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Bree Van de Kamp: "A mi marido le gusta ponerse pinzas de metal en los pezones, ¡hurra!"

Jueves 29 de Julio de 2010 13:18
 

Nadie expresa mejor el sufrimiento que Bree Van de Kamp, uno de los personajes principales de la gran serie 'Mujeres Desesperadas'. Y es que Bree no ha hecho otra cosa que sufrir a lo largo de sus seis temporadas. En ningún momento ha sido feliz y si lo ha parecido en algún instante, Bree ha recibido un nuevo mazazo y ha vuelto a su eterna insatisfacción vital. Perfeccionista extrema aunque fría y sensible a partes iguales, ha tenido un recorrido fascinante en la serie, pasando de esposa que vive en un "anuncio de detergente" (cito a Rex, su primer marido), a viuda alcohólica o la madre que no duda en dejar a su hijo en mitad de la autopista. Sólo con ver su presentación en el piloto de la serie ya se aventura todo lo que Bree podía dar de sí: "Devolvedme la cesta de las magdalenas" le espeta a Paul Young aún sin recuperar tras la muerte de su mujer. Sólo Bree puede decir algo así en un velatorio. Nunca se queda callada salvo cuando se trata de sus emociones, autocensuradas a lo largo de toda la serie. Armada e inteligente, nada pasa desapercibido a su alrededor, compuesto a base de costumbrismo creado a medida.

En la redonda y primera temporada conocimos a la Bree más pura, la que actúa como la esposa perfecta, la que sonríe mientras su matrimonio se viene abajo. Descubrir que tu hijo es gay y que tu marido tiene unos gustos sexuales muy alejados de lo que se atribuye para una pareja de republicanos tradicionales es algo difícil de superar. Pero Bree, valiente donde las haya, lucha por su familia hasta el final a pesar de los desaires de Rex, que llevan a Bree a llorar en soledad en el baño en una escena que será recordada siempre por los fans. Su entereza vive un gran momento al final de la primera temporada cuando le comunican por teléfono que Rex, su primer y único amor hasta esa fecha, ha fallecido. La pelirroja de Wisteria Lane sigue a lo suyo limpiando la cubertería de plata, pero sabe que nada volverá a ser como antes tras la muerte del "cabeza de familia", tal y como le llamaba ella. Al final de esa escena Bree acaba agarrada a la mesa en un momento único en la historia de 'Mujeres Desesperadas'. Era la señal de que había dejado atrás, y para siempre, el anuncio de detergente.

Bree Van de Kamp:

Tras la pérdida, Bree vivió su particular duelo a través de botellas de vino y vodka en medio del suicidio de George, culpable de la muerte de Rex por envenenamiento. Durante esta esquizofrenia afectiva y tras la penúltima jugarreta de Andrew, su hijo rebelde, decide ingresar en un centro psiquiátrico por voluntad propia. "Vengo aquí porque estoy a punto de sufrir una crisis nerviosa". Otro gran momento de la señora Van de Kamp. En ese centro conoció a Orson Hodge, quién sería su segundo marido y quién nos regalaría muchos de los grandes momentos de la también excelente tercera temporada. En el capítulo de su boda, los policías le detuvieron para identificar un cadáver que, al parecer, correspondía al de su ex esposa. La infelicidad eterna volvía a estar servida. Esta relación no podía encajar mejor con el espíritu de Bree. Al fin había encontrado alguien con quién poder manipular, mentir y seguir manteniendo las apariencias. Pero las continuas crisis pusieron a la pareja en el límite, llevando a Bree a cometer, nada menos, que adulterio. Al final de la sexta temporada Orson la abandona y se queda, nuevamente, sola. Tranquilos, sabrá salir adelante.

Bree Van de Kamp:

En su relación con las demás desesperadas, Bree ha brillado especialmente en las ocasiones en las que ha tenido que dar réplica a Lynette. Dos grandes personalidades y dos grandes mujeres que se han enfrentado en infinidad de ocasiones. ¿Cómo olvidar el desfile de botellas vacías que la señora Scavo dejó en la casa de Bree? Insuperable. Son incompatibles en muchos aspectos y eso ha provocado situaciones que las han llevado al cruzar muchas líneas rojas, como cuando Bree azotó a uno de los hijos de Lynette por mal comportamiento. Nada detiene a Bree van de Kamp. También vivió grandes escenas con Katherine, su alter ego en la cuarta temporada, y que tambaleó su reinado de recetas de cocina y limpieza exhaustiva del hogar. Pasaron de ser enemigas a cómplices en el capítulo del tornado, uno de los más vistos de toda la serie, y que con una simple mirada sabíamos que se iban a ayudar la una a la otra en los momentos difíciles.

Bree Van de Kamp:

Ante todo Bree es una superviviente, una luchadora infatigable que ha superado todos los baches a los que se ha ido enfrentando: la pérdida de su nieto, la cleptomanía de Orson y posterior confesión de haber atropellado a Mike, la cesión de su negocio... Todo es poco para Bree que, aunque desgraciada, siempre encuentra un momento para tragar saliva y lanzar una sonrisa que podría dejar helado a cualquiera. Tan solo una actriz como Marcia Cross, nominada al Emmy por este papel, puede interpretar un personaje multidimensional al estilo Bree, único en su especie. Le ha dado vida propia, una existencia independiente; ha confeccionado un acervo de gestos y miradas, un lenguaje imprescindible en un papel tan interno como el de Bree, ofreciendo un personaje complejo y apasionante, lleno de sombras y aristas por descubrir. Lo ha hecho, en definitiva, real para todos los que adimiramos esta serie.

"Lo contrario al amor no es el odio, es la indiferencia y si aun me odias significa que todavia te importo"

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