'Pushing Daisies' | Exquisito pastel que todos deberían probar

Siempre he creído que tan sólo las propuestas originales, innovadoras y poco vistas con anterioridad son las que dan sentido al trabajo de las industria que las desarrolla. Sus guiones nos maravillan, sus personajes nos enamoran y su desarrollo consigue emocionarnos. Así describiría yo a 'Pushing Daisies'. Y no estoy exagerando.

'Pushing Daisies' puede sonaros más o menos, pero yo si no tenéis una gran memoria os puedo refrescar la memoria, diciendo que fue una serie de origen americano estrenada por ABC en Octubre de 2007 y finalizada (cancelada de una manera injusta) en Mayo de 2009. Protagonizada magistralmente por Lee Pace, Anna Friel y Kristin Chenoweth entre otros. Con esta serie, Bryan Fuller nos transporta a un mundo mágico, lleno de fantasía, donde todos nos sentiremos como niños pequeños de nuevo.

Por cierto, ¿quién dijo que los españoles tenemos la TV que merecemos? Pues tras la cancelación de la serie, deseo y espero que procedimentales clónicos colapsen la TV estadounidense, a ver si de una vez por todas supiesen apreciar lo que tienen. Y es que, todo era muy bonito para ser verdad, con la crítica rendida a sus pies, los americanos no supieron apreciar la magnitud de una de las series, que hoy en día, de seguir emitiéndose, habría pasado a ser una de las grandes. Pero tampoco echemos el total de la culpa a los espectadores, ya que la cadena en la que se emitía, ABC (me ahorro mejor los insultos), la trató de pena, tras ver que en su 2ª no terminaba de arrancar, no movió un sólo dedo, sus episodios finales fueron emitidos tras 5 meses del parón navideño en las noches de los sábados, y ni si quiera avisaron con tiempo de su final a los creadores. En fin, y para más INRI, la 1ª temporada tuvo que ser recortada a 9 capítulos por la dichosa y conocida ya huelga de guionistas. En definitiva, otro triste caso de serie infravalorada, aunque ya basta de drama, lo dejaremos para otra ocasión.

En todos los capítulos, una fantástica voz en off nos introduce en la historia, aumentando así, el aroma que desprende la serie a las siempre indiferentes películas de Tim Burton.

Ned (Lee Pace) siempre ha sido un niño muy especial, bueno, mejor dicho una persona muy especial. Un día cualquiera, jugando con su perro en un campo de flores, por culpa de los designios del destino, el pobre animal acaba atropellado por un camión, Ned, desolado, corre en su ayuda, y asombrado, descubre que al tocarlo, le ha devuelto la vida que hasta hace un momento le habían arrebatado. Contento y feliz, vuelve a su casa, sin saber las consecuencias que su don acarrearía. Mientras su madre prepara pasteles, muere de un ataque repentino, Ned, la toca suavemente, y la revive, sin saber que, tras usar su poder durante más de un minuto, una persona de estancia cercana muere. Y 'gracias' a su ingenuidad, el padre de su vecina y amada Chuck (Anna Friel) muere. Con la conciencia tranquila ya que piensa que no él no ha tenido parte de culpa, se dispone a dormir, pero todavía no conoce la última regla que tendrá que respetar de su don, y se percata de ella de la peor manera posible, tras tocar de nuevo a uno de los 'resucitados', éste muere, para siempre. Y es su madre la desdichada.

En el funeral de sus padres, Chuck y Ned comparten el mayor momento romántico de ambas infancias, a la luz del atardecer, se besan. Justamente, ese momento sería el último que compartirían juntos, ya que Ned sería enviado a un campamento, y Chuck sería criada por sus excéntricas tías.

Tras unos cuantos años, Ned se convierte en el dueño de una pastelería de ciudad, donde tiene como empleada a Olive (