¿Alto o excesivo stading en las series?

Las productoras de televisión quieren gozar de las mejores cámaras, ordenadores, platós, etc. y esta mejora no solo se refleja en producción sino que dentro de las series, el nivel de vida de los personajes también es cada vez mayor. Me refiero al caso del mobiliario de las viviendas de nuestras series, excluyendo claro está a series como 'El tiempo entre costura', 'Cuéntame como pasó' o 'Velvet'. ¿Es necesario este tipo de lujos en las series de actualidad? ¿Reflejan de manera realista la forma de vida de la mayoría de los ciudadanos?

Dicen que desde el 2008 estamos en una profunda crisis económica y que no está quedando a salvo de ella ni la casa real. Es cierto, yo no digo que no, sin embargo las familias de las series de nuestra televisión no parecen estar atravesando esta misma situación. Os pondré como ejemplo la nueva oferta de Telecinco: 'B&b'. Hace unos pocos días leíamos en una entrevista a Cristina Alarcón, una de las integrantes de la serie, como nos decía que "estaba segura de que el espectador desde casa se sentiría identificado con algún personaje de la serie". Quizás con su cara, con su pelo o con su ropa porque lo que es con la impresionante casa en la que vive y el puesto de trabajo que tiene no creo que muchos espectadores vieran reflejada su modo de vida.

Podemos hablar del programa '¿Quien vive ahí?' de laSexta sin irnos del tema. Hace unos pocos meses, escuchábamos algunas críticas sobre el programa pues su fundamento consistía en enseñar al espectador las lujosas casas que manejan algunos en este país. No es un buen momento para llevar a cabo este tipo de programas, que solo incrementan el mal ánimo de un español, pues su casa no está ni en la gran vía, ni en el lujoso ensanche de su ciudad, sino que más bien vive en un edificio normalito y no especialmente cerca del centro.

Es curioso que nos quieran comparar con los protagonistas de este tipo de series donde no sufren ningún tipo de apuro económico y si lo tienen, ¡da igual! viven en una super-casa con techos acristalados y piscinas gigantescas. En mi casa las paredes son de "gotelé de toda la vida" y no se escapa alguna araña por ahí, sin mencionar que no es muy habitual tener chófer o secretaria. Y no solo es el caso de 'B&b', podemos retroceder a este verano pasado, ¿recuerdan 'Frágiles'?, Pablo, el protagonista ejercía como psicólogo en su casa, no una casa cualquiera, pues desde su jardín podíamos ver las impresionantes vistas de una central nuclear abandonada y las famosas torres de Madrid. Esto no es lo único, en la segunda temporada, el personaje se trasladaba a vivir a casa de su amigo Mario, otra casa que te deja sin aliento, por lo menos me consuela que ésta no tenía muy buenas vistas.

En 'Familia', emitida el año pasado también en Telecinco, nos contaba la historia de una familia -obvio- en la que los abuelos vivían en un chalet bonito sin grandes lujos pero aparentemente caro- eso sí, le doy un cero a la producción pues los decorados no podían ser peores-. Una de sus hijas, la "pija" que su trabajo consistía en escribir novelas eróticas, ¡uff qué curro!, también tenía un pisito muy bien acomodado.

Pero no todas van a tener este defecto, una de las pocas que se salvan es 'Vive Cantando' en la que la familia protagonista vive en el barrio de Vallecas y su piso ¡TIENE GOTELÉ! y los típicos muebles de toda familia, sin grandes lujos. Quizás este detalle supo de verdad identificar a los espectadores con la casa de la serie, por lo menos.

En definitiva, no quiero decir que este modo de vida se elimine de las series de nuestro país, pero cuesta ser espectador de una serie como 'Familia' donde lo que te vas a encontrar no es una familia normal, donde los chiquillos juegan en la calle sino unos nietos que hacen pruebas para ser futbolistas profesionales y ya lo tienen de "sonajero" en la cuna desde que nacen. Hay momentos y momentos para hacer series y mostrar diferentes modos de vida, y creo que en la situación actual de España sobran estas series donde el "status" de sus protagonistas se parece más al de la Duquesa de Alba que a la mayoría del resto de ciudadanos de España.