Cristina vs. Dra.Yang

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Hay veces que hasta las personas más fuertes se hunden ante la adversidad más dura. Y nos sorprende bastante. Unas salen a flote en cuanto asumen que algo va mal, porque luchan con todas sus fuerzas para superar los malos tragos. Y superan los contratiempos bastante rápido. Pero hay otras que, aún siendo duras de carácter, se ponen encima una coraza muy dura que es complicada de atravesar y se quedan atascados, o dan pasos muy pequeños porque les cuesta bastante enderezar su vida. Mantienen una lucha consigo mismos.

Esto lo sabe Cristina Yang muy bien. Lo está viviendo en carne propia. Parece que Cristina está luchando contra la doctora Yang por un hueco en la vida. Y lo está pasando mal, muy mal. Recordaremos que Cristina fue la que quizás se llevase la peor parte de todo el tiroteo del último capítulo de la sexta temporada de "Anatomía de Grey". Sin contar con los muertos o con los heridos, claro. Ella le salvó la vida a Derek, pero lo hizo con una pistola apuntando a su cabeza, y eso es muy duro. Es muy difícil quitarse esa imagen de la cabeza, la de un desequilibrado apuntando a tu sien, mientras uno de tus amigos se desangra delante de tus narices. Es muy difícil no venirse abajo en ese momento y tener la suficiente sangre fría para no bloquearse y hacer bien las cosas. Ella lo consiguió, pero ahora está muy mal. Está pagando un precio alto.

La hemos visto arrancar la temporada viendo vestidos de novia en una revista mientras sus compañeros, especialmente Meredith, batallaba con el psicólogo para conseguir que le dieran el permiso necesario para operar otra vez. ¡Cristina pasando de una operación! Ella, que siempre peleaba con uñas y dientes por conseguir las mejores cirugías ¡estaba dando de lado a todo lo que se la ponía por delante! Por no hablar de la boda en el salón de la casa de Meredith, una bonita boda, pero demasiado sencilla para lo que es la doctora Yang. Y además fue una boda demasiado apresurada, como si la novia, en su estado de desconcierto, quisiera aferrarse a algo que la hiciera sentir mejor y más segura. Luego, efectivamente, la vimos meterse en la cama de Meredith y Derek (esa escena fue muy buena) porque tenía miedo a estar sola durante la noche (Owen estaba de guardia).

Uno de los mejores momentos que hasta ahora nos va dejando esta nueva temporada es, quizás, el momento en el que Cristina se queda bloqueada en mitad de una operación, la primera tras el tiroteo. Estrés postraumático en toda regla. Si nadie sabía como se sentía una persona en una circunstancia así, Sandra Oh, con una interpretación fantástica nos lo enseña. La vemos tirada en el suelo, con la cara llena de lágrimas y al borde del colapso. "I can't feel anything...". Una vez más Meredith tiene que ser la que acuda al rescate, tirándose a su lado, tendiéndole la mano para enderezar el miedo de su amiga y ayudarla a superar el bache. Mas adelante, en otra memorable escena, es capaz de explicarle a Derek que le pasa. No siente nada, pero es que tampoco se acuerda de lo que hizo cuando estaba operándole bajo tanta presión. Derek está en deuda con Cristina y se ha propuesto que salga del bache. Y Miranda también lo está intentando.

