El rastro

El rastro.

Llevo siguiendo el rastro de Isabel desde el primer capítulo y siempre me alegro de no alcanzarla. Desgraciadamente, terminaré de alcanzarla dentro de dos semanas pero como mujer inteligente que es me volverá a dejar atrás.

Como si fuera uno de sus enemigos sigo sus indicios y siempre se escabulle, con pies ligeros consigue darme de lado. En un momento creo que la tengo amarrada por la cintura pero sin pensarlo da un giro de 180 grados. La verdad es que no sé que hago detrás de un personaje tan inteligente, yo mortal efímero.

Quiza sea porque una actriz, mortal como yo, me lleva tras su mano, dejando su prestancia, su porte, su olor en mi memoria, dejando un poso en mi que me paraliza.

Tan pronto como abandona su impresión en mí comienzo a echarla de menos y busco lo que ella aporta al personaje y me encuentro con que el personaje de una gran reina me habla desde el cuerpo de mi actriz.

Miro las huellas que voy dejando en el camino y siento como si mis huellas fuesen compartidas.

Señales compartidas, señales diluidas, señales paso a paso, dejando un rastro.

Un saludo.