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Frases dramáticas, "Los Hombres de Paco", capítulo 5x21, "Héroes"

Miércoles 24 de Junio de 2009 05:49
 

Llegan nuevas frases en la serie de Los Hombres de Paco, del capítulo 100, titulado Héroes. Las frases dramáticas son las que ocuparán el cargo en esta ocasión. Una vez más, el componente dramático será más abultado que el cómico, puesto que el capítulo no ha sido demasiado enfocado hacia el género de la comedia, y lo ha sido más por el drama, acción e intriga. A continuación, procedo a exponer lo que ha dado de sí este capítulo en el apartado dramático.

Una voz en off de Sara, nada más comenzar el capítulo, es la primera escena de corte dramático que se presenta, mientras todos están festejando el poder haber detenido a Vittorio Palexe, un mafioso italiano de la camorra capolitana...

Sara: (voz en off) Mi padre no es un héroe. Lleva 23 años en el cuerpo y nunca le han dado una medalla, ni ha encajado un tiro, ni ha salido su foto en los periódicos. Y no es por falta de méritos ni de valor. Es porque mi padre es (se vio un flashback en donde Paco mantenía una discusión con algunos de sus hombres) un fajador, un tipo que trabaja en la sombra (se vio otro flashback, en el cual Paco apuntaba alarmado a algún sitio. Se mostraron más imágenes de Paco en donde disparaba una bala en la sala de tiro, disparaba hacia fuera de los cristales de su casa en pos de detener la marcha imparable de unos criminales para matarle a él y a su familia...) Él es un remolcador (otra imagen en forma de flashback mostró a Paco en una cancha de baloncesto, vestido de jugador de baloncesto, haciendo junto al resto del equipo compuesto por la mayoría de sus hombres, un gesto de apoyo, para que pudieran tener confianza en poder llegar a ganar el partido que estaban llevando a cabo) Y desde que llegamos a San Antonio... se echó la comisaría a la espalda (se vio otro flashback en donde Paco se llevaba su pañuelo a la boca en señal de angustia, era el comisario y era una responsabilidad muy grande)y la convirtió en nuestra familia (otro flashback se mostró, en donde Paco sujetaba en brazos a un bebé. Otra imagen mostró a Paco dando muestras de cordialidad con Aitor...) Una familia de la que tira con uñas y dientes. (una serie de flashbacks mostraron a Paco junto a Lola, Paco abrazando a Mariano, ambos disfrazados de médicos, otro abrazo de Paco pero en esta ocasión a Aitor, vestidos de ciclistas, a Paco muy afectado por la revelación de Povedilla de que le habían violado en la cárcel, un hecho ocurrido durante el caso Salazar, Paco abrazando a Lucas, muy emocionado este último...) Porque su familia..., los que somos de sangre y los que no... (…, a Sara abrazando a Paco desde detrás, en la corrala de su casa...), somos su vida. La vida de Paco Miranda. (…, a Paco muy emocionado y Lola contenta por su marido, a Paco llorando de lograr haber conseguido soportar una carga muy grande, a Sara mirando a Paco desde la lejanía, mientras este sonreía a su hija...) Mi padre. Mi héroe

Paco: ¡Eh, señores!

Mariano: ¿¡Qué?! (tuvo prácticamente que gritarlo, ante el portentoso ruido de gente que se oía por todo el bar de los Cachis, en donde se encontraba todo el mundo en aquel momento)

Paco: Que... Un momento (no se oía tanto a la gente, pero si lo suficiente como para que Paco no pudiese contarles lo que quería. La gente comenzó a callarse y Paco finalmente, pudo continuar...) Que ya sabéis que a mí me cuesta mucho lo que es hablar. Hace dos días (puso la mano encima del hombro de Mariano)..., Mariano..., Mariano y yo estábamos enterrados hasta... hasta el cuello (Mariano se dio unos pequeños golpes con la palma de la mano colocada en horizontal en su cuello, dando a entender hasta que punto estaban enterrados)..., esperando un milagro. El milagro no era otra cosa que... que poder... dar un paseo. O tomarnos un... un helado en... los italianos. Pero sí nos prometimos una cosa, ¿verdad?

Mariano: Sí, señor

Paco: Sí. Y es que... lo que es estar... tumbado en un sofá... a tomar por saco el sofá, se acabó, bien tirao (todo el mundo se mostró alegre y contento y empezaron a entablar palabras entre ellos), ¡a tomar por culo el sofá, y esta... (se señaló su barriga)hurrio, hurrio con la barriga, os lo juro, va-va, sh (dijo, llamando la atención de los presentes, que les estaban aplaudiendo y con el ruido no se oía lo que decía) ¡Y que voy a- y que voy a coger el toro por los cuernos, como tiene que ser

Mariano: Eso es, y las chavalas. Señores, que hemos decidido Paco y yo que vamos a rehacer. O sea, que Paco Miranda vuelve a estar en el mercado, ahí, el tigre de San Antonio (Paco hizo un gesto pasándose el dedo pulgar lentamente por la boca, como si estuviera para una pose para una foto en plan macarra. Todo el mundo aplaudió a Paco y Mariano, y en medio de todo aquel vitoreo, Pepa se acercó hacia el centro del bar, alejándose de la barra y de la gente, y pegó un fuerte silbido para que todo el mundo la escuchara)

Pepa: Pe-perdona, pe-perdón. (el personal allí presente observó a Pepa y mantuvo silencio) Que Silvia y yo queríamos anunciaros una cosa. Eh, Don Lorenzo... Su hija me ha pedido que me case con ella. Y yo he aceptado. (la gente aplaudió, contenta de que se casaran Pepa y Silvia) Pero-pero-pero espera, espera, que yo... le quería decir que a partir de ahora voy a hacer las cosas bien y como tiene que ser...

