Tragamos horas y hora de tele a lo largo de nuestra vida. De vez en cuando te llevas una agradable sorpresa y descubres un nuevo personaje que de repente te encandila, que llega como una bocanada de aire fresco y se convierte en uno de tus favoritos. Cuando parece que la presencia de Katherine Heigl es cada vez más simbólica, mi último gran descubrimiento es la doctora Arizona Robbins (me encanta este nombre), de "Anatomía de Grey", interpretada por la bellísima Jessica Capshaw. En este caso no se cumple el tópico ese de que las rubias son tontas (bueno en el caso de Izzie tampoco se cumplia). Esta es lista, y encantadora, y tiene su carácter. Y aunque no es relevante, señalar como mera curiosidad que es hija de la también actriz Kate Capshaw, esposa de Steven Spielberg, y a la que muchos recordaremos como Willie Scott, aquella loca e histérica pero divertida compañera de fatigas de Indiana Jones cuando éste se metió en "El templo maldito".
Los más cinéfilos y adictos a las series recordarán a
Jessica de su paso por algunos títulos como
"El abogado",
"Minority Report" (dirigida por su padrastro
Spielberg) e incluso otros tan conocidos como
"Bones" o
"Urgencias", en la que tuvo una pequeña intervención en un episodio. Los más rezagados la hemos descubierto ahora como la dulce y simpática
doctora Robbins, nueva cirujana de pediatría del Seattle Grace.
Arizona siempre ve el lado bueno de la vida y tiene una sonrisa permanente grabada en su rostro, incluso en momentos como aquel en el que el padre de
Callie Torres deshereda a su hija por mantener una relación homosexual con la rubia, una circunstancia que habría podido sacar los nervios a cualquiera y en la que ella podría haber pensado "tierra trágame". Aunque también la hemos vista enfadada en algunas ocasiones, en las que su novia ha podido sacarla de sus casillas con sus locas ideas, porque la traumatóloga es a veces un poco exasperante y demasiado impetuosa, lo que choca con el carácter afable y tranquilo de nuestra rubia. En la última temporada emitida en Cuatro la hemos dejado enseñando a su gran amiga, la
doctora Bailey, la importancia de la pediatría, lo que ha dejado a
Miranda en una situación en la que se está replanteado su brillante carrera de cirujana. La hemos visto por primera vez en la quinta temporada, pero llegó para quedarse. Un gran acierto, porque lo que es a mí me tiene bastante encandilada.
¿Y por qué nos gusta tanto la pareja Arizona-Callie? Lo primero de todo porque son muy guapas tanto la una como la otra; porque Callie está entradita en carnes y ha demostrado que no hace falta estar escuálida para ser muy sexy, SEXY con mayúsculas, y porque hay una química entre las dos que va más allá de lo meramente profesional. Y nos encanta porque la mala leche de Callie se compensa con creces con una dulzura de Arizona que nunca podría llegar a ser empalagosa.
En fin, que esta pequeña reseña sirva para que, cuando por fin comience en Cuatro la sexta temporada de "Anatomía de Grey", no le perdáis la pista a nuestra nueva rubia favorita.