No sé por qué todos los años me emociono tanto con la participación de España en el Festival de Eurovisión. Si año tras año sucede lo mismo y me llevo el chasco de turno. Gana una canción relativamente buena, y a partir del puesto número dos siempre están los mismos países. Los que más vecinos tienen. Lo primero de todo tengo que decir que me agobia mucho oír minuto tras minuto los comentarios de Uribarri. Es que durante el reparto de puntos es todo tan evidente que se te pone una mala leche del copón. Entre el uno que ya sabe lo que va a salir en las votaciones, y los demás que siempre votan a lo mismo año tras año, pues es que hace mucho tiempo que esto dejó de tener gracia. Eurovisión hace ya perdió la emoción por completo, y la verdad es que no sé de qué me extraño. El sistema de votación es muy injusto, pero siempre tengo la esperanza de que en el último minuto Europa vote con la cabeza y no con el corazón. La gente ya casi ni elige a la canción que más le gusta. Ya no digo que le den los puntos a la mejor, pero es que parece que ni siquiera se decantan por su favorita. Creo que el sistema debería volver a la fórmula antigua, y que se utilice el voto popular sumando el de todos los países y contándolo como un país más. Pero nunca de manera individual, porque año tras año los votos van a ir siempre a los mismos países, y siempre queda por delante de nosotros alguna que otra actuación más que patética aún que la nuestra propia en la que el intérprete en cuestión ha desafinado bastante.
De las dos actuaciones de España, que fueron bastante decentes, voy a decir que
tenemos que pensar en cambiar el chip de una vez. Pero cambiarle por completo, o ni nos comeremos una rosca en la vida. En el debate posterior al festival Mariola Orellana,
ante la pregunta que tantas veces no hacemos para saber qué hay que hacer para ganar de una vez, lo tenía claro y su respuesta fue inmediata y fulminante: lo que tenemos que hacer es cantar en inglés. Y yo estoy de acuerdo, y ya lo dije en un
post anterior cuando TVE estaba eligiendo al candidato. La interpretación de Daniel fue bastante buena las dos veces, tanto con espontaneo como sin él. Hay que reconocer que el tío es muy bueno y tiene muchas tablas, bastante mejor que el resto de candidatos que se presentaron a la preselección.
Pero seamos realistas, ha sido buena para nosotros, que nos sabemos la letra y la entendemos. Los europeos ni nos entienden, y además es que ya ni siquiera ellos cantan en sus idiomas oficiales. Ya casi todos utilizan el inglés para presentar sus propuestas y eso a priori puede ser una desventaja para nosotros, porque yo creo que
no estamos compitiendo en igualdad de condiciones. Puede parecer una tontería, pero Eurovisión nos está pidiendo a gritos un tema en inglés. Me repito en lo que dije allá por el mes de enero.
En Europa se habla inglés, nos guste o no, y ya va siendo hora de que nos pongamos las pilas y probemos nosotros también, aunque sea una vez para ver qué pasa. No creo que sea una tragedia ni que se acabe el mundo por intentarlo.
Luego también es verdad que TVE no pone nada de interés en Eurovisión, o lo pone cuando quiere o le interesa. Básicamente da la sensación que les importa una mierda. Primero ha puesto siempre la excusa de que las votaciones son en plan comadreo total y que nunca ganan los países del llamado Big Four, pero después de ver ganar a Alemania como que ya no sirve esa excusa. Al final la verdadera realidad es que gana el que es más o menos bueno y tiene algo verdaderamente impactante; y luego por detrás quedan más o menos los de siempre. Cuando haces una buena promoción y apoyas realmente al cantante también puedes subir unos puestos. El ejemplo más claro está en los años 2001 y 2002. David Civera casi ni tenía apoyo de TVE, pero era una gran canción para Eurovisión y él es un pedazo de artista, asi que quedó de los primeros. Al año siguiente Rosa, con una canción patética y una actuación horrible (siento ser tan clara, pero nunca me gustó ni Rosa ni su paso por el festival) también quedó bien porque tenía mucho apoyo detrás, y no de TVE, que recordemos que Gestmusic estaba detrás de todo; su promoción fue brutal y eso ayuda. De Rosa a estos años las canciones no han sido nada del otro mundo, hemos llevado unas puestas en escena que han dejado bastante que desear y al final hemos acabado pagando.
Por otro lado nuestra preselección de las canciones todos los años es una romería sin sentido, sin imponer unos criterios mínimos que den un poco de nivel y seriedad a las actuaciones, los cantantes y las canciones. Y así es imposible que los espectadores podamos elegir algo bueno entre cosas mínimamente decentes. Entre los Chikis, las Karmeles, y los Cobras, pues dan ganas de vomitar, ciertamente.
Por último, es cierto que el país ganador organiza el Festival al año siguiente, y eso cuesta un dineral. Pues si realmente eso va a suponer un problema para nuestro bolsillo casi es mejor abandonar como hizo Italia en su momento y dejemos de hacer el ridículo año tras año, que no nos lleva a ninguna parte.
En fin, que ha pasado un año más y seguimos sin aprender la lección.
Lo del imbécil que nos quiso sabotear la actuación para echarlo de comer aparte. A ver si la justicia noruega funciona mejor que la española y le meten un buen puro por idiota, porque es lo único que se merece. No es la primera vez que lo hace y ya va siendo hora de que alguien le pare los pies. Si llega a pasar algo así en España, los europeos nos comen.