Don Lorenzo: Explícame una cosa... A ver,... (dejó una cerveza que tenía en su mano en la barra antes de comenzar a hablar) ¿hacer las cosas bien? O sea, para usted significa hacer las cosas bien... de pronto... pegar un grito aquí diciendo... "Don Lorenzo, que quiero... pedirle la mano de su hija", como si pidiera un bocadillo de calamares, ¿no? Vamos a ver... ¿Usted quiere... la mano de mi hija o... lo que quiere es que le diga dónde tengo yo... la mía? ¿Se lo digo? La mano de mi hija y la mía la tengo yo aquí,... (cogió la mano de Silvia y la colocó junto a la de Pepa, para que se entrelazaran mutuamente) junto a la de su prometida. (todo el mundo aplaudió una vez más, Don Lorenzo sonrió y abrazó tanto a Pepa como a Silvia. Paco abrazó a Pepa y posteriormente, en medio del clamor del público, Pepa y Silvia se besaron)

Curtis: Enhorabuena (abrazando a Pepa)

Pepa: Gracias (dijo en medio de una alegría inmensa)

Curtis: Niña, ponte unos calentitos y unas cañitas, que... (dirigiéndose a la camarera de los Cachis, Leo)

Leo: (interrumpiendo a Curtis. Llevaba una bandeja con diversos manjares) Ay, jesúuuu, que va, que va, que va. Señores, los pinchos y las cañas pa mañana, que yo tengo que cerrar, así que venga, desfilando, que no son horas (poco a poco la gente comenzó a marcharse del bar, hasta que solo quedaron Paco y Mariano, enfrascados en una risa de altos vuelos)

Mariano: Leo, corazón

Leo: Dime

Mariano: ¿Por qué no nos dejas las llaves y cerramos nosotros?, echamos nosotros el cierre, lo tenemos controlado, Leo, que nuestra vida sedentaria de sofá ha acabado ya, enróllate, anda, guapa, bonita, que eres preciosa, que eres la alegría del barrio

Leo: Toma las llaves anda (entregándole las llaves a Mariano) Si vienen los municipales os apañáis vosotros, eh (Paco hizo un gesto asintiendo a una velocidad de vértigo a Leo, como diciéndole que no se preocupara de nada)

Paco y Mariano al unísono: Municipales (se echaron a reír, mientras Leo se iba yendo a la cocina, en la parte trasera del bar)

Leo: Anda que me vais a meter un día en un lío pero de los gordos

Mariano: ¿Pero qué lío ni lío? Que está liá ya...

Paco: La alegría de la huerta

Leo: Sí (en tono irónico. Cuando entró en la cocina un tipo le tapó la boca desde atrás para que no gritara, asustándola. Le ordenó que se callara con pistola en mano, apuntándole directamente en la cabeza. El hombre que iba al lado del que le tapó la boca a Leo, profirió un sonido, indicando que se callase, también con una pistola en su poder)

Mariano: Chacolí (enseñándole una botella de vino a Paco)

Paco: Pos... chacolí mismo

Mariano: Yo primero (dijo, para después disparársele la risa, mientras se echaba vino en su vaso. Paco también comenzó a reírse fuertemente)

Paco: Ya verás tú como por delante... (o algo así le dice a su amigo Mariano. Los tipos que tenían retenida a Leo la sentaron en una silla, la amordazaron y la ataron para que no pudiera moverse de allí)

Mariano: Nuestro problema es que huimos del flirteo, Paco. Huimos del flirteo

Paco: Eso...

Mariano: A partir de ahora, Paco...

Paco: ¿Qué? (interrumpiendo a Mariano)

Mariano: Política de puertas abiertas, eso es lo que tenemos que hacer

Paco: De par en par (fueron apuntados por uno de los tipos que había aislado a Leo, interrumpiendo bruscamente su conversación...)

En la sala principal de la comisaría tiene lugar la siguiente escena, con Rita pasando por los detectores de metal situados a la entrada del recinto, y con un bolso en la mano. Ve a Povedilla y se dirige hacia él...

Rita: Jose Luís. Jose Luís, a ver si le puedes dar esto al Curtis cuando lo veas, que son sus botas del zapatero, que (Povedilla vio en el fondo del bolso que portaba Rita el contenido del mismo) como caminan zambo pues se le gastan todas las suelas

Povedilla: Vale

Rita: Gracias

Povedilla: No hay de que (Rita le tendió el bolso a Povedilla y se dirigió hacia Montoya, que estaba hablando por teléfono móvil delante de donde se encontraba Rita)

Rita: Perdone

Montoya: Chao (colgó la llamada)

Rita: Un momentico. Que... no sabía muy bien lo que hacer. Entonces, he comprado dos... dos entradas para un musical, y he pensado que se las podría usted enviar a mi prima de su parte (sacó las entradas, dispuesta a entregárselas a Montoya. Este las cogió) No hace falta que diga na, eh, pero yo creo que si ella recibe las entradas seguro que vuelve

Montoya: No hace falta que te molestes, Rita. Lo de tu prima fue una fascinación fugaz. Y... como todo lo fugaz pues pasó. Se fue (fue a devolverle las entradas a Rita, ya que no quería entregárselas a la prima de Rita... Por otro frente, Paco y Mariano se encuentran también en la sala principal de comisaría..., después de haber pasado una noche en el bar de los Cachis bastante ajetreada)

Paco: Don Lorenzo está con un mando del CNI. Colaboran en la investigación

Mariano: Joder... (en ese momento vieron a Don Lorenzo, que bajaba junto al mando del CNI al que recalcó Paco, que no era otra persona que Marina Salgado, comandante de esta unidad) Ostia, la Salgado... (sorprendido de verla allí) ¿Qué le digo?

