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Dios salve a The Vampire Diaries: Final de la 2ª Temporada.

Sábado 14 de Mayo de 2011 18:45
 

Este mismo jueves se dio por concluida la segunda temporada de Vampire Diaries emitida a través del canal americano THE CW, de modo majestuoso y admirable, sin hacer que el espectador pierda el interés ni un solo segundo en las sangrientas tramas de Elena, Stefan y Damon. Más de 2.700.000 personas se rendían a los pies de esta brillante serie de vampiros para despedirse como es merecido y aguardar impacientes hasta el próximo septiembre.

Esta segunda temporada ha sido radicalmente diferente comparada con la primera. Se han acentuado mil millones de veces más las tramas sobre los chupa sangres y los hombres lobo, y se ha apartado significativamente todos los temas del corazón, o al menos, casi todos, conviertiéndose la serie en una especie de "Blade", con tramas dantescas, apocalípticas y enloquecedoras al más puro estilo "Buffy Cazavampiros". Muchos, no pudimos evitar sentirnos algo decepcionados por la variante que habia sufrido la esencia de esta serie, pero al fin y al cabo, es una serie, y esta crece y evoluciona, y digan lo que digan, su espectacular final, no ha decepcionado lo más mínimo. De ahora en adelante, analizamos los acontecimientos más importantes de este desenlace. Te recomendamos, que sí todavía no la ha visto, no sigas leyendo por nada del mundo. Es altamente perjudicial para tu salud. ¡Allá vamos!:

El penúltimo episodio titulado "El Sol También Se Levanta" se saldó con las vidas de Jenna, la tía y tutora legal de Elena y Jeremy convertida en vampiro en el mismo episodio, Jules, la licántropo que reclutó a Tyler en sus filas, y finalmente, John Gilbert, el padre biológico de Elena, que sacrificó su vida para devolvérsela a su hija Elena tras morir en el ritual que desató la maldición de Klaus, un híbrido de vampiro y hombre-lobo en cuyo ser conviven ambas habilidades.

Todo apuntaba a que Bonnie sería una de las víctimas de esta temporada, pero gracias a los cielos, no ha sido así. El penúltimo capitulo, cerraba gran parte de las tramas, y podría haber sido la conclusión perfecta, dramática y sensacional para la temporada, pero aun quedaban mucho cabos por atar para el capitulo final titulado "Mientras Agonizaba" en el que Damon, se enfrentaba a su particular juicio final tras ser mordido por Tyler y de este modo, firmar su sentencia de muerte.

Como bien dice el nombre del episodio, mientras Damon agoniza, Stefan busca desesperado el modo de salvar la vida de su hermano descubriendo, que solo la sangre de Klaus puede sanarlo. El vampiro original regresa a la ciudad junto a su hermano Elijah, a quien le ha prometido reunirle con su familia, pero él tiene otros planes y acaba asesinándolo. Stefan va en busca de Klaus y éste le propone un trato: le gratificará con su sangre solo sí el novio de Elena se une a sus filas para iniciar la conquista del mundo. Más por obligación que por gusto, Stefan accede al trato, forzado a beber litros y litros de sangre humana, y a generar a su primera víctima en Mistic Falls antes de huir junto a su nuevo camarada.

Katherine, liberada de la perpetua compulsión a la que Klaus la tenía sometida, es la encargada de llevar a toda velocidad la sangre del original a Damon descubriendo, una idílica escena en el dormitorio del vampiro entre él y Elena. Damon confiesa, nuevamente, su amor a la adolescente, y en esta ocasión, sin trucos, Elena le responde con un estremecedor beso.

Era más que evidente que no iban a acabar con Ian Somehalder (Damon) en la serie, ya que es uno de los ganchos, uno de los reclamos más importantes del producto juvenil, pero el giro del beso entre él, y la novia de su hermano menor ha sido toda una sorpresa que no dudo que se desarrollará de manera importante en la próxima temporada, así como la nueva identidad oscura y criminal de Stefan, transformado en lo que más odiaba de su propio hermano, y que posiblemente, se vea agravada, de algún modo, tras conocer la infidelidad de su amada Elena, a la que ha pretendido, de todas las maneras posibles, salvarle la vida.

Las impresiones no terminaban aquí, no. La repentina muerte de Jeremy, a manos de la sheriff Liz mientras perseguía a un moribundo Damon, madre de Caroline, por error, pone en jaque a gran parte de los protagonistas secundarios. Desesperada, ya que el anillo de la inmortalidad no funciona debido a que ha sido una muerte por causas humanas, Caroline le hace beber su sangre, pero el adolescente, ya muerto, no puede tragarla, por lo que Bonnie recurre, una vez más, a la magia. Reuniendo el poder de las brujas pasadas, éstas se niegan a devolverle la vida al muchacho como castigo a la bruja por abusar en exceso de su poder, y del de las hermanas muertas en la quema. Bonnie lo implora atormentada ante los ojos de Alaric que ve, como la vida del sobrino de su novia Jenna, fallecida, también se esfuma. Finalmente las peticiones de la bruja son aceptadas tras declarar el verdadero amor por él, pero las enfurecidas y encolerizadas antepasadas advierten que habrá serias consecuencias. Amenaza muy ambigua, y que presagiaba algo malo, fijo.

Esas consecuencias son las encargadas de cerrar de modo sublime, eminente, extraordinario, insuperable y soberbio el capitulo. En mitad de la madrugada, ciertas extrañas sensaciones despiertan a un nuevo Jeremy Gilbert que dice sentirse raro: hay alguien en la casa, pero sospecha que tan solo es Alaric, quien se ha quedado con él como compañía para la noche. Esas sensaciones se hacen cada vez más fuertes, aterradoras e...inmateriales. Atemorizado y alarmado, el joven baja hasta la cocina en donde se encuentra con las presencias espirituales de Vicky y Anna, sus dos ex novias, muertas a principios y a finales de la primera temporada respectivamente. Las consecuencias son reveladas: Jeremy ha adquirido la habilidad de la clarividencia. Es médium. Poder o maldición, ya lo comprobaremos, que ha conseguido tras rondar por el mundo de los muertos, y ser rescatado de él por su incondicional novia bruja.

Jeremy probablemente adquiera gran protagonismo, lo que me alegra enormemente, en la tercera temporada, y como seguidor de la serie, ya era hora de que le tocara algo más importante. Llega el momento justo de que la popularidad del joven Gilbert suba como la espuma, y que, por una vez, los problemas se centren en él, y no siempre en su hermana, cuyo futuro, sigue incierto tras la huida de Klaus, el perfecto asesino inmortal con quien no lograron acabar.

La nueva temporada, que llegará en Septiembre, pinta deliciosa, adictiva y entretenida. Todo, como siempre, multiplicado a la máxima cantidad, ya que Vampire Diaries es, personalmente, uno de los mejores productos americanos que existe a día de hoy.

Yo soy de esos que vive la serie como sí fuera uno de los protagonistas más. Taquicardias a mansalva, gritos a la pantalla y más lloros, llegaran muy pronto. ¡Dios salve TVD!

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