CAPITULO 26- PATITO FEO

DIAS MAS TARDES...

Estaba mal, no salía de casa, de la cama al sofá y del sofá a la cama, no le cogía el teléfono, a nadie, esto me estaba sirviendo para pensar, pero mi madre estaba muy preocupada, por mi, era más de una semana sin salir y claro. Ni siquiera había ido a despedir a Laura, y Alberto, habían venido a verme, y se habían ido, y no fui, ¡soy muy tonta!, pero no tenía ganas de salir, me sentía un patito feo, de repente todo se me vino a la cabeza, me acordaba lo mal que me trataban las chicas en el instituto, las amigas de Samuel, me acordaba de lo mal que estaba, y claro todo unido, me formaba un caos en la cabeza, me veía fea, creía que no servía para nada, que me vida era una autentica mierda. Creía que iba a tener que volver, a ese maldito tratamiento, no quería, ya me habían dado el alta, pero como siguiera así, iba a tener que volver, no quería volver al hospital, pasó mucho tiempo, pero tenía miedo de volver a recaer, nunca se lo he contado a nadie, nadie lo sabe, por miedo, a que me tomen por loca, pero era la situación que vivía, la que me hizo llegar a eso...

Carolina estaba muy preocupada por mí, me llamaba todos los días, pero yo no cogía el teléfono, Cristian igual, me mandaba mensajes, me llamaba, pero yo no le cogía el teléfono, en mi cama tenía el peluche que me regaló Samuel, estaba abrazada a él. Pensaba en ambos, en los dos, pero sobre todo pensaba en Samuel, en lo injusta que había sido el destino, por otro lado no quería perder a Cristian, lo quería, de forma diferente a Samuel, pero lo quería, de Samuel me gustaba su locura, y con Cristian era un amor más fraternal, como de hermano. Siendo sincera no quería perder a ninguno de los dos, pero a Samuel, ya lo tenía perdido, y a Cristian no quería perderlo, pero estaba tan mal que necesitaba un empujón

De repente sonó el timbre, era Carolina, quería que saliéramos.

- Victoria, arriba, o sales de aquí, o sales, tú decides.

- No quiero...

- Si yo me hubiera deprimido con todos los problemas que tengo, te recuerdo que estoy embarazada, te recuerdo que me caso en septiembre, te recuerdo que sí, estoy enamorada de él, pero tengo 18 años, no puedo seguir estudiando, me ha partido mi vida, ¿y que he hecho tirarme a llorar? No, salir adelante, vamos, hazlo por mí te voy a llevar a un sitio.

- En unos días, he perdido todo.

- Todo no, tú sigues queriendo a Cristian, el está loco por ti, vuelve con él, esta también regular porque te ve mal, vamos acompáñame, antes escucha esta canción Victoria, es de Ruth Lorenzo, se llama patito feo.

La escuché atentamente, y era una canción que me describía, perfectamente el estado que sentía ahora mismo, me tenía que venir arriba, como decía la canción "dispara palabras jamás me harán caer, sin lanzas tus llamas yo vuelvo a renacer, sé que puedo volar, mira como alzo el vuelo" y era lo que tenía que hacer, retomar mi camino.

NARRA CAROLINA

La madre de Victoria, me llamo, llevaba razón tenía que hacer algo por ella, la iba a llevar a comprar ropa, y si quería que se cambiara el look, la verdad, que el cabello lo tenía muy descuidado, que se peinara, y que se arreglara con Cristian, le tenía preparado una cita casual, pero ideada por mí.

Una vez que la convencí, salimos al centro comercial, primero la lleve a la peluquería, tenía el pelo muy largo y rubio, oscuro, y dijo que quería cortárselo, y ponerse mechas.

Cuando salimos de la peluquería estaba guapísima parecía otra, el pelo se lo corto, a media melena por los hombres con ondulaciones, y después se puso un rubio más claro, y se echó unas mechas color marrón, ella estaba cansada del mismo peinado.

La ropa fuimos a una tienda, y la convencí para que se comprara, ropa con escote, y faldas cortas, ella no se ponía ese tipo de ropa, ella era muy clásica, y ese estilo no le quedaba mal, y unos tacones, ella se ponía zapatos bajitos, y con los tacones estaba realmente bien. El día no pintaba mal, solo le faltaba la reconciliación con Cristian, e iba a llegar pronto, en ese instante le mande un mensaje a Jesús, "tráelo ya"

NARRA VICTORIA.

Una nueva Victoria había nacido, mi amiga me convenció y me cambié vestuario, peinado y todo, lo veía todo más claro, ya veía luz, debía seguir con Cristian, tenía que hablar con él.

Casualmente, aparecieron Jesús y Cristian, en el centro comercial, Carolina me decía que ella no tenía nada que ver, pero no la creía, cambio de vestuario de peinado y ahora esto, muy poco creíble, la verdad. Estuvimos tomando cenando y Jesús y Carolina, nos dejaron solos...

- Nosotros nos vamos, quedarse ustedes si queréis – dijo Carolina levantándose- hasta luego

- Bueno, pues ya estamos a solas, tengo que hablar contigo, creo que ya he tomado el tiempo suficiente para tomar una decisión.

- Dime, Victoria, sea cual sea dímelo, estoy preparado para todo. Por cierto no te lo he dicho, pero el cambio de vestuario y de peinado te sienta genial. Estas guapísima, bueno siempre estas guapa.

- Muchas gracias, lo que te quería decir, es que te quiero, que quiero seguir contigo, tú me haces feliz, estuvimos en Barcelona contentísimos, contigo me olvido de todo.

- - en ese momento nos dimos un beso- te quiero, te amo, me alegra que hayas tomado esta decisión.

Ambos terminamos, y nos fuimos para casa, no había nadie, mi madre no estaba, y aprovechamos, nos empezamos a dar besos, y de ahí fuimos a lo otro.

"Cristian, me empezó a besar, me recorría todo el cuello y todo el cuerpo, me quito la ropa poco a poco, yo se la quite a él, estábamos desnudos, la primera vez que dejaba encendida la luz, parecía como si ya no tuviera miedo, a que me vieran, me tendí en el sofá, y él se puso encima, seguía dándome besos por todo el cuello, yo en esos momentos solo sabia gemir..."

Pero en esos momentos llego, mi madre, mi madre no se lo tomo mal, se alegraba, pero el pobre de Cristian, le dio mucha vergüenza, mi madre no le dio importancia pero claro, nos había pillado...