Paco: Con naturalidad, Mariano, con naturalidad

Mariano: ¿Cómo que con naturalidad, Paco, coño?, que ni siquiera me he divorciado por verle la cara, ¿te parece natural?

Salgado: Povedilla. Saque al sospechoso del calabozo para que podamos interrogarle (varios de los policías observaron con atención a la Salgado, ya que no se esperaban que volviera a la comisaría. Ya había estado por allí en una anterior caso, concretamente el caso Káiser) Y... avise al agente Miranda. Inspector Montoya, usted vendrá con nosotros

Don Lorenzo: Venga (le llamó, en un tono de voz por el que casi no se le pudo escuchar, y le hizo una seña a Montoya para que le siguiera)

Mariano: ¿Qué hay, Marina, qué tal?

Salgado: Hola, Mariano

Mariano: ¿Cómo está tu padre?

Salgado: Murió (Don Lorenzo, Salgado y Montoya fueron subiendo hacia la sala de interrogatorios por las escaleras centrales de la comisaría. Mariano, por otra parte, se sintió afectado por la muerte del padre de la Salgado...)

Silvia y Sara mantuvieron una conversación en la corrala de los domicilios de Rita, Sara y Paco.

Le quería consultar a Sara ciertos detalles sobre las invitaciones de boda, ya que se iba a casar con Pepa...

Silvia: A ver, que estoy con las invitaciones. ¿Qué hago con Aitor? (abrió una pequeña libreta para tomar notas) ¿Le mando la invitación por separado..., pongo los tres juntos..., a ver, te pongo a tí con Lucas...? (se concentró en tomar los apuntes en la libreta, mirando hacia la misma) Y Aitor... (cuando levantó la cabeza para mirar a Sara, vio que estaba un poco alicaída y dejó de tomar apuntes) Ay, lo siento, Sara

Sara: (negó con la cabeza, como diciendo que no pasaba nada) Da igual. Es que no sé que estoy haciendo, Silvia. Es que no..., no sé donde estoy. Lucas viene dentro de 4 semanas y..., y yo me siento como..., como un yumbo desplomándose a doce mil metros. Ahora sí sé que tengo que estar con él hasta el final. Aunque no sé cual es... (Sara y Silvia se abrazaron, estando la primera angustiada por la situación sentimental que estaba teniendo que pasar...)

Aitor y Sara se encuentran en la casa de esta última, en donde tiene lugar la siguiente conversación entre ambos...

Aitor: Sara... Toma, ¿quieres retroviral para almorzar? Está bueno, eh (ofreciéndole una pastilla a Sara)

Sara: No, gracias (le dijo, mientras sonreía, sabiendo que Aitor lo hacía en plan de broma, y se sentó en el sofá. Aitor se rió y seguidamente se tomó la medicación que Silvia le había recetado para reponerse del envenenamiento que había sufrido. El sabor del medicamento era agridulce, ya que Aitor emitió un gesto que denotaba ese tipo de sabor. A Aitor, una vez más, le entró la risa, en esta ocasión por la mirada de Sara, que la tenía clavada en Aitor) ¿Tú nunca te quejas?

Aitor: ¿Cómo?

Sara: Psss, te han pegado un tiro,... te han metido... estricnina en vena,... y estás ahí sonriente como si acabases de salir de un balneario, vamos (Aitor se ríe ante el comentario de Sara. Esta última también se lo toma con buen humor) ¿Todo te parece bien?

Aitor: Bueno, yo que sé..., Sara. ¿Qué-qué-qué quieres que me queje? ¿Qué? Sí, me puedo quejar de una cosa (levantando el dedo índice, como acordándose de algo)

Sara: ¿Qué?

Aitor: De llegar el segundo el día de tu boda. (asintió con la cabeza ante la mirada perpleja y sonriente a su vez de Sara) Mira, el primer..., el primer día que te vi..., ibas vestida de novia por las calles de la Gran Vía. (se vio un flashback donde se veía a Aitor cogiendo una flor que a Sara se le había caído al suelo) Y lo primero que dije yo, que "¿quién ha sido el hijo de puta que se me ha adelantado?" Ese día te dejé escapar..., se adelantó otro... (se vio otro flashback en donde Sara y Lucas estaban celebrando una ceremonia de boda, para casarse, en una pequeña iglesia...), y yo volví a ser el segundo. Es una putada porque... una mujer no se viste de novia nada más que una vez en la vida. Y lo que me tocaba pasó..., y por esa chorrada, por esa tontería pues no me pude casar contigo. Claro. (ingirió otro trago más de aquella bebida amarga y observó a Sara, que no le quitaba la vista de encima) ¿Qué?

Sara: ¿Te quieres casar? Conmigo digo (concretó, ya que Aitor no sabía a ciencia cierta a que se refería Sara)

La conversación entre Aitor y Sara continúa, en la casa de esta última. Sara propone a Aitor que se casen y al oír esto, este se queda alucinando, no sabe de que manera reaccionar...

Sara: A ver, que... Bueno, que ya se que soy una mujer casada, y... Pues más que tu esposa sería tu... co-esposa y más que una boda sería una... co-boda (por momentos se echaba a reír, ya que la idea era un tanto descabellada, pero por estar a su lado, era capaz de aquello) Y bueno, probablemente tendría que robar el traje a mi tía..., y tú te tendrías que hacer uno de... papel de periódico (tanto Sara como Aitor se rieron en aquel momento) y...,y que no tendríamos ni cura pero... Si tú una vez quisiste casarte conmigo... pues yo quiero hacerlo hoy. ¿Tienes algo mejor que hacer? (Sara sonrió a Aitor, este puso un gesto más serio, mirando a Sara profundamente..., hasta que le sonó el teléfono móvil. Contestó a la llamada, era Paco)

Aitor: Sí, dime, Paco

Paco: Aitor..., ¿estás con mi hija?