Aunque aparentemente no es la de siempre, sí que tenemos a Cristina de principio a fin con su pasotismo ante todo, por su estado de shock. Por primera vez se está enfrentando a algo que no conoce, a lo inesperado, a tener miedo cuando coge un bisturí. Está totalmente perdida y nos está enseñando por vez primera y de manera muy clara cuáles son sus debilidades. En el cuarto capitulo ya hemos podido ver como consigue avanzar un poco hacia la luz; empieza a reaccionar. Por ejemplo, se muestra impasible ante la decisión de Owen de comprar una vieja estación de bomberos como su futuro hogar en común. Vamos, que a la buena de Cristina no le gusta nada esta opción, pero mientras que la Cristina de antes habría puesto el grito en el cielo para evitarlo, la de ahora parece estar diciendo "me da igual". Al final reacciona y compra la casa porque sabe que a Owen le gusta. Poco a poco va haciéndose más humana, o mejor dicho, le va dando más importancia a las cosas que realmente la tienen, sin importarle si tienen que ver o no con la cirugía. Esta Cristina está muy bien, es bueno que sea mejor persona; este camino que está tomando es bueno. Pero que queréis que os diga, a mí me gustaba más la otra. La borde que me hacía reír con los cortes que le metía a sus compañeros. La que liaba lo que fuera necesario para conseguir ser la primera en todo. La de la mala leche. La que nos ha enamorado a todos con su fuerte personalidad. No se que pasará con ella, pero espero de verdad que esto sólo sea un bache, y que Shonda nos regale un mega episodio de esos que ella sabe hacer tan bien en el que una hecatombe como Dios manda nos devuelva a nuestra Cristina, o al menos una parte de ella.

Tengo que aprovechar el post para comentar algunos aspectos del arranque de esta temporada de "Anatomía de Grey". Por ejemplo Lexie. Lexie es, literalmente, la caña. Me encanta el camino que ha tomado el personaje. La hemos visto perder el control unas cuantas veces, con ingreso en psiquiatría incluido, para recuperarlo de nuevo con una facilidad increíble. Dice lo que piensa de todo, y de todos; "con un par". Y me ha encantado esta última semana, reivindicando su lugar como hermana pequeña de Meredith, y ver como ésta se lo ha dado, como corresponde. Me encanta esta Lexie.

Las que me están decepcionando un montón, y lo siento porque son dos personajes con mucho potencial que siempre me han gustado mucho, son Callie y Arizona. Me da la sensación, no se si lo compartiréis conmigo, que se han quedado demasiado estancadas. Sus conversaciones, siempre en torno a su relación, se están volviendo demasiado pastelosas. O mejor dicho, su relación me está resultando demasiado monótona. También estoy echando mucho de menos a Alex; tengo la sensación de que, desde que Izzie no está, está perdiendo peso en las historias del hospital. El Alex que estuvo a punto de palmarla está completamente desaparecido, muchas veces en detrimento de Avery, el nuevo sex-symbol del Seattle Grace. Madre mía como está el muchacho. ¡Si hasta se atreve a flirtear con la pobre Teddy! Por cierto a mí Teddy sí que me gusta mucho, pero le falta algo a su personaje para terminar de despuntar de una vez. Es verdad que hay veces que resulta sosa, pero no está mal del todo. Me gustaba la incipiente relación que tenía con mi Sloan. Lexie se lo dejo a Karev, que son los dos tan hiperactivos y tienen tanta mala leche que me encantan cada vez que se lían. La que no me gusta nada es April. No la termino de ver encajada en el grupo de médicos. No me cae bien. Y Bayley ¿qué pasa con ella? Su relación con el anestesista se ha ido al traste. Ha superado lo sucedido, pero no ha explotado tampoco. Le pasa un poco como ha Derek. Creen que ya están bien, pero no han reventado, no les ha dado ese momento de bajón que a todos nos da cuando pasamos por un mal trago. El día que ambos exploten se moverán los cimientos del hospital.

Y tengo que añadir que el dúo Mer-Der parece haber dado un vuelco total. Parece como si se hubieran intercambiado los papeles. Derek está perdido, o mejor dicho, parece que el disparo le hizo ver que la vida es un suspiro, y que debe aprovecharla al máximo, minuto a minuto. Y es Meredith la que tiene que poner un poco de cordura en su pareja. Bueno, en su pareja y en todos los del hospital. Porque de momento es la que está pendiente de casi todo el mundo. Los acontecimientos del final de temporada parecen no haberla afectado mucho, pero explotará. ¡Es Meredith! Aunque me gusta esta nueva Grey y sus momentos fraternales con Lexie.

Esto es "Anatomía de Grey" en estado puro. De momento su arranque de temporada es el que mas me está gustando de todos los que voy viendo hasta ahora. Aunque aún no me he metido con "Sin cita previa". Todo se andará.