Primero aviso a los que no hayan seguido la serie, y tengan intención de hacerlo algún día, que no deberían leer esta entrada si no quieren saber nada de nada. No he sido capaz evitar los spoilers, por lo que hay partes de esta entrada que hablan de la trama y desvelan algunos detalles de la misma. Pocos, y pequeñitos, pero los hay.
Uno de los temas más recurrentes utilizados por los guionistas en las series de televisión es el mundo sobrenatural, unas veces en tono de comedia y otras en una forma más rebuscada e intrigante. Me vienen a la mente series como "Embrujada", "Sabrina, cosas de brujas", "Los magos de Waverly Place", "Buffy cazavampiros", "Sobrenatural", "Entre fantasmas" o "Heroes", y todas tienen algo de fantasía en sus historias. Incluso en España nos atrevimos con una simpática Paz Padilla caracterizada como la loca de "Aladina", serie normalita que estropearon con una descafeinada Miriam Díaz Aroca. O más recientemente la sorprendente "¿Hay alguien ahí?". Pero mi favorita de entre todas siempre será "Embrujadas". Desde que allá por la década de los sesenta viésemos a Samantha Stephens mover su nariz para hacer sus travesuras y de paso traer de cabeza a Darrin, su paciente marido, han pasado por mis ojos muchas historias de hechicería o magia que siempre me han gustado mucho, pero creo que me quedo de largo con las hermanas Halliwell.
"Embrujadas" empezó en 1998 en Estados Unidos, justo en el momento en el que "Buffy" estaba en su mayor apogeo, y enseguida se convirtió en todo un éxito de audiencia, sobretodo durante sus tres primeros años. Con la partida de Shanen Doherty de la serie su audiencia bajó bastante durante la cuarta temporada, y aunque recuperó un poco el vuelo en el la quinta, ya no era lo mismo. Desde mi punto de vista, la historia, aún sin dejar de ser genial, perdió bastante de esa frescura y originalidad con la muerte Prue y la llegada de una Paige que al principio no nos convencía demasiado. Al final nos ganó poquito a poquito y en cienta manera pudo suplir el vacío que dejase su hermana mayor. En España pudimos disfrutar de la serie de manera más o menos regular, a pesar de los vaivenes a los que fue sometida por obra y gracia de Telecinco.
La historia de las hermanas comenzó en el siglo XVII cuando Melinda Warren, una bruja con el poder de la telekinesia, de parar el tiempo y tener premoniciones, fue descubierta practicando brujería y condenada a morir en la hoguera. En el momento en el que estaba a punto de ser quemada juró que su descendencia jamás sería destruida, y que ésta cada vez se haría más fuerte hasta la llegada de tres poderosas hermanas, "Las Embrujadas", a las que conocemos como Prue, Piper y Phoebe Halliwell. Y así, siglo a siglo, llegamos a la vieja casa de Penélope, la abuela de "Las Embrujadas" donde, jugando a la Ouija, Phoebe descubre en el desván "El libro de las sombras", que abre y lee en voz alta algo que hay escrito en su primera página. Esto provoca que los poderes mágicos de las tres chicas se desaten después de que su abuela se los hubiera contenido para protegerlas. El "El libro de las sombras" será su guía y maestro, mediante éste las hermanas obtienen sus poderes y comienzan el camino del bien contra el mal, un camino que les traerá muchas gratificaciones y muchas tristezas.
Así, irán aumentando en poder y también en conocimiento. Con la ayuda de Leo, su "Luz Blanca" (o para que nos entendamos, su Ángel de la Guarda), sobrevivirán a las situaciones más peligrosas y descubrirán multitud de secretos. Viajarán en el tiempo, volverán de la muerte, incluso Piper acabará casándose y teniendo dos hijos con Leo, y Phoebe enamorándose de un demonio, Cole/Belthazor, el más peligroso de todos los tiempos, el cual suprimirá su parte demoníaca y renunciará a sus poderes por el amor que siente por la bruja. El "Poder de Tres" es destruido totalmente cuando muere Prue y reconstituido después, con la llegada de Paige, la hija que, en secreto, tuvo Patty (la madre de las chicas) con su "Luz Blanca". Esta nueva hermana, medio bruja, medio "Luz Blanca", dará a las Embrujadas nuevas capacidades, que les ayudarán a sobrevivir sin la ayuda de Prue.
En mayo de 2006 asistimos a la conclusión de la serie después de ocho años de conjuros y demonios, con un capítulo final en el que Piper, con cincuenta años más y rodeada de nietos, lleva una vida más o menos normal al lado de Leo, con su propio restaurante; justamente lo que simpre anheló. Phoebe se casó con Coop, y encontró por fin el amor junto a sus tres hijas. Y Paige siguió con Henry, un policía con el que se casó y tuvo tres hijos, gemelas y un chico, y siguió con su carrera de guía blanco siendo así madre, esposa, tía, hermana y luz blanca.
Como dato curioso, comentar que la serie finaliza con la nieta de Piper cerrando las puertas de la mansión con la telekinesia heredada de su tía-abuela Prue Halliwell, poniendo así el punto final a la historia de "Las Embrujadas". Una tradición de la serie era que en la última escena de cada temporada, la puerta de la Mansión Halliwell era cerrada mágicamente, bien por las brujas o bien por demonios. Esta tradición fue iniciada por Prue al acabar el primer capítulo de la primera temporada y continúa en el momento final de cada una de ellas, hasta la ultima escena.
Dentro de mi ranking personal esta serie siempre estuvo entre mis predilectas. Fue una serie mágica. Supongo que en algún momento de nuestra vida, todos hemos deseado tener algún poder mágico, y esta serie nos hizo pasar buenos momentos dentro de cada una de nuestras fantasías personales. Es una de esas historias que no hacen que te rompas la cabeza con misterios extraños y teorías enrevesadas, pero que te ayudan a pasar una muy entretenida tarde de domingo.
No le doy un diez, pero sí recomiendo que le deis una oportunidad. Cumplirá vuestras expectativas de lo que supone disfrutar de una buena tarde pegados al DVD.