Aitor: Sí

Paco: No le cuentes nada de lo que te voy a decir, es muy importante

Aitor: Vale

Paco: Sara..., tú, y todos los policías de la comisaría estamos amenazados... por lo de la detención de Palexe. No quiero que asustes a Sara. Pero quiero que te conviertas en su sombra. Que no te muevas de su lao..., y si es posible que no salga de casa. Alerta máxima, Aitor..., estos tíos van en serio

Aitor: Vale, entendido, Paco

Paco: Ten cuidado (colgó la llamada, Aitor hizo lo propio. Por momentos observó atentamente las puertas y ventanas de la casa, viendo si detectaba a algún mafioso que fuera a por ellos...)

Sara: ¿Qué? (refiriéndose a la llamada que había recibido Aitor)

Aitor: Nada. Nada, nada, una... una gilipollez..., de comisaría, nada más

La siguiente escena continúa a la anterior, con una conversación entre Aitor y Sara, en la casa de esta última, que le había propuesto a Aitor el realizar una boda de mentira entre ellos dos...

Sara: Bueno..., di, ¿tienes algo mejor que hacer hoy que casarte conmigo?

Aitor: No. No, que... Que sí, coño, que-que-que... Joder (se rió, siguiéndole Sara la gracia. A Aitor le costaba expresar sus emociones) Que sí me quiero casar contigo

Sara: Vale (Sara besó a Aitor) Tú dame una hora (dijo, después del beso), yo me encargo de ponerme guapa..., y tú te encargas de los anillos y de la ceremonia..., ¿vale?

Aitor: Vale

En el bar de los Cachis, la comandante del CNI, Marina Salgado, y el inspector de policía, Paco Miranda, se hallan sentados en una de las mesas, habiendo invitado la comandante a comer a Paco, para conversar con él, acerca de un asunto...

Salgado: Quería comentarte algo

Paco: Mm-mm- si vamos a hablar de Mariano a mí me gustaría permaneser al margen, porque no-no...

Salgado: No,no,no,no, no, Paco, no (interrumpiéndole)

Paco: ...de verdad

Salgado: Antes he visto la cara que se te ha quedado al ver a tu hija en la lista de ejecutables. Paco, si tú quieres..., yo puedo mover unos hilos y proporcionarle un escolta

Paco: Muchas gracias, comandante..., pero acabo de proporcionarle... al mejor (se vio a Aitor, en la casa de Sara, cerraron ventanas, las cortinas de las mismas, y cerrando puertas con pestillo, para asegurarse de que nadie indeseable les encontrara y acabara con ellos) ¿Sabes por qué... le ha pasado todo esto? ¿Cómo he... colocado a... a mi hija..., mi familia..., a mis amigos..., en el punto de mira de unos desalmados? (Aitor cargó su pistola y la rellenó de balas, preparándose para lo peor) Cazando ufos..., comandante. Y cazando ufos pues..., pos me encontré con-con la mierda de uranio empobrecido

Salgado: ¿Te acuerdas de... de la última vez que nos vimos? A mí me... me acababan de plantar justo al día siguiente de mi boda. Bueno, y yo aquel día también estuve tentada de meterme debajo de una mesa..., pedir una baja y... hincharme a ansiolíticos. Pero decidí salir a la calle. ¿Y sabes por qué? Porque... pienso que siempre que termina algo... es que empieza algo nuevo (se vio a Aitor cogiendo unas tijeras, una videocámara y varias clases de libros, además de una especie de cuerda)

Paco: Pero esta vez lo que puede empezar es... una... cacería de hombres

Salgado: Exacto, Paco (le dio la mano a Paco) Ahora has sacado al tigre de su guarida..., y no te quedan más cojones que cazarlo. No hay vuelta atrás (Paco le tendió la otra mano a la Salgado, agradeciéndole su apoyo. En ese momento llegó Mariano al bar y vio allí a Paco y Salgado)

Mariano: Paco. ¿Dónde te metes, que llevo un rato buscándote? Tengo el... protocolo de actuación para la protección de... de personas amenazadas

Paco: Pues aho-ahora lo vemos, ¿vale, Mariano? (contestó a una llamada telefónica de un número desconocido, alejándose unos metros de Salgado y Mariano, para que ninguno de los dos oyese la conversación telefónica) ¿Sí?

Voz desconocida: Inspector Miranda...

Mariano: (dirigiéndose a la Salgado) ¿Dónde lo enterrasteis al final?

Salgado: En la... Sacramental, Mariano

Mariano: Ah, muy bien, tiene muy buenas vistas de Madrid. Vamos, que no es como el cementerio de... de la zona sur, que... que pasa la M-30 por el lao, la autopista...

Voz desconocida: El señor Gian Luca Bravante quiere reunirse con usted. Acuda dentro de una hora exacta al parque Asca, y siéntese en el banco que hay a la derecha de la fuente. Venga solo, desarmado, sin micros ni sistemas de localisasión ye-PS (usaba un marcado acento italiano) Nuestros hombres han fallado una ves. Pero no volverán a fallar. Si acude al encuentro, la orden de ejecusión que pesa sobre su cabesa y la de sus hombres..., será levantada

Paco se prepara en comisaría para ir al lugar que le citó el hombre que le llamó en el bar de los Cachis, poniéndose un traje elegante, con corbata incluida. Sara, por otro lado, se viste de novia para ultimar los preparativos antes de casarse, de mentira, con Aitor. Paco decide llamar a su hija antes de salir a la reunión, ya que era bastante peligrosa, y no tenía muchas probabilidades de salir con vida, y quería mantener una última charla con su hija, por si acaso fallecía en acto de servicio...

