es cierto, ¿quién mató a Alberto?

Como siempre, Jose Coronado ha sido el que me ha aportado mayores alegrías, convirtiendo de nuevo a su personaje en el protagonista de los mejores momentos. Desde que descubrió la tapadera de su jefe, ha hecho gala de un cinismo encantador. La relación entre Fran y Morey, que en principio estaba repleta de recelos y sospechas, ha derivado en algo diferente sin perder ni un ápice de la química que han tenido siempre. Tres ejemplos de ello:

"Mire, lo más raro que ha hecho esa chica ha sido acostarse con usted...", le dice Fran, arrancando una leve sonrisa a su jefe, cuando éste insiste en sus sopechas sobre Fátima. Más tarde, están en comisaría hablando sobre Driss, que ha sido detenido por el robo en el Centro Cívico, y aparece Fátima a lo lejos. Con su habitual sonrisita, Fran le suelta:

"Creo que tiene visita... El chico, no usted". Ja. Ja. Ja.

Y mientras están hackeando los ordenadores, Morey le muestra una vez más su arrogancia intrínseca, lo que les lleva a este corto pero tronchante diálogo:

-"A nosotros nos entrenan para desconfiar de todo el mundo", vacila Morey.

-"Pues vaya mierda de trabajo..." Ja. Ja. Ja. (2)

Además de esos puntazos que aportan un tono cómico bien traído, acorde con la nueva situación de ambos personajes, los dos policías empiezan a establecer una leve empatía, y eso enriquece su relación. Pero en este capítulo también hemos tenido otro motivo para considerar a Fran un poco más adorable: saber que gracias a él Hakim se libró de un futuro trágico, y es que el joven policía lo es (policía) por la ayuda que le brindó su jefe en el pasado. La pena es que el chaval no escoge la mejor forma de agradecérselo, y no le hace ningún bien robando del armario de pruebas la pistola que Raquel utilizó contra Alfi.

Eso sí, a cambio Hakim se lleva un beso reconciliador de su compañera.

Y poco más que decir, aunque seguro que se me quedan cosas en el tintero. Como anécdota, hemos confirmado lo que escribí cuando la avergonzante escena de top-less en la terraza de Fátima: su hermano Faruq y su amiga Pilar, que por entonces cruzaron mmmmmiraditas, hoy han dado un paso más, aunque si no me equivoco, lo han hecho dando a entender que entre ellos ya había algo previo. Pfff, da igual, poco relevante...

En resumen, un capítulo más en el que avanzamos poco a poco en varias de las tramas abiertas (la lucha del CNI contra la yihad; la posible implicación de Fátima y las consecuencias personales de que Morey la considerase sospechosa; la búsqueda de Abdu); capítulo que también nos abre otros frentes (el renovado misterio sobre la muerte de Alberto, hijo de Fran; el posible reclutamiento de Driss para un nuevo atentado; la carta falsa de Abdu y lo que la familia haga al respecto, esa escena final en la que López aparece filmando el encuentro de su compañero Morey con Fátima)... Podríamos decir que no ha sido uno de los buenos, pero tampoco ha sido el peor. Supongo que hasta la recta final de la temporada, esto tiene que ser así: un capítulo genial, dos capítulos regulares.

De momento la audiencia no se resiente. Dentro de su propio ranking personal de 7 capítulos, En el filo de la navaja se coloca 3º en número de espectadores, y 2º en cuestión de share.

Merecido o no, es otro tema.