Cuatro, haciendo honor a su nombre

La cadena privada, Cuatro, está cada vez peor. Desde el cierre de Las Mañanas de Cuatro, Noticias Cuatro y otros tantos formatos que se han quedado por el camino, la segundona de Mediaset está muy cerca de convertirse en un canal temático. Pero, ¿porqué está caída de Cuatro, que ha llegado a ser superada en algunos tramos del día por La 2 o FDF?

Desde la fusión de Telecinco con Cuatro, la cadena donde nacieron formatos tan innovadores y pioneros como Fama, a bailar (que sigue en antena en Movistar+), Pekín Express o los formatos tróspidos como ¿QQCCMH? o Adán y Eva; ha sufrido graves crisis tanto de audiencia como de identidad. En su llegada, allá por el 2005, tenía una identidad clara: un canal para jóven con información, actualidad y entretenimiento. Y esa seña de identidad se mantuvo hasta su fusión con Cuatro. Desde entonces, el canal ha quedado relegado a un segundo plano y ha sido utilizado como segundo plato por Mediaset. Analizamos algunas de las causas que han llegado a estos datos de audiencia tan pésimos (entorno al 4%, cuando hace apenas unos años se movía entorno al 6-7%)

Pérdida de identidad

Mantenía una seña de identidad, anteriormente mencionada: los jóvenes y la actualidad. Esta identidad la mantuvo con formatos que rompían lo convencional, con unos informativos arriesgados y más sociales. Pero ahora ya no queda rastro de nada de eso, Cuatro se ha quedado vacía de identidad. Este canal ya no va dirigido ni siquiera a un público específico. Por sus programas, se puede llegar a entender que va dirigido a los jóvenes, pero luego el programa más visto del canal es un programa de entrevistas tradicional en un sillón. Algo no cuadra. Cuatro se ha quedado sin identidad. Y el problema además no es ese, sino que, en su búsqueda por encontrar su identidad, indaga en tantas identidades que no queda nada clara hacia quién va dirigido.

Cierre de formatos icónicos

Como se ha mencionado antes, la retirada de Las Mañanas de Cuatro supuso un gran varapalo en las mañanas. De pasar a tener un 11% cada día, a mantener entorno al 6%, siendo el único dato que le daba alegría a Cuatro estos últimos años. El formato, presentado por Javier Ruiz, cerró en junio para dar paso a MyHyV, un programa que es totalmente lo contrario al formato al que sustituía. El programa de Javier Ruiz ya tenía a una audiencia fidelizada, que había costado mucho mantener (años atrás se mantenía con un 5%, pero que en sus últimos años había llegado a superar el 15%). Si a este cierre se le suma la retirada de Noticias Cuatro, la crisis queda todavía más agravada. Y la desinformación queda también agravada.

Formatos que no enganchan

Una de las apuestas iniciales de Cuatro era la innovación, pero la Cuatro de ahora tiene una parrilla televisiva que no apuesta nada por lo nuevo y lo rompedor. Cada mañana, ameniza a los espectadores con un formato desgastado que lleva diez años en antena y que cada vez obtiene una audiencia más baja. Por la tarde, tiene un formato híbrido entre Zapeando y El intermedio que necesita todavía despegada. Y para rematar la tarde, Cuatro ha estrenado la versión mediaset de formatos de gran audiencia como Más Vale Tarde, presentado por una gran Carme Chaparro que, aquí, no consigue llegar a la altura debido a la extensa duración del formato.

Concluyendo con este análisis a la crisis de identidad y audiencia de Cuatro, parece que aun hay esperanzas si se ponen manos a la obra y vuelven a hacer de Cuatro, un canal joven rompedor e innovador, pero en 2019. Todo es posible, si han conseguido reflotar su acces prime time, algo que parecía impensable hace unos años, con First Dates, es posible reflotar un canal que se está ahogando.