El asesinato de 'Hermanos y Detectives' en Telecinco

'Hermanos y detectives' llegaba a la parrilla de Telecinco en septiembre de 2007-Yo tenía tan solo 11 añitos-. Se trataba de una comedia dramática de género policial, protagonizada por Diego Martín y Rodrigo Noya. Al igual que ha pasado con otras series, no se tenía pensado que fuera a recoger la audiencia que posteriormente acumuló. No obstante, los hermanos se estrenaron con un estupendo 17,7% y 2,8 millones de espectadores -cifra no muy adecuada para aquéllos tiempos-. Sin embargo, no quedó ahí la cosa. A diferencia de a lo que estamos acostumbrados. Una vez emitido su primer episodio la ficción comenzó a subir como la espuma llegando a superar con holgura los cuatro millones de televidentes en su capítulo final. La primera temporada reunió de media a casi 3,5 millones de espectadores. ¿Pero qué pasó en la segunda temporada para que estos datos descendieran más de la mitad?

Estamos acostumbrados salvo en ciertas ocasiones al descenso generalizado de las series en sus segundas temporadas. En la mayoría de los casos entre 500.000 y 1.000.000 espectadores y entre 2 y 4 puntos de share. Esto se debe al paso del tiempo entre una emisión y otra y sobre todo a la nueva competencia. No obstante, 'Hermanos y detectives' no sufrió estas causas, sino otras peores si cabe.

Para sorpresa del espectador, los nuevos episodios, tras finalizar la primera temporada, llegaban a casi la medianoche de un domingo de diciembre, un año después de último episodio de 2007. Telecinco programa a las 23:30 la nueva tanda de episodios. Algo incoherente, pues los espectadores potenciales los encontraba entre jóvenes de entre 10 y 25 años. Mérito aún más para la ficción que conseguía reunir 2,2 millones y casi un 20%. Demostrando su gran fortaleza, aguantó durante cuatro capítulos este horario y sin bajar de los dos millones e incluso batiendo máximo de temporada en el cuarto episodio tras alcanzar 2,5 millones.

Pero a Telecinco parece que le gustó torturar a los hermanos y trasladó la serie al viernes, uno de los días de la semana que menos público recoge la televisión. A pesar de ello, los hermanos Montero aguantaron y con gran audiencia después de su tortura, pero solo el primer día, pues los siguientes viernes no dejaron de caer estrepitosamente. Para colmo final, la cadena cortó repentinamente la trama pausándola hasta el verano del año 2009. Hecho que todavía masacró aún más a la ficción, que a pesar de estrenarse a un buen horario, no consiguió hacer cara a los golpes que había recibido y se mantuvo en torno al millón doscientos mil de espectadores.

Pero la puntilla final la puso de nuevo Telecinco que decidió matar a la serie definitivamente y de manera muy grotesca: El 25 de agosto la cadena programó doble episodio, el final finalísimo comenzaría a las 00:00, algo que inevitablemente hizo que Daniel Montero y su pequeño hermano cayeran a mínimo histórico con 705.000 espectadores que aguantaron las investigaciones de los policías. Cabe destacar que el penúltimo capítulo reunió máximo de espectadores de los seis episodios del verano.

De esta forma tan ordinaria, Telecinco se cargó una de las producciones nacionales, aunque adaptación, más interesantes de la época. Si bien es cierto que la serie perdería brillo a medida que el protagonista menor, Lorenzo Montero (Rodrigo Noya @RoNoyaa en Twitter) creciera, no obstante la ficción podría haberse prolongado mínimamente dos temporadas más y es que la segunda temporada, emitida en España, es producto nacional puesto que en Argentina la serie gozó de una única temporada.

Pero es más, Telecinco no integra en sus webs las temporadas online, que sí hace con otras series mucho más antiguas como 'Al salir de clase' o 'El comisario'.

EL ARGUMENTO DE LA SERIE

Daniel Montero (Diego Martín -'Aquí no hay quién viva') es policía local en la capital española. Lleva una vida descafeinada. Junto a su compañero Mansilla (Javier Cifrián -'Vive Cantando') tiene que soportar continuamente las burlas de su jefe superior (Álex Angulo) y las bromas de sus compañeros, que lejos de la madurez, aportan muy poco a las investigaciones.

De la noche a la mañana, recibe la notificación de que su padre ha muerto y va a tener que ocuparse del hijo de su padre, su hermanastro, de origen argentino y de unos 12 años. En un principio, Daniel no está dispuesto a esta nueva aventura, pero tras conocer al muchacho siente la obligación de ocuparse de él.

La serie comienza a coger fuerza cuando Lorenzo, el pequeño de los hermanos, participa de forma activa en las investigaciones, a pesar de la negativa continua de su hermano, y con brillantes aportaciones que hacen resolver innumerables casos y que propician el ascenso de Daniel.