Hoy quiero dedicar una entrada a una de las mejores series que se emiten en EEUU, y que lamentablemente nunca ha tenido la popularidad que merece en nuestro país. Estoy hablando de 'The Closer', la serie estrella del cable en Norteamérica, que congrega verano tras verano a más de siete millones de espectadores.
'The Closer' es una serie procedimental policíaca al uso. No cuenta con una pareja con química (al estilo 'Bones'). Tampoco dispone de un sofisticado laboratorio forense (como 'CSI'). Y, sin embargo supera, en mi opinión (y sin desmerecer a las mencionadas), a la mayoría de las series policiales actuales.
¿Qué es lo que hace de ésta una serie tan especial? Sin duda alguna su mayor baza es el personaje de Brenda Leigh Johnson, la protagonista, interpretada por la gran Kyra Sedgwick, que ha recibido incontables nominaciones a los Emmy y los Globos de Oro por este personaje. Y es que la subjefa Johnson es un ser humano, de carne y hueso, con sus defectos y virtudes. Brenda es algo torpe, con una personalidad y una forma de vestir muy particular, y le cuesta mantener la concentración siempre que un dulce se le pone en el punto de mira. A esto hemos de añadir lo mal que se le dan sus relaciones sentimentales. Sí, Brenda Johnson tiene debilidades y temores. Pero, a la vez, es una gran policía y una gran persona, que se involucra personalmente en cada uno de sus casos y no se rinde hasta que se hace justicia, y no le importa la opinión pública. Es inteligente y sabe sonsacar información en un interrogatorio como nadie, sabe cuando tiene que felicitar a sus subordinados y cuando echarles un rapapolvo.
Que el personaje protagonista sea tan bueno puede hacernos pensar que los secundarios son personajes bastante planos, cosa que pasaba al principio en 'House', por ejemplo. Nada más lejos de la realidad. Los secundarios no son meros complementos al personaje de Brenda Leigh, sino que tienen una personalidad propia y definida, y juntos forman uno de los mejores equipos de investigación de la televisión.
Otro punto a favor de 'The Closer' es su versatilidad. Por un lado, es una serie puramente dramática, pues pocos procedimentales saben sacar tanto jugo a las historias que cuentan (aunque en 'Caso abierto' no lo hacen nada mal). Pero por otro, siempre podemos encontrar en ella tintes de comedia. Es más, en algunos capítulos, y sin abandonar la seriedad con la que se tratan todos los casos en esta serie, las situaciones son tan surrealistas (y a la vez, tan reales que asustan, como pasa en 'Mujeres Desesperadas') que uno no puede evitar ver el episodio con una sonrisa en la boca.
'The Closer' no inventa nada nuevo dentro de su género, pero desde luego sabe cómo explotar al máximo los recursos que este le proporciona. Sí, es una serie procedimental, pero esto no es sino una prueba más de su grandeza. Una serie puede emocionarte con sus protagonistas a lo largo de los episodios, pero esta serie es capaz de emocionarte en cuarenta minutos con unos personajes a los que acabas de conocer.
Con seis temporadas a sus espaldas, 'The Closer' muestra que se puede hacer una gran serie sin tener enormes pretensiones, cosa que ya hemos visto este año con el ejemplo de 'The Good Wife', con la que la serie de la subjefa Johnson guarda bastantes similitudes (como la elegancia y el perfeccionismo con el que desarrolla sus casos). No dudéis en darle una oportunidad si no tenéis nada que ver hasta que lleguen los estrenos de septiembre. No os decepcionará.
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