"True Blood", cierre magnífico para una irregular 4ª temporada

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Ya llevamos 4 temporadas a la espalda. Más de 40 capítulos para una serie que se ha hecho mayor, y que cuenta con una audiencia fiel de más de 5 millones de espectadores cada semana en HBO (unos datos espectaculares para tratarse de una cadena de pago). No somos pocos los seguidores de la serie. No somos pocos los que disfrutamos con las altas dosis de sangre, sexo y mala leche que desprende por los cuatro costados. Pero sí que somos pocos los que nos atrevemos a criticar a True Blood cuando las cosas no van bien. Ya lo pronostiqué en la Season Finale de la tercera temporada, y parece que así ha sido.

Esta 4ª temporada ha sido una temporada floja, donde la trama ha tardado en arrancar demasiado y donde las historias secundarias eran tremendamente soporíferas (más aún de lo que nos tienen acostumbrados). Eso sí, para no dejar mal sabor de boca, los responsables han sabido crear una traca final impresionante, y han elaborado la que probablemente sea la mejor Season Finale de toda la serie.

El piloto nos situaba en ese mundo de hadas/trolls/orcos de Moria en el que sólo existían los efectos especiales de hace 10 años y en el que Sookie tenía más cara de asco de lo habitual. Al volver, nuestra camarera había perdido un año en el mundo real, habiendo pasado solo unos 20 minutos en el mundo de las hadas/trolls/orcos de Moria.

Y a partir de aquí, empieza todo. El tema central de esta temporada ha sido la guerra vampiros-brujas, con una tía de Harry Potter muy españolizada (aunque alguna clase más de español no habría venido nada mal) que se hacía llamar "Antonia Gavilán de Logroññññño".

Sí, ha sido interesante, y Marnie y Antonia han dado momentazos juntas (enorme la aparición de ella(s) en la conferencia por la tolerancia a los vampiros), pero la trama se ha desarrollado tan tarde que la primera tanda de capítulos ha sido flojísima. Aún así, han sabido arreglarlo y hacerlo bien. Cuando parecía que Marnie había desaparecido para siempre, se introduce en el cuerpo de Lafayette (que ahora es medium oigan), asesina a Jesús (lo siento, he pegado un bote de alegría) y al final es derrotada en conjunto por un escuadrón a lo Ángeles de Charlie: Tara, Sookie y Holly.

Hablando de Sookie, cada vez está más petarda. Bueno, es lo que la serie busca, y lo consigue con creces. Tras mucho ir y venir, tras estar con un Eric fuera de sí y tras filtrear aquí y allá con Alcide y Bill, decide quedarse sin nadie, y seguir ella solA llorando a su abuela. Murió en los primeros capítulos de la primera temporada, pero ella sigue ahí anclada en el pasado.

Respecto a las tramas secundarias, creo que han sido poco efectivas. Lo de Lafayette y Jesús no interesaba a nadie, y aquella historia hilada con la del hijo de Arlene me pareció un fracaso. Solo las historias de Sam y Alcide me parecieron interesantes. Jason tampoco ha estado a la altura, aunque su rollete con Jessica al final y su relación con Hoyt han hecho que su personaje gane enteros.

Y centrándonos en la season finale, hay varios aspectos importantes. Primero, diré que ha sido cojonuda. Y segundo, doy los detalles.

Tenemos a Bill y a Eric que acaban de asesinar a la Señora Flanagan. Por allá encontramos a Sam siendo atacado por lobos, y por acá tenemos al Sheriff (ya desintoxicado) iniciando lo que parece una relación con Holly. Y luego, los platos fuertes de la finale:

Todo apunta a que Russell Edington, el malo entre los malos, sigue vivo. Alcide encuentra las cadenas con las que fue enterrado en cemento al final de la temporada pasada, con un enorme hueco en el pavimento.

Debbie, la mujer lobo de Alcide, es asesinada a manos de Sookie; y la primera dispara a Tara en la cabeza, aunque apostaría un brazo a que la chica negra sigue viva, pues parece una herida (dentro de lo grave) superficial.

René reaparece para decirle a Arlene que huya y que está en peligro (?¿)

Y tenemos de vuelta, nada más y nada menos, que al reverendo Newlin. Sí, el dirigente de La Hermandad del Sol, convertido ahora en vampiro y dispuesto a hincarle el diente a Jason.

Lo que digo, una temporada bastante floja en general, pero que ha dado capitulazos, y ha firmado una final como pocas, con un montón de frentes abiertos y que supera con creces a la de la tercera temporada. Quizás haya echado en fatal un poco más de protagonismo de Pam, pero en general ha sido sobresaliente.

Ahora a esperar otro año, como siempre, para poder probar de nuevo las aventura de Bon Temps.