Sara: ¿Sí? (contestando a la llamada)

Paco: Sara. Soy... soy papá. Que... Verás, querí-quería contarte algo

Sara: Ah..., papá, ¿te puedo llamar luego?, es que estoy un poco liada

Paco: E-e-e-es un segundo, cariño. Eh... e-e-e-e una- es una tontería y..., ¿pero tú-tú-tú sabes por qué... te llamas Sara?

Sara: (miró una foto que tenía de Lucas encima de un pequeño estante antes de decir nada...) ¿Por qué?

Paco: U-u-un día..., mamá y yo pues nos fuimos a... a ver una película que ponían en el cine de verano. Un... era de Ornella Mutti. Y... su personaje se llamaba Sara. Y a mamá y a mí nos... nos gustó mucho. Y estábamos muy enamorados y esa... y esa misma noche pues... Vamos, que nos fuimos a... (sonrió, emocionado de poder hablar con su hija) a encargarte. Y-y por eso se..., por eso te llamamos Sara. Quería que lo supieras

Sara: ¿Papá, estás bien? ¿Has bebido? (preguntó, con tono agradable, sonriente, extrañada y a la misma vez contenta de que su padre mantuviera una conversación con ella de un modo tan animado)

Paco: U-u-u-un poco, cariño, ha sido-ha sido un poco, es que era el cumpleaños de Rocamora y se ha traído un... un aguardiente de estos de hierba y hemos bebido un poco. Después nos hemos puesto a criticar al Madrid... y a hablar de los niños. Los hijos. Te quiero. Y-y te voy a querer siempre, mi vida

Sara: Y yo a tí, papá. Adiós

La siguiente escena tiene lugar en la casa de Sara, en la cual, esta y Aitor se encuentran a punto de comenzar la ceremonia de boda, vestidos de novios, para casarse. El cura resulta ser una versión improvisada de Aitor, con gafas, que habla al verdadero Aitor, al que está en tiempo presente en ese momento, y a Sara, a través de una grabación desde la televisión instalada en aquella zona de la casa...

Aitor: (voz de televisión) Este es el motivo por el que hoy estamos aquí, hermanos, para unir en santo matrimonio a Aitor Carrasco Menendez, soltero, natural de Madrid, y a Sara Miranda Castro, casada reincidente

Aitor: Es verdad,..., es verdad (le dijo a Sara, que le observaba atónita)

Aitor: (voz de televisión) Pero no pasa nada, Sara, no pasa nada porque el señor, nuestro señor... hará la vista gorda (Sara miró a Aitor con cara de sorpresa, y le dio con el ramo de flores que tenía en la mano de un modo bromista, lo cual propició la risa de Aitor) Si alguien conoce algún motivo por el que los contrayentes no deban sellar su unión... bígama..., ante dios (comenzó a sonar un móvil en ese momento y Aitor, el de verdad, se alarmó y fue a sacar la pistola, pero al darse cuenta de que el móvil que estaba sonando estaba en aquel lugar, no la llegó a sacar)..., que lo digan ahora o por favor..., que callen para siempre

Sara: ¿Lo apago?

Aitor: Sí (Sara fue a coger el móvil para apagarlo y descubrió que era Lucas quien estaba llamando. Aitor vio en la pantalla del móvil de Sara el nombre de Lucas, y Sara, colgó la llamada lo más rápido que pudo y dejó el móvil donde estaba)

Aitor: (voz de televisión) Está claro que no sea el motivo que todos nosotros sabemos. ¿Algún motivo?, motivo a la una, motivo a las dos, motivo a las tres... Estupendo. Muy bien. Y ahora... (la grabación se vio interrumpida al pararla Aitor usando el mando a distancia...)

Aitor: ¿Tú quieres que paremos?

Sara: Que no (le dijo, disimulando una tremenda ilusión)

Aitor: Te lo digo en serio

Sara: Que no, Aitor, sigue ,en serio. Sigue (Aitor sonrió y volvió a activar la grabación)

Aitor: (voz de televisión) Por favor, que los contrayentes... cojan sus alianzas (Aitor, el de verdad, sonrió) Están detrás de la televisión (dijo, acercándose) (Sara cogió los anillos, que no eran de verdad, sino una especie de anillos con un diseño bastante grueso, y más grande que los anillos normales, y de color rojo) ¿Ya?

Aitor y Sara al unísono: Sí (Aitor hizo una reverencia al pronunciar su "sí" y a Sara le entró un poco de risa)

Aitor: (voz de televisión) Sara Miranda..., ¿aceptas... a Aitor Carrasco... como legítimo... co-esposo..., para co-quererle..., co-honrarle (una vez más, el móvil de Sara comenzó a sonar)... y co-respetarle... toda tu vida?

Sara: Sí, acepto (ignorando por completo la llamada entrante de Lucas) ¿Qué? (decía, puesto que no le terminaba de introducir el anillo Aitor a Sara, cuando esta ya se lo había introducido sin ninguna clase de duda)

Aitor: Sara, vamos a parar

Sara: Que no, Aitor, que no, que no quiero parar. (en ese momento, Aitor finalmente le metió el anillo en el dedo corazón)

Aitor: (voz de televisión) Aitor Carrasco..., campeón. ¿Aceptas... a Sara Miranda... como legítima esposa..., para respetarla, honrarla y quererla... toda tu vida?

Aitor: Sí, acep... (tuvo que detenerse debido a que, por 3ª vez, sonó el móvil de Sara) Escúchame. Sara, esto no tiene sentido, es una gilipollez... (Sara cogió enrabietada su móvil, que aún sonaba, y lo tiró al suelo, destrozándolo)

Sara: Aitor..., Aitor, no quiero parar, me quiero casar contigo, y quiero ponerte... una sortija de regaliz. ¿Vale?, y... porque quiero quererte (decía, en medio de una desesperación abismal porque Lucas no la buscara más en aquellos instantes) ¿Vale?

