Efecto Rodolfo Vilches

Después de dejarme con la miel en los labios en el último episodio de la decimoséptima temporada, con la breve aparición del doctor, parece que nuestro querido Vilches ha vuelto a "Hospital Central" con fuerza; un 18,4% de share y casi tres millones de espectadores. No ha hecho los grandes datos de hace tres años cuando llegaba a los cinco millones, pero lejos de cansarnos, parece que por lo menos mantiene los niveles de la temporada anterior, que después de tiempo en antena no está nada mal.

El capítulo de ayer arrancaba en el mismo punto donde nos dejó el último de la temporada pasada. Esther y Bea cayendo de la cornisa. Que ninguna de las dos se haya matado en el acto me perece un poco peliculero, pero como esto es ficción me creeré que las dos se salvaron milagrosamente, aunque Bea al final murió, como era de esperar. El traslado de ambas al hospital, su atención y todo lo que rodea a estas situaciones sirvieron para introducir el capítulo. A partir de ahí vimos un montón de anuncios, por cierto, y ya empezó el capítulo con la cabecera de siempre, la cual no sería una mala idea renovar, que ya toca.

Una vez puestos en situación, y una vez confirmado que Esther estaba fuera de peligro y se iba salvar de una muerte casi segura, llegó el gran momento: la entrada triunfal de Vilches en el servicio de urgencias. Y digo triunfal porque entró como debe ser, como debe hacer el personaje que más odios y pasiones puede despertar entre la gente. Borde como la mayoría de las veces, y genial como siempre. Por lo pronto, nada más entrar por la puerta, y después de dar sus habituales cortes a su compañeros, ya se ha puesto en contra de Jacobo, ese médico nuevo tan trepa que no hay quien le aguante. Veremos como acaba la cosa, puesto que Jacobo ha empezado a maquinar su venganza contra Javier y contra el propio Vilches, y parece que Raquel será su primera víctima. No nos caía bien desde que llegó al hospital y creo que Vilches le ha calado nada más verle. Dará problemas.

¿Y que me decís del dúo Gimeno-Vilches? Entre lo loco que está el primero y lo borde que puede llegar a ser el segundo nos vamos a reír un montón. Gimeno es mi segundo personaje favorito. Vive en su mundo y ayer, en su última escena con Vilches no se le ocurre otra cosa que preguntarle que si tiene algo que ver con un celador y que si éste le ha enchufado en el hospital. Creo que con esta pareja nos lo vamos a pasar muy bien, por lo menos hasta que al bueno de Vilches se le agote la paciencia y le mande a freír monas.

Por lo demás el capítulo no estuvo mal. Como siempre, con mucha trama entre el resto de los protagonistas. Esther está a punto de morir por un hematoma en su cabeza y es operada de urgencia por Gimeno (estos médicos de hoy en día saben hacer de todo), mientras trata de recordar lo que ha pasado. La pobre de Claudia pierde a uno de los bebés que espera, mientras que Carlos, el papá de las criaturas, no es capaz de decirle que su propio padre acaba de morirse tras una crisis respiratoria. Vilches se encarga, a petición propia y para fastidiar a Jacobo, de operar el maltrecho brazo de Javier, aquel que perdió en el accidente de avión y que tuvieron que reimplantarle. Gimeno, como siempre en su línea, buscando a alguien que cuide de su perra Greta mientras él se marcha a un congreso médico, y pidiendo consejos a Raúl para ligarse a Claudia, de la que está enamorado.

Y poco más que contar. Como siempre, hay tramas independientes de personajes secundarios que van y vienen. Como la del matrimonio en crisis que se pone ha volar en parapente a motor y la mujer se estrella en una casa particular, donde una madre viuda no puede controlar a su hijo. La madre ésta se empeña en que se lleven al chico rebelde al hospital para ver si con un análisis de sangre consigue averiguar si ha tomado drogas. Al final descubrimos que la madre no iba mal encaminada, pero como la buena señora sigue a la ambulancia en un coche destartalado que el hijo tiene lleno de aerosoles (el hijo es grafitero), el trasto empieza a echar humo en la puerta de las urgencias y explota. De película.

No ha sido un mal episodio para arrancar una nueva andadura en la noche de los martes. Me ha gustado, no se me ha hecho pesado, algo que me podía esperar de una serie que lleva tanto tiempo en antena y que seguido de manera bastante asidua. ¿Qué la vuelta de Vilches es un revulsivo y le puede dar vida a la serie después de atascarse un poco las dos últimas temporadas? Puede. Pero lo que es innegable es que "Hospital Central" de momento está en plena forma. Tanto "Flashforward" como "Curso del 63" se han resentido un poco. Veremos qué pasa el martes cuando "Españoles en el mundo" regrese al prime time de La 1. Yo ahí tendré un dilema, porque me gustan tanto esta serie como el programa de viajes. Menos mal que gracias a la tecnología cualquiera de las dos se pueden ver en otro momento en las Webs de ambas cadenas.