'Glee' ha vuelto a demostrar, en el primer episodio de su segunda temporada, que es una de las series más esperadas por el público americano. Así lo confirman los 12 millones que registró el pasado martes y que contó con el apoyo masivo del público joven al anotar 5,6 puntos de rating y un 15% de share en este segmento de espectadores tan codiciado por los anunciantes. Los premios recibidos y la fuerte apuesta promocional de la cadena FOX han vuelto a funcionar al unísono.
Había una gran expectación por ver desde dónde iban a retomar esta segunda tanda de episodios, tras una primera temporada que nos dejó a muchos con la boca abierta y que contó con el apoyo de espectadores muy alejados de series musicales de televisión. Por este motivo Ryan Murphy, creador principal de 'Glee', ha decidido no hacer experimentos y mantiene las señas de identidad de la serie, aunque en mi opinión haya cometido errores; algunos de carácter menor y otros no tanto. En general fue una Season Premiere bastante buena, pero en la que eché de menos algunas cosas que esperaba. Ésta es una de las características más propias de 'Glee', que siempre se maneja en un peligroso equilibrio entre lo puritano, lo educativo y lo ácido.
Separo en este análisis la parte musical de la parte del guión para analizar el capítulo desde una perspectiva más completa.
Música.
Es, como siempre, lo mejor del capítulo. Los productores musicales saben lo que hacen y encajan las canciones allí donde se puedan lucir mejor. Los chicos rompieron el hielo con "Empire State of Mind" rindiendo un merecido homenaje a Nueva York, ciudad que acogerá el campeonato musical este año para los chicos de "New Directions". El dueto entre Rachel y la nueva aspirante al coro estuvo impecable y la canción de despedida, también de la gran Lea Michelle, puso el broche de oro musical al capítulo. No estoy tan seguro de la idoneidad vocal del nuevo aspirante, ya que se parece demasiado al estilo musical de Finn (Cory Monteith) y no creo que se necesiten voces nuevas para lucir las canciones. Por eso me he alegrado bastante cuando la nueva chica se marcha, en el último momento, al grupo rival "Vocal Adrenaline". Hubiese sido un error gigantesco incluirla en el coro protagonista. Las voces de ahora están equilibradas y cubren casi todos los registros que demanda una serie como 'Glee'.
No soy de los que se compran las canciones ni de los que iría a ver un concierto de los actores, pero el sonido, su ajuste en el guión y el playback están acoplados de un modo excelente y a la altura de los musicales más famosos que se han llevado a la gran pantalla.
Tramas y personajes
En este apartado he detectado algunos huecos. La excesiva presentación del personaje de Shannon Beiste, nueva y ruda entrenadora del equipo de fútbol, me ha parecido innecesaria para tratarse de un inicio de temporada. Se le ha dado más importancia de la que merecía en detrimento de otros personajes, como el de Emma. No entiendo por qué han prescindido de la orientadora escolar más obsesiva que se haya conocido en televisión y que no hayamos visto ni una sola escena de confrontación con Will tras su ruptura en la primera temporada. Imperdonable, el mayor error del capítulo. En consecuencia, Will se ha mostrado más soso de lo habitual, sin una historia propia dentro del capítulo. Una irrelevancia muy notoria para tratarse del protagonista de la serie.
En cambio la vuelta de Queen como animadora y su pelea con Santana ha sido un acierto y un giro que todos deseábamos. El duelo de gatas debería tensarse aún más y ojalá disfrutemos de nuevo con esta rivalidad entre las chicas uniformadas, un recurso inagotable para series de instituto. Tengo que destacar (no me cansaré nunca) la gran interpretación de Lea Michelle que es capaz, sólo con sus gestos, de mostrarnos al personaje de Rachel en su totalidad. Su traición a los principios éticos del coro ha estado muy bien llevada durante todo el capítulo, y ha sabido dar una vuelta de tuerca más a este complejo personaje, columna vertebral de la serie.
A pesar de que el episodio ha superado con buena nota este primer pase, me hubiese gustado un punto más de acidez y de frases políticamente incorrectas, que fueron una de las señas de identidad de la pasada temporada. Merece una especial atención la dulcificación del personaje de Sue, de lo que ya vimos una sutil muestra con el apretón de manos de la pasada Season Finale entre ella y Will (que obedeció más a presiones de asociaciones de neocons de la cadena FOX que a decisiones de los guionistas). El personaje de Sue Sylvester es bueno porque es original y sobre todo porque nos hace reír con tanto descaro incontrolado. No digo que no haya tenido alguno de esos momentos en este capítulo: el enfrentamiento con la nueva entrenadora o su opinión sobre por qué nadie se inscribe en las audiciones del "Glee Club" son dignas muestras del espíritu de Sue Sylvester, pero queremos más y peor maldad. Es un personaje despiadado y así debe continuar.
Las series que llevan la etiqueta de programa revelación cargan con un equipaje muy pesado y que, como en casi todos los casos, acaba por volverse en contra cuando las audiencias empiezan a decaer y los premios comienzan a padecer amnesia prematura. 'Glee' debe hilar fino para no caer en la trampa y mantenerse fiel a su espíritu. Es una lucha a contrarreloj ya que la trama central de la serie se puede agotar en un par de temporadas. De momento ya tenemos una Season Premiere con una calidad notable, pero que tiene margen para mejorar. No todas las series pueden decir lo mismo.
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