El Partido popular lo tiene decidido, pondrá fin al actual modelo de financiación de Radio Televisión Española (RTVE), en el que se prohíbe cualquier forma de publicidad. El PP reguarda un as sobre la manga si gana las elecciones generales en 2012 para reconducir la inviable situación económico-financiera de la Corporación. En 2010 la Corporación arrojó números rojos, 50 millones de euros. La idea de Zapatero fue de eliminar de raíz los anuncios copiando la idea de Sarkozy en Francia. El canon impuesto a las empresas de telecomunicaciones será declarado ilegal por el Tribunal de Estrasburgo.
La única vía alternativa para suplir el impuesto de Telecos sería el canon por la compra de un televisor, un impuesto directo que gravaría anualmente las cuentas de las familias y del que ni PSOE ni PP quieren hablar. La idea del PP también cuenta con debilitar a los grandes grupos de la televisión privada, básicamente 2 grupos mediáticos italianos afincados en España para desnatar el mercado comercial: Mediaset (Tele5) y De Agostini (Antena3). Tele5 y Antena3 han visto incrementado sus beneficios desde que TVE no emite publicidad. UTECA no estarían dispuestos a peder ni un solo euro y ya han mandado un aviso al PP, donde amenazan en poner toda su artillería mediática en contra de Mariano Rajoy.
Desde final de año la Asociación Española de Anunciantes (AEA), vienen trabajando con la idea de recuperar la publicidad en RTVE. Los anunciantes ya han tenido encuentros al más alto nivel en Genova 13 para demostrar que la prohibición de spots en RTVE sólo ha hecho enriquecerse a compañías extranjeras cuya generación adicional de riqueza apenas genera retorno a nuestro país. Tanto Tele5 como Antena3 después de las fusiones ha dejado al operador de Silvio Berlusconi con la propiedad de 7 canales en España, las tarifas publicitarias se han incrementado en un 30%. Este escenario cuadra a la perfección con las proyecciones que el PP han hecho para TVE: es imposible que deje de dar pérdidas. El presidente de RTVE, Alberto Oliart, lo confiesa a unos y otros.
Las presiones de los operadores (La sexta, Antena3 y Tele5) al gobierno para que TVE no desequilibre el actual reparto del mercado ha jugado un papel clave y ha terminado por forzar a la cadena pública a seguir una hoja de ruta que le ha venido marcada desde fuera. Rubalcaba tiene un papel decisivo sobre las decisiones que afectan al desarrollo del sector audiovisual y que como buen presidenciable sabe que su futuro político se jugará en las televisiones. El PP propondrá el regreso de la publicidad a TVE, con limitaciones, pero con anuncios que compensen las deficiencias que el equipo de Pedro Solbes, primero y el de Elena Salgado, después, no se atrevieron a plasmar para no incomodar a Moncloa. A día de hoy no es viable una TVE sin publicidad.
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