Aitor: (voz de televisión) Sara..., yo, os declaro, marido y mujer. Por favor, lo que ha unido dios... que no lo separe ni el hombre... ni la poligamia

Aitor: Sara, no pasa nada (dijo, abrazando a Sara, que estaba sumida en un dolor sentimental bastante grande) ¿Vale?, estate tranquila, no pasa nada, eh

Sara: Bésame

Aitor: (voz de televisión) Podéis besaros... y comeros los anillos (Aitor y Sara, finalmente, y dando así fin a la ceremonia de boda, se besaron)

Después de celebrarse la ficticia boda entre Sara y Aitor, ambos se hallan sentados en una mesa en el salón de la casa, degustando manjares en un simulado banquete post-boda...

Sara: Uy, no, dieta blanda

Aitor: Sara... ¿Qué dieta blanda?,(mientras Sara ingería una cucharada de uno de los alimentos que habían repartidos por la mesa) vamos, Sara, no me jodas, ¿cómo me voy a beber un puñetero zumo de limón en el banquete de mi boda? (señalando con la mano a la bebida a la que hacía referencia)

Sara: Mm

Aitor: Voy a por el champán

Sara: Eh, sh,sh,sh, ni se te ocurra, eh. Eh, mm (le dijo, al ver que acercaba su boca hacia la cuchara del alimento, que parecía ser una tarta. Comió ella otro trozo más antes de que Aitor pudiera hacer nada más)

Aitor: Como empezemos así... te digo, yo mañana me separo. Me voy al juzgado, a la plaza de San Pedro, donde sea y pido la anulidad

Sara: ¿Mm? (como diciendo "¿Ah, sí?") No quiero que pidas la anulidad (le dijo, mientras le sonreía tiernamente a Aitor)

Aitor: Bueno, igual si pido la anulidad consigo engañarte... y nos casamos mañana otra vez

Sara: Como no voy a quererte... Hasta hace nada pensaba que no se podía querer más. Que el corazón tenía un tope... y luego se desbordaba (Sara sonrió y Aitor también) Y llegas tú... y resulta que tiene más compartimentos, y que cabe más amor

Aitor: ¿Tú sabes?, yo puedo rellenar... compartimentos sin parar

Sara: ¿Qué? (pregunta, absolutamente impactada por la pregunta, riéndose al segundo de haber hablado) ¿Qué compartimentos? (el móvil de Aitor comenzó a sonar en aquellos momentos...)

Aitor: Sara...

Sara: ¿Pero qué quieres decir?

Aitor: Sara... (insistiéndole, ya que parecía no creerse lo que Aitor le decía y quería demostrarle a Sara que estaba equivocada. Por otro lado, la llamada procedente del móvil de Aitor, era, nuevamente, de Lucas, algo que Sara observó en la pantalla del móvil...)

Aitor recibe una llamada del ex-sub-inspector Lucas Fernández, tras que Sara le rechazara las llamadas a su móvil en unas tres ocasiones. Aitor mira a Sara, y se dispone a coger el teléfono... , pero se acababan de casar allí, en la propia casa de Sara, y aunque sea de mentira, aquello significaba mucho para Sara...

Sara: No lo cojas (le agarró las manos a Aitor para evitar que cogiera la llamada)

Aitor: Sara, Lucas ha llamado ya tres veces. A lo mejor le pasa algo (Sara quitó las manos de las de Aitor, permitiéndole coger la llamada de Lucas) Dime, Lucas

Lucas: (voz en off, a través de la línea telefónica) Aitor, ¿estás con Sara?

Aitor: ¿Con Sara? No

Lucas: Paco me ha dejado un mensaje contándome lo de las amenazas..., pero ni él ni Mariano cogen el teléfono, asegúrate de que está bien y te pegas a ella, ¿me oyes?

Aitor: Vale

Lucas: Te lo pido como un favor personal. Mira, ahora mismo estoy volando a... a Tel Aviv, pero voy a adelantar mi vuelta. En diez días estoy en San Antonio..., para siempre

Aitor: Muy bien. Muy bien, se lo contaré

Lucas: Gracias, Aitor. Te veo pronto

Aitor: (colgó la llamada) Esto es una tontería. El regaliz... (dijo, viendo la mirada de pena que tenía Sara en aquellos instantes), la boda..., y yo sé que esto no es real. Que cuando vuelva Lucas pues todo esto habrá sido... un sueño..., un paréntesis...

Sara:: No. Esto no es un paréntesis. Es el día de mi boda (derramó una lágrima) Y quiero terminar lo que hemos empezado

Aitor: (miró a Sara y negó con la cabeza, pensando más en el bienestar de Sara que en el suyo propio) Lo siento, Sara

Sara: Aitor... (ambos se levantaron de donde estaban sentados) Aitor, quiero seguir. Quiero quererte (finalmente, acabaron besándose, una vez más, ante la insistencia de Sara de estar con Aitor)

En la sala principal de la comisaría, Curtis atiende a un ciudadano de a pie de una agresión sufrida por un encolerizado fan de Torrente, ante lo que en un principio consideraba Curtis que no tenía ninguna credibilidad, y que Santiago Segura, que es el ciudadano en cuestión, y es el que hace de Torrente en las películas, estaba intentando publicitar la película de "Torrente 4", en vez de denunciar una amenaza verídica. El hecho de llegar a la comisaría con el claro moratón de un golpe en la cara, le cambió la cara al completo a Curtis, que miró a Santiago Segura con otra cara... Rita, por su parte, le estaba tratando las pequeñas heridas que Santiago Segura tenía...

