Mis villanos favoritos

Siguiendo en la línea maquiavélica que parece imperar en este blog últimamente, y en la que probablemente sea la última entrada que haga (aún no he decidido si quiero seguir aguantando ciertas cosas), voy a hacer un pequeñito repaso personal a algunos villanos de la televisión que han pasado por mi vida a lo largo de los años. Un repaso que tenía hecho hacía tiempo y estaba más que retocado, pero no sabía cuando encajarle. Creo que hoy es el momento perfecto.

Como no quiero que esto parezca un ranking en el que haya unos mejores que otros, los he colocado por orden alfabético, y no quiere decir que el primero sea mi favorito, y que el último sea el que menos me gusta de todos. Ni mucho menos. Todos son geniales, cada uno con su puntito dentro de cada contexto, y me apasionan bastante. Obviamente, en la anterior entrada ya hablo largo y tendido sobre Benjamin Linus, por eso no lo he incluido en la lista. Tampoco están todos los que son, me podría tirar una semana entera para juntarlos a todos (y eso si lograse acordarme de la mayoría) pero sí que son todos los que están, al menos los que yo recuerdo con más cariño. Estos son algunos de mis favoritos. He intentado que haya un poco de variedad y he rescatado a una docena de ellos, pero también acepto sugerencias, porque seguro que más de uno que me gustaría incluir me lo he dejado por el camino.

Fue una de las primaras malas que recuerdo de la televisión. Aunque me apasionaba esta mujer tan enigmática, con su sonrisa de "espera y verás", apenas me dejaban ver la serie porque aún salían en pantalla aquellos temidos "rombos" y como técnicamente era para mayores, pues siempre me mandaban a hacer otra cosa. Ángela era el icono de los 80 en cuanto a villanos televisivos. Estamos hablando de la matriarca de una familia dedicada a los vinos en los valles de San Francisco, que era tan despiadada y fría que siempre estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de quedarse con el control de todas las tierras, aunque tuviera que hacer daño a sus propios parientes.

No es que sea la típica villana criminal que se salta la ley a la torera con tal de cumplir sus caprichos, pero la ambiciosa publicista de "Melrose Place", muy guapa y aparentemente tan ingenua, se caracteriza por ser una envidiosa patológica, que siempre desea y ambiciona todo lo bueno que hay en la vida de sus vecinas, y que no parará hasta que logre deshacerse de todas las que considera sus rivales en los negocios y en el amor, manipulando por ellos a quien sea necesario con tal de lograr sus objetivos. Al final se suavizó un poco, pero era una mujer bastante repelente.

El frío y calculador jefe de Sydney Bristow en el SD-6 es capaz de martirizar a su propia hija hasta la saciedad con tal de conocer todos los secretos sobre su gran obsesión: Milo Rambladi. A mí me sacaba de sus casillas esa sonrisita que ponía siempre para decir que todo estaba bien, pero en cuanto sus allegados se daban la vuelta, les daba la puñalada por la espalda como quien no quiere la cosa.

Como buen psicópata que se precie, su doble personalidad le lleva a ser un forense ejemplar de día, y asesino en serie de noche, y todo gracias al particular sentido de la justicia que pasa por su mente.

Lo que esta mujer tenía de sexy, lo tenía de bruja y peligrosa. No, llamarla bruja es decir muy poco de ella; lo de ser una lagarta, literalmente, le quedaba como un guante. Ojala veamos una sustituta digna de ella en el remake de la serie. Porque estar a la altura de esta despiadada extraterrestre va a estar muy difícil.

Como el mismo dice, sus lealtades son bastante dudosas, lo que le hace cambiar constantemente sus alianzas y trabajar siempre para el mejor postor. Es insultantemente mezquino, bastante chaquetero, y siempre utiliza malas artes para conseguir todo aquello que se proponga.

El enemigo por excelencia de Superman, todavía llamado Clark Kent en la serie, representa todo lo contrario, la antítesis, a lo que es un héroe. Es orgulloso, vengativo y de dudosa moral ética, por lo que todo lo consigue a golpe de talonario. Y a golpe de pedal consigue pasar de ser el mejor amigo de Clark a convertirse en el peor rival que éste podría encontrarse.

Pobrecito Homer, que su jefe nunca se acuerda de su nombre. Quizá porque es una persona tan egoísta que sólo se preocupa de sí mismo, y por supuesto de que su fortuna sea cada día lo más grande posible. Hace siempre lo que le da la real gana sin pensar en lo que pueda pasar después, y encima se sale con la suya casi todas las veces. Al igual que me pasa con Amanda, no se si al señor Burns se le puede calificar en este caso como villano al uso, pero tiene su punto de cabroncete, para que nos vamos a engañar.

Es un hombre muy inteligente y bastante frío, como buen asesino en serie que se precie. Yo creo que es el tipo de villano que a todo el mundo le gustaría ver en un cómic, en una película o en una serie de televisón. Todos deberían ser como él;¡ malo, y con una capacidad de manipular a las personas que algunas veces nos recuerda a Ben Linus, salvando las distancias.

Un violador, asesino y pedófilo siempre traerá problemas. Y si no que se lo pregunten a Michael Scofield. Si además a esto le unes su agresividad, y que es muy racista, cruel, egoísta y mentiroso, pues te encuentras con alguien dispuesto a hacer la vida imposible a los demás sin pensar en otra cosa que no sea su beneficio personal.

Con esta serie me tengo que meter un día de lleno, porque vi muy poco en su momento y la aparqué para centrarme en otras que me gustaban más, pero su protagonista me llamó poderosamente la atención. Es adúltero, mala persona, falso, y muy peligroso. Y parece que le de igual caer muy bajo para cometer sus fechorías. No le importa si tiene que pasar por encima de aquel a quien conoce de toda la vida o se es un pobre iluso con el que se acaba de topar por primera vez.

En las series españolas, que yo recuerde ahora mismo, hay poquitos villanos a los que de verdad se les pueda considerar como tales. La mejor sin duda es esta reina de la falsedad. Su principal obsesión y objetivo en la vida es la venganza, lo que la convierte en una persona muy peligrosa que no duda en aparentar lo que no es con tal de hacer más vulnerables a todos sus contrincantes. Su personalidad tan desconcertante nos llevó a creer de ella lo que no era y hasta que la serie no estuvo muy avanzada no supimos que era la principal culpable de todo lo malo que sucedía en la vida de la pobre Natalia.