Sin Duque sí que puede haber paraíso

A veces me pregunto por qué digo que voy a hacer una cosa y luego hago la contraria. Ayer por la noche me disponía a ver la primera entrega de lo nuevo de "Pekin Express" y en un momento dado se me ocurrió cambiar de canal a ver que tal eran las nuevas incorporaciones de "Sin tetas no hay paraíso". Reconozco que me piqué como una tonta.

La verdad es que "Pekín", que es un fantástico programa, no me terminó de convencer mucho, y sólo lo vi a ratos. Las parejas no me han terminado de entrar por los ojos como me pasó con las del años pasado. Quizás por eso me puse a enredar con el mando a distancia. No se si es porque sin Paula Vázquez no es lo mismo; y ojo, que Raquel Sánchez Silva me gusta mucho, pero ya no es igual. O porque la ruta es diferente (una tontería lo se, pero trato de buscar una excusa que me crea yo misma), o porque las parejas de este año ya no se están enfrentando a lo desconocido y le hace perder un poco la gracia. A ver si el próximo domingo termino de hacerme con esta segunda edición.

Luego me pongo a pensar en lo tonta que soy, porque si no veo "Sin tetas" en el momento de su emisión, al día siguiente puedo hacerlo en la Web de Telecinco, o en cualquier página de descargas. Pero no. Tenía que engancharme a una serie que nunca había visto de manera regular.

La temporada empieza con una Catalina en la cárcel esperando la sentencia al recurso que ha presentado para intentar salir de allí en libertad bajo fianza. Cuando le deniegan la condicional, y se encuentra con una compañera de celda que parece que le ha estado haciendo la vida imposible, no se la ocurre otra cosa que intentar suicidarse cortándose las venas. Una vez en la enfermería aparece un misterioso personaje que ofrece a Catalina un trato para salir de la cárcel. Al final de episodio vemos que, en contra de lo que habíamos creído al principio, no ha sido Jessi quien ha movido hilos para sacar a Catalina de la cárcel, sino que el trato con el hombre misterioso consiste en que la joven investigue cuáles son las actividades de la pelirroja en su club de moda. Este club nos sirve de base para conocer a algunos de los personajes nuevos.

Primero aparece el misterioso Martín la Roca. Perdón. El guapísimo Martín la Roca. Como ya dije en un post anterior, este hombre me gusta más que el Duque. No es que haya aparecido mucho a lo largo del capítulo como para saber si va a calar mucho entre la audiencia, pero creo que promete bastante. Por lo pronto estuvo correcto, aunque no entiendo el afán ese por disimular su acento colombiano. ¿Para que traen a un extranjero si lo van a poner a hablar de una manera que no es la suya? La verdad es que el chico lo salvó como pudo, no le quedó mal del todo, aunque a veces sí que se le notaba un poco su procedencia.

Luego vimos al otro fichaje "estrella" de la serie. Guillermo Mejía, o el Gato. No me gustó nada. Tampoco entiendo por qué si es venezolano lo ponen a hablar con acento mexicano. ¿No habría sido más fácil que interpretase a un narcotraficante de su país? Ya se que un narco venezolano no tiene tanto interés como los colombianos o los mexicanos, pero para eso se hubieran buscado a un actor mexicano ¿no? Digo, habría sido más fácil, y me consta que en México hay también actores muy buenos. Y guapos, si era lo que buscaban (se me ocurren unos cuantos nombres). Por lo pronto me pareció demasiado forzado, lo que hacía que al final hablase de una manera un tanto extraña. Luego sus gestos no eran nada naturales. Al parecer el actor hace años sufrió una enfermedad que le produjo una parálisis facial y aún tiene secuelas, lo que hace que le veas algo raro en su expresión. Pero bueno, espero que con el tiempo lo pueda corregir, porque en este caso él no tiene la culpa. Habrá que darle un poco de chance en los próximos episodios a ver que tal va salvando los matices de su personaje.

Del resto de novedades, destaca Paquito, interpretado por Roberto Álvarez. Sí, el estirado banquero de "Ana y los 7" ahora es un traficante de estupefacientes un poco bestia que surte a todos los clientes del bar de Jessi. Y se enfrentará a Guillermo Mejía, que pretende quitarle el puesto.

Así a grandes rasgos, me pareció un capítulo un poco flojo, de transición más bien. Ha servido para presentarnos a los nuevos y para plantearnos lo que nos puede esperar en capítulos venideros. Porque no pasó casi nada más. Tiene algunos errores un poco garrafales, como por ejemplo lo de Vanesa, que no entiendo como una persona en cuatro años puede terminar el Instituto, rehabilitarse de las drogas, y plantarse en el quinto año de la carrera de Derecho; hasta donde yo se dura cinco años. Menuda superdotada nos ha salido la chica. Lo más bonito, ver el sufrimiento de Catalina por el amor perdido, y lo bien que le ha sentado el cambio de angelito a chica mala.

Por lo pronto la audiencia se decantó (bueno, vale, nos decantamos) por "Sin tetas". Aunque viendo como ha sido el primer episodio no se como responderemos al segundo. Lo comprobaremos el domingo.