Rita: Bueno... Mire, un poquillo de agua (le puso una botella de agua encima de la mesa) Déjeme a mí, a ver. Esto está ya... (dándole unos retoques a la herida con un pequeño pañuelo) más bien que todas las cosas. Esta noche se pone usted un filetico... eh, y mañana está como nuevo

Santiago: Gracias

Rita: De na. Voy a buscar... lo que es un impreso para... para declaración, eh, ahora vengo (y Rita dejó a solas a Curtis y Santiago Segura)

Curtis: Bueno, pues... Parece que... se ha arreglado todo, ¿no, don Santiago? (Santiago Segura se puso sus gafas) Ya puede ir usted a casa a descansar tranquilo. El ultra-derechista... está entre rejas, señor

Santiago: Lo han detenido los seguratas del metro

Curtis: Pero le garantizo que el cuerpo nacional de policía... se va a encargar de que... ese desgraciado no vuelva a pisar la calle (Santiago Segura asintió con la cabeza, pensativo) Lo siento de veras, don Santiago, no... La policía comete errores, pero... pero bueno, usted lo sabe mejor que nadie, lo digo por... torrente, amiguete (le guiña un ojo, como si fueran colegas) Eh (le tiende el puño, para que le saludara, intentando hacer las paces con él)

Santiago: Vamos a ver. Se lo voy a explicar porque parece que no lo tiene usted claro. Torrente es un patán, es un anormal. Y la caga constantemente, pero es que es un personaje de ficción, y la caga... en las pantallas de cine, no en la vida real. Es por ello que le voy a denunciar por negligencia y abuso de autoridad. Si me disculpa voy a... a hablar con sus superiores

Sara, tras acostarse con Aitor, se levanta de la cama en la que estaba tumbada junto con él, y va en busca del móvil que tiró durante la ceremonia de boda. Cuando lo encuentra va como una posesa a coger las dos partes en las que se ha partido el móvil al estrellarse contra el suelo y las intenta unir, pero es inútil. Sara rompe a llorar, enormemente entristecida... Aitor, que aparece en ese momento y ve a Sara en aquel estado, le pone una toalla en la espalda a Sara por detrás, ya que está desnuda...

Aitor: Eh, ven aquí. Tranquila (abraza a Sara por atrás)

Sara: Aitor...

Aitor: Sara, Sara, Sara... (se coloca frente a ella y le quita el pelo de su cara, que lo tenía bastante descolocado) Mira... A ver, no quiero que me digas nada. No quiero saber... que va a pasar cuando vuelva Lucas. No quiero que me lo cuentes..., ni quiero que me lo plantees

Sara: Yo...

Aitor: (interrumpiendo a Sara) ¿Sabes por qué? Porque yo voy a estar feliz..., pase lo que pase. Porque me he casado contigo un miércoles que no tenía nada que hacer. Y eso es lo único que me importa. Y lo que tenga que venir... pues vendrá (besó a Sara en la frente con delicadeza, después la sonrió y finalmente, acabó cogiendo su pistola y marchándose de aquel lugar de la casa...)

La siguiente escena, representa una voz en off de Sara Miranda...

Sara: (voz en off) Lo primero que nos enseñaron en la academia es que un héroe es un tipo que tiene todos los números para terminar en una caja de madera. Lo que no nos explicaron... es en que consiste ser un héroe (se vieron unas imágenes en donde estaba teniendo lugar un secuestro en comisaría, y los policías se estaban preparando con todo lo que tenían para intentar pararlo) Y es que yo creo... que hay muchos tipos de héroes. Los héroes del código en la mano y el miedo en el bolsillo. Aquellos que forman parte de un todo. De un engranaje perfecto que trabaja para el bien común (en la comisaría, hasta un equipo de los SWAT entró en escena) Los héroes de lo cotidiano, de las pequeñas cosas (Aitor entró en la habitación de Sara y se postró en la cama, abatido. Sara estaba, por otro lado, acurrucada en una toalla, mirando pensativa y desmotivada al vacío) Capaces de lo peor y lo mejor, hasta el punto de sacrificar todo aquello que quieren para que otros dejen de sufrir (otra imagen mostró a Jota, nombre en clave del infiltrado de la camorra capolitana, conduciendo un coche hasta un prado en donde Paco se disponía a matar a Vittorio por la vida de su hija) Los héroes de lo oscuro. Los que caminan por el otro lado de la línea..., haciendo un trabajo sucio. Convencidos de que sus despreciables acciones... son un mal menor que nadie tendría el valor de hacer (se vio a Jota saliendo del coche y empezando a buscar al inspector Miranda) Y finalmente están los que nunca quisieron ser héroes (se muestra a Paco yendo con paso lento pero seguro hacia Vittorio, este último que intentaba huir a la desesperada, ya que temía que iba a ser liquidado por el policía, que portaba una pistola en su mano...) Esos a los que nadie tuvo el valor de contarles en la academia... si está bien o está mal matar a un asesino para salvar la vida de trece inocentes.

En un prado, Paco se dispone a asesinar a un miembro de la camorra capolitana, pero no es capaz de ejecutarle, ya que le empieza a hablar de que no lo haga por sus niños, y se achanta, debido a que él también tiene una hija y precisamente por evitar que la mataran estaba dispuesto a matar a Vittorio... Cuando se da cuenta de lo que está a punto de hacer, Paco se lleva las manos a la cara, consternado y, segundos después, llega Jota al lugar...

Jota: No es fácil matar a un hombre, ¿verdad, Paco? Pero es muy fácil apretar un botón y soltar una bomba en Nagasaki y cargarte a 140.000 japos. Pero meterle una bala en la frente a un tío que te está mirando a la cara es mucho más jodido. ¿Sabes por qué? Porque te está mirando a los ojos (continuó, en vista del silencio de Paco) Y te está haciendo ver la mierda que eres y la basura en la que te has convertido. Al apretar ese gatillo, Paco..., tienes que estar vacío. No tener ni un puto amigo..., ni una bonita casa..., ni una familia. Así que dame la pistola y deja que lo haga yo, Paco. (Paco soltó una lágrima, se encontraba metido en una encrucijada de la cual no le resultaría nada fácil salir. Con gran esfuerzo mental, decidió quitar la bala de la pistola que iba a usar para matar a Vittorio)

Paco: No, Jota. Hoy no va a morir nadie (tiró la bala al suelo)

Paco se niega a que Jota mate a Vittorio Palexe, mafioso de la camorra capolitana, que la organización regida por un concepto de mafia moderna, le pidió a Paco que liquidase, pero este no fue capaz, y Jota le ofreció matarlo él mismo, por su cuenta, pero hacer parecer con la bala que le habían asignado a Paco para ello, que había sido el propio Paco quien lo había matado..., pero este se negó a ese plan...

