Un bebé, quien se podía imaginar que un bebé cambiaría para siempre la vida de los Chase.
'Raising Hope', así es como se titula la nueva serie de comedia de FOX, estrenada el pasado Martes en los EE.UU. sin hacer mucho ruido entre el público, aunque no ha pasado desapercibida para los críticos, esos magnates del buen gusto que en muchas ocasiones han sacado las castañuelas del fuego a muchas series tristemente infravaloradas. Y en esta ocasión no puedo estar más de acuerdo con ellos, y seguro que los 7 millones de espectadores que degustaron esta suculenta comedia también.
El piloto comienza presentándonos a Jimmy, adolescente con poco rumbo en la vida, cuyo trabajo consiste en limpiar piscinas junto a su primo Mike, harto de las ''bromas'' de su jefe decide dimitir y establecer un plan de vida que le guíe, no pudiendo sacar nada en claro. A medida que el capítulo avanza, se nos van mostrando los componentes de la familia, los padres, Burt y Virginia, cuyos oficios no son nada del otro mundo y apenas da para llegar a fin de mes (debo decir que el trabajo del cabeza de familia te deja de todo menos indiferente), Mike, el primo fiestero sin remedio y la bisa Maw Maw, que sigue creyendo que su marido está vivo, confundiéndolo cada vez con los diferentes hombres de la casa, si en este capítulo de presentación nos ha dejado momentos tremendamente cómicos, no quiero imaginarme el potencial a lo largo de la temporada, en definitiva, una joya de personaje (¿he dicho ya que es mi favorita?)
Pero la trama central del episodio no se desarrolla hasta que Jimmy, tras haber comprado helado de chicle de fresa en el super, se encuentra con una desconocida a la que persiguen sin motivo aparente, ésta, desesperada, le pide que le deje subir a la furgoneta, Jimmy, muy cordial, le deja subir (pobre mujer ¿no?) Tras haberse alejado del misterioso hombre que le perseguía y haber estacionado delante de la casa de Jimmy, la chica está muy agradecida de lo que han hecho por ella, y aprovechando que nadie les ve... pues pasa lo que pasa (hay que se educado, oye).
A la mañana siguiente Jimmy descubre que la chica (llamada Lucy ¿no os lo había dicho?) toma confianza muy rápido y ya se ha presentado a toda la familia. Tras una larga noche los líquidos se acumulan y mientras ella está en el baño, la familia descubre por la TV que es una peligrosa asesina la cual mata sin piedad a sus novios, y cual es la sorpresa de Jimmy que el perseguidor de anoche era su ex. Ni corta ni perezosa, Virginia le da tremendo golpe con la TV que la chica queda inconsciente el suficiente tiempo como para que la policía se la lleve entre rejas. Tras este desafortunado incidente todo el mundo vuelve a hacer vida normal, hasta que unos meses más tarde... ¡Boom! Jimmy recibe una llamada de la cárcel sin saber para que es citándole, y cuando llega allí, resulta que Lucy se ha quedado embarazada y tras dar a luz va a morir en la silla eléctrica, así que tiene que hacerse cargo del bebé (Ay Jimmy... ¿no te sobró dinero al comprar el helado? Se pueden comprar muchas cosas con el cambio...)
También una especial mención a los flashbacks que nos demuestran como era la familia cuando Jimmy era un niño, en estos se nos cuenta que Virginia tuvo a su hijo muy joven (con tan sólo 15 añitos) y por eso no pudo aspirar a un mejor trabajo. Son situaciones bastante cómicas que te arrancarán una carcajada de la boca.
Tras conocer que han sido abuelos, Burt y Virginia se oponen radicalmente a criar a un bebé, las malas condiciones económicas no se lo permiten, además de que consideran que su hijo no es tan responsable para un cargo de semejante peso, pero un padre lo hace todo por su hija (sí, al final es niña, y más mona...) y Jimmy no iba a ser menos. Para conseguir fondos con los que cuidar a su bebé, se dirige hacia el rastrillo para vender todos sus objetos personales, de camino, se encuentra con una cajera llamada Shelly, que pone el super patas arriba y desespera a su jefe por aburrimiento (otro personaje excéntrico, no tengo dudas de que va a ser una gran serie), al ver a Jimmy con su hija, duda si es su padre (en un carrito de chatarra la pobre criatura, pues yo también me asustaría), al solucionar el malentendido, roban el carrito (pero el bebé estaba fuera, respirad tranquilos) y no se pueden obtener fondos, pero aún así lo va a seguir intentando. Con todo lo que eso conlleva, al cambiarle el pañal, Jimmy vomita sobre el bebé, y la desconfiada de su madre, al no creérselo e ir a comprobarlo, también, una escena que traerá consigo más de una sonrisa. Y llega la prueba más difícil, hacer que la niña sueñe con los angelitos, tras horas y horas de sufrimiento por los llantos de su nieta, los abuelos toman las riendas y tocan una canción con la que su retoño se quedaba dormido al instante, y ya se sabe lo que se dice, ''de tal palo, tal astilla'', al unísono, la pequeña, duerme.
Al día siguiente, y más en frío, deciden que, aunque vaya a ser difícil, van a cuidar de la niña. Y sin más dilamientos, deciden el nombre de la niña: Hope (aquí en España, Esperanza).
No puedo estar más de acuerdo con eso, un bebé es lo que necesitaba esta familia para unirse y crecer en tiempos difíciles. Y la esperanza es lo último que se pierde.
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