Eurovision, con otros ojos.

Saludos, no sé quién leerá esta entrada, pero como puedo usarla y dispongo de un rato que desperdiciar al día en cosas banales, pues aquí estoy, dispuesto a hablar sobre mi visión de Eurovisión.

Hay que ver, ¿eh? Que gasto de dinero más estúpido y que tongazo el festival este. Es que es inentendible como alguien puede disfrutar con un par de horas de música súper mala y frikis, porque todos los años son frikis. Y encima, toda una estafa, porque claro, Ejpaña, nuestro gran país, no gana nunca. Y oye, no será por calidad, porque entre Soraya, Dani Diges, Lucía Pérez y el temazo de El Sueño de Morfeo, podríamos tener hasta 10 Grammys, y no de los latinos, si no de los de primera división.

¡Ay, dios me asista! (Aunque siendo ateo, lo llevo crudo. Cómo se puede ser tan borrego, me pregunto cada vez que escucho esa retahíla de estupideces. Os lo explico.

Eurovision, aparte de ser el acontecimiento musical del año en Europa, para mí, representa algo más. Representa valores: unión, respeto, fraternidad y todas esas cosas bonitas que se suelen decir de una reunión de amigos. Porque no deja de ser eso, una reunión de países. Y ahora es cuando decís, es que Azerbaiyán no es Europa. Y yo os doy la razón y os digo que no tiene nada que ver. Que Eurovision funciona por la UER y Azerbaiyán si forma parte de ella. "Pero es que Eurovision ha degenerado mucho". Mira, hasta cierto punto, llevas razón. No tiene la misma calidad que hace 50 años, con su orquesta, su letra con mensaje y fuera de extravagancias. Pero es que la música que consumimos no es así tampoco. Visitad las listas de éxitos y decidme si miento. Hay que dejar a un lado los típicos tópicos que se ven un sábado por la noche sobre el Festival y ser un poco más objetivo. Es verdad que ha dejado de ser un poco más profesional para pasar a ser mucho más comercial y más show. Pero, ¿qué hay de malo?

Un gran problema de Eurovision, aquí en España, son los euro fans. Los talifans. Esos, que se creen con poder para decidir con más derecho que nadie. Esos que creen tener la razón absoluta y el conocimiento despótico sobre que es bueno y que no, que funciona y que no. Su mente no va más allá de una pseudo-diva y ésta puede ser: 1) Vozarrón y marchosa, con canción de ritmos árabes o 2) Vozarrón y gritona, con baladón. Ah, el ventilador, obligatorio. Y así vamos este año, con la segunda opción. Gran voz, a veces grita, pero pasable. Eso sí, la canción, penosa. Yo creo que nadie se ha parado a leer la letra en alto porque si no, no lo entiendo. "Luz, yo quiero ver luz, pintar de color un nuevo amanecer". Ruth, amiga, deja las drogas, ¿vale? Pues lo que decía, que la canción es infumable como una gota de lluvia (eh, eh, guiño). Y nos pasará lo de siempre, Thank you Portugal y back to home. Que pesados con el mismo rollo de siempre, si ya llevamos a Pastora hace dos años, esta tía no va a quedar mejor que ella, es OBVIO.

Y como no solo de divas vive el hombre, yo venía a contaros algunas propuestas de este año que tienen lo que suelen demandar los criticones. Canciones no-frikis, en su idioma natal, propuestas serias.

Así que de entre mis favoritas, os dejo algunas que no tienen nada que ver con lo que vosotros llamáis "típico", a ver si puedo cambiaros de parecer un poco.