Jota: Muy bien, Paco... Hoy no va a morir nadie. Pero mañana seguro que sí. Y ese alguien será tu hija (Paco negó con la cabeza con dificultad) Dame la pistola

Paco: No. Ni tú..., ni yo ni nadie. Y si tengo que huir..., coger a mi hija..., irme a Panamá o donde sea... lo haré

Jota: Así que vas a convertir a tu hija en una fugitiva para el resto de su vida. Déjame que lo haga yo, Paco, dame la pistola. Por ella

Paco: ¿Por ella? ¿Por mi hija? No. Lo haces por tí. Porque si no muere Vittorio..., Bravante sabrá que ha cantado. Y la organización suspenderá todas sus actividades, durante meses, o incluso durante años. Y todo tu trabajo..., todos tus años recopilando información se irían a la mierda. ¿Verdad? (se giró para señalar al mafioso, que estaba tirado en el suelo, arrodillado) Y ahora él, sabe quien eres. Y por eso lo quieres matar. Y lo haces por tí. Porque te ves que... que estos... seis últimos años de tu vida... no sirvan para nada. Porque no soportas la idea... porque... todas las barbaridades que has tenido que hacer... hayan sido en vano

Jota: (negó con la cabeza, como diciendo que aquello no era así) No tienes ni puta idea de lo que significa no tener vida..., de levantarte cada mañana y tener que mirar debajo del coche. De cambiarte de casa cada quince días. De no tener un puto amigo. Y no recibir una llamada telefónica de tu madre el día de tu cumpleaños porque simplemente no tienes tu teléfono. No tienes ni puta idea (le insistió a Paco, con gesto muy serio, al borde del enfado)

La situación en muchos frentes está en un momento crítico. En comisaría, un sospechoso está a punto de escapar con dos rehenes, Curtis, y Santiago Segura. En un prado, por otro lado, Mariano hizo acto de presencia, llamando a Paco a gritos desde el maletero del coche en el que se montó, ya que era su única opción de seguir a Paco sin que se diera cuenta. Cuando Paco y Mariano se reunieron, al lado del coche, dejaron a Vittorio y Jota a solas. Este último no tuvo ninguna clase de remordimiento por disparar un balazo en la cabeza a Vittorio, fulminándolo en el acto. Paco fue hecho una furia hacia él y le asestó varios puñetazos, mientras Mariano hacía lo posible por retenerlo, consiguiéndolo finalmente... Poco después, tanto Jota, como al sospechoso que mantenía secuestrados a Curtis y Santiago Segura en comisaría..., fueron abatidos prácticamente al unísono... Una voz en off de Sara Miranda, la última del episodio, y que a su vez es la última escena del mismo, tiene lugar en ese instante...

Sara: (voz en off) Hay momentos en la vida en los que hay que hacer una elección. (Rita había sido la responsable de disparar a aquel hombre, viéndose completamente obligada a hacerlo, en vista de que si no lo hacía, probablemente el sospechoso habría matado a los rehenes una vez hubiera abandonado la comisaría, y ella, Rita, era la única que sabía quien era el sospechoso con certeza, al descubrir de que tipo eran las pisadas tanto de Santiago Segura, como de Curtis. Una vez descubierto esto..., no le fue difícil determinar las huellas del sospechoso...) Elegir disparar a un hombre... (Paco y Mariano sacaron ambos sus armas, y se pegaron espalda contra espalda, en pos de intentar vislumbrar quien había matado a Jota. Había sido un hombre desde una posición muy lejana, con un rifle de francotirador, pero Paco y Mariano no se habían percatado de la presencia de ese tipo) Elegir entre la luz... y la oscuridad. (Aitor estaba tumbado en la cama de la habitación de Sara, solo)Elegir entre querer... o no querer. (Sara estaba en otra parte de su casa, sumida en la más fuerte de las dudas...) Y en ese instante, que puede cambiarlo todo,... (Curtis estrechó la mano de Santiago Segura, este último que finalmente aceptó sus disculpas ante la buena labor policial realizada en esta ocasión...) tomar la decisión correcta es lo que te convierte... para siempre... en un héroe

Esto ha sido todo por esta semana en lo referente a las frases memorables, tanto cómicas como dramáticas. Si todo va bien, para la semana siguiente se expondrán frases del capítulo 101, titulado "Todo por lo legal" Espero que las frases de esta semana hayan sido de su agrado.

Saludos, paqueros/as

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Sobre este blog...

En este blog, irán situados análisis principalmente de capítulos de la serie de \"Los Hombres de Paco\", pero también, a medida que vaya pasando el tiempo, implantaré análisis de otras series de éxito y que también me han acabado enganchando. Los análisis irán retractados mayoritariamente hacia mis gustos particulares sobre la serie, intentando ser lo más objetivo posible, analizando las situaciones que se hayan dado en el episodio en cuestión, explayándolas. En cuanto a analizar series se refiere, las analizaré en su conjunto, sin entrar en detalle sobre cada una de las temporadas, sino sobre la serie completa en sí misma. Por último, agradecer a Formula TV esta iniciativa de los blogs, y espero que mis aportaciones sean de su agrado
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