Pon un poco de perejil en tu vida

Karlos Arguiñano. Llevo tiempo queriendo dedicarle unas líneas a este personaje tan curioso del mundo televisivo, un hombre que en casi veinte años de andadura televisiva se ha hecho con un imperio económico impresionante a base de cocinar mucho y bromear bastante más. Puede caer bien o mal, pero estamos ante la típica persona que nunca te dejará indiferente.

Hagamos un poco de repaso. Arguiñano, el cocinero de la tele, ese que no para de hablar mientras cocina, apareció por primera vez en nuestras casas allá por el año 1992 en un programa de TVE al que llamaron "El menú de cada día". Esa labia inconfundible y el cachondeo que siempre se ha traído en el programa le dieron un éxito sorprendente, y por ello recibió un ONDAS y un TP de Oro. Como premio a este triunfo, TVE amplió su espacio a los sábados con un espacio llamado "El sábado cocino yo", en el que enseñaba a cocinar a un invitado anónimo tal y como hace actualmente su hermana Eva en "Hoy cocinas tú". Más adelante su espacio diario cambió dos veces de nombre. "El menú de Karlos Arguiñano" y "La cocina de Arguiñano". Esto fue hasta el año 1998.

En ese año llevaba ya dos temporadas presentando su programa en Argentina, que se llamaba "Karlos Arguiñano en tu cocina", estando en antena desde 1996 hasta 2000.

Una vez que terminó su aventura en el continente americano, reapareció de nuevo en España, pero esta vez fue en Telecinco, también con el nombre que el programa ya tenía en Argentina. Durante un tiempo colaboraba con su hermana una vez a la semana haciéndonos los postres. Hasta el día de hoy sigue aguantando todos los días con sus recetas, además de contar con la colaboración del gran Juan Mari Arzak, que todos los viernes nos trae cosas muy curiosas a nuestra cocina, y con quien siempre se aprende algo útil.

Pero Arguiñano no es un cocinero común; a partir de sus éxitos en entre fogones se ha formado todo un imperio que abarca varias empresas. Además de su Hotel Restaurante que ya tenía en Zarauz, ha montado una escuela de cocina, y posee unos viñedos de txacoli y unos apartamentos. Y todo cuanto hace lo controla a través de su empresa, Bainet, dividida en tres secciones. Por un lado tiene Bainet TV, con la que además de encargarse de sus propios programas de cocina, lo hace de varios espacios de corte similar que podemos ver en varias cadenas tanto a nivel local como nacional. "Hoy cocinas tu", "Bricomanía" o "Decogarden" han salido de su factoría. A sus producciones televisivas hay que añadirle dos divisiones más. Por un lado está Bainet Editorial, que es la encargada de publicar todos libros de cocina del propio Arguiñano, de su hermana Eva o de Arzak. Y también está Bainet Zinema con la que produjo en su momento películas como "Airbag" o "Año Mariano", en las que el showman que nos ocupa tuvo su correspondiente papelito. Ademas Bainet es socio del grupo empresarial propietario de La Sexta. Y para rematar, desde este año 2009 es patrón del equipo Derbi de la categoría de 125 c.c. del mundial de motos, una afición de la que siempre que puede hace gala en su programa. Al final todo queda en casa. Control total y absoluto.

¿Pero qué tiene Arguiñano que lo ha mantenido en pantalla tanto tiempo? Pues básicamente dos cosas que mencionaba antes: su labia y su peculiar sentido del humor. Porque Arguiñano ya no es solamente el cocinero de la tele. Es un showman en toda regla. El 50% del programa que hace todos los días está formado por las parrafadas que nos cuenta de su vida y esos chistes que casi nunca tienen gracia, pero que cuando los cuenta se ríe tanto él solo que por lo menos tienes que sonreír un poco, aunque sea por seguirle la corriente. Porque bien se lo pasa, eso es innegable. Si no se riera tanto el solito el programa no tendría nada de gracia y sería aburridísimo. Él te está explicando las propiedades del ajo y seguro que tiene una canción o un chiste que hable del condimento en cuestión.

También hay que reconocer que en cuanto a la cocina propiamente dicha, del tema sabe un rato; los platos que hace son relativamente fáciles, o más fáciles de lo que se suele ver en televisión. Aunque con mucha razón el otro día mi madre decía que revolvía demasiado para hacer cuatro tonterías. Arguiñano hace, o trata de hacer, un tipo de comida "de andar por casa", apañada, platos que si te pones a intentarlo teniendo un mínimo de nociones de cocina te saldrán más o menos aceptables. Lo cierto es que ves sus platos listos para comer y, a parte de hacerse la boca agua a esas horas, te recuerdan muchas veces a esas comidas que te hacía tu abuela cuando ibas a comer los domingos. Aunque cada día es más difícil crear cosas nuevas y no repetir platos, este hombre trata de traernos siempre algo original aderezado con sal y pimienta, adornado con su inconfundible ramita de perejil y explicado con alegria y mucho sentido del humor. Y que siga muchos años. Que tal y como está hoy en día el panorama televisivo es muy difícil mantenerse.

Os dejo unos videos con los mejores momentos de este hombre. Es un claro ejemplo de lo que quiero decir.