Ocho años. Son ocho largos años los que hace desde que aquella irónica y valiente cazadora nos dijera adiós (al menos, televisivamente hablando). Durante siete temporadas y 144 capítulos, Buffy Summers batalló cada semana, con ayuda de su fiel "Scooby Gang", contra horribles vampiros, demonios, dioses... e incluso sus propios amigos, sacrificando su vida por el camino un par de veces.
Última escena de 'Chosen', último capítulo de 'Buffy the vampire slayer'
Bridget y Siobhan son dos gemelas muy diferentes cuyas vidas cambiaron drásticamente por un trágico suceso seis años atrás: la muerte de Sean, hijo de Siobhan, por culpa de la imprudencia de una alcohólica Bridget. A partir de ese instante, todo contacto entre ambas fue completamente nulo.
Seis años después, podemos ver cómo Bridget intenta retomar las riendas de su vida. Consiguió dejar su trabajo como streaper y convertirse en camarera, y se unió a un grupo de alcohólicos anónimos. Sin embargo, unas acusaciones del pasado de prostitución y consumo de drogas obligan a una aterrada Bridget a colaborar con el FBI en un juicio por asesinato contra el mafioso Bodaway Macawi, del que Bridget fue un inesperado testigo. El pánico que embarga a Bridget le incita a huir desesperada hacia el único lugar seguro que conoce: la casa de su hermana Siobhan.
Bridget se reencuentra con Siobhan, seis años después
Ante el horror porque los hombres de Bodaway puedan encontrarla, Bridget sólo encuentra una solución: suplantar la identidad de su hermana, cuya muerte todos desconocen. Y es entonces cuando descubre que la perfecta vida de Siobhan no es tan perfecta: Siobhan se ha convertido en una arpía que disfruta con tener todo y a todos los de su alrededor bajo su control. "Siobhan siempre está jugando, y ella siempre pone las reglas", son las inquietantes palabras que el distante esposo de Siobhan le dedica a una anonadada Bridget. Siobhan ya no es la misma mujer que recuerda su hermana Bridget. Su matrimonio es prácticamente una pantomima, engaña a su esposo con el mejor amigo de éste y mantiene a su hijastra, con la que tiene una relación horrorosa, lo más alejada posible. A pesar de todo, Bridget sigue sin poder comprender por qué su hermana se suicidó, sobre todo ahora que había conseguido quedarse embarazada. La culpa por estar haciendo algo que la misma Bridget sabe que está mal, como es suplantar a su hermana, también le atormenta.
Pero Siobhan no es tan inocente como parece, ella también tiene sus propios "demonios". Por alguna razón, hay alguien que la persigue y que desea verla muerta, demostrando que hay algo muy oscuro en su pasado en lo que Bridget no era consciente que se metía cuando abandonaba su también complicada vida. Al final, se descubre que la presuntamente muerta Siobhan no estaba tan muerta como Bridget creía, y que ella misma había previsto que fuera suplantada por su hermana.
Bridget descubre que la vida de Siobhan no es tan perfecta como creía
El capítulo en sí tiene un ritmo algo lento y confuso en ciertas ocasiones. No obstante, no resulta pesado y cumple con creces al introducir la historia. Sin duda, toda una brizna de aire fresco en la más que encasillada The CW, en la que a excepción de 'Nikita' o 'The Vampire Diaries', rara vez nos sorprenden. Aunque destacable el poco acertado uso de los efectos especiales, en casos como las escenas que comparten las gemelas Bridget y Siobhan o la escena en el mar, en los que se nota un resultado no demasiado logrado. Quizá no llegue esta serie al calificativo de excelente, pero puede respirarse en este piloto mucho potencial, que se demostrará en las semanas sucesivas. En la parte interpretativa, sorprende la eficaz labor de 'Sarah Michelle Gellar', que desenvuelve más que correctamente en la difícil tarea de interpretar a dos gemelas, logrando que ambos personajes gocen de ciertos matices que las hacen muy diferenciables. Para cualquier fan de Sarah Michelle, disfrutarla por partida doble en esta serie es toda una grata experiencia. El resto del elenco consigue un resultado notable, sin destacar en exceso. Quizás al que más podría criticar es a Nestor Carbonell (el gran Richard Alpert en 'Lost'), al cual he percibido algo desaprovechado en este primer capítulo.
En conclusión, 'Ringer' ha conseguido mantenerse en este primer episodio dentro de mis expectativas. Quizá sea demasiado pronto como para calificarla como "éxito", pero sí es cierto que apunta maneras.
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