Al césar lo que es del césar, ayer "El Hormiguero" me encantó. He dicho muchas veces que Pablo Motos anda últimamente bastante insoportable. Bueno quizás insoportable es una palabra demasiado exagerada, pero es verdad que a veces da la impresión de que el éxito del programa se le ha subido un poco a la cabeza y cuando quiere ser más protagonista que el invitado de turno, pues no hay quien le aguante. A veces no se por qué sigo viéndolo, pero es que a esas horas no hay otra cosa que me guste, así que si tengo que elegir entre Motos, Risto Mejide, o Wyoming, pues prefiero soportar un poco al pelirrojo. Con Wyoming la verdad es que me aburro, y Risto Mejide me supera. De la opción que me da Antena 3 ya mejor ni hablemos.
Hay ocasiones en las que se pasan por el plató invitados a los que hay que sacarles la información con sacacorchos. Son demasiado tímidos y es muy difícil conseguir que participen de las bromas de Pablo y compañía. Cuando no se puede pues no se puede, y muchas veces no se dan cuenta de ello. No hay más que ver las diferencias de carácter de Will Smith o Hugh Jackman que estuvieron muy participativos, con las desastrosas apariciones de los protagonistas de "Perdidos", que los pobres no sabían ni donde colocarse Se les notaba muy retraídos, y ahí no se supo sacar partido a una charla que prometía ser interesante.
Y cuando el invitado tiene en su cuerpo la misma guasa que Pablo Motos, como ayer era el caso de Joaquín, jugador del Valencia, pues te acabas riendo bastante. Ahí llegó él, con esa sinmpatía que le ha caracterizado siempre, a contarnos que para vacilar una vez en un avión, se fue al baño y disfrazó de submarinista, con aletas y todo; el equipo viajaba hasta Madeira y toda la prensa había dado mucho la tabarra con que la pista del aeropuerto de la isla empezaba y acababa en el mar, lo que hacía que el aterrizaje fuese un poco complicado. O cuando contó que Lopera le mandó una vez a Albacete, para meterle presión cuando estaba a punto de fichar por el Valencia, y se perdió por el camino. Cómo bien dijo "por lo menos me regalaron un jamón y un queso que mi hermano pudo vender en el bar". Estuvo genial. Con la entrevista, con los experimentos de Flippy, con el efecto mariposa de Marron, y hasta con las frases de niños. Un fiera este Joaquín.
Felicidades a la gente de "El hormiguero" cuando tuvo la feliz idea de invitar a este futbolista al programa. A veces meten la pata y el visitante es un hueso duro de roer, y en otras ocasiones Pablo Motos se pasa de guasón y graciosillo y te rayas un poco. Pero ayer no se sabía quien era mas gracioso de los dos, así que el programa quedó bastante divertido.
AQUI tenéis un video de la visita de ayer.
Por cierto, creo que el jueves el programa recibe a Los Morancos. Puede ser otra noche cuando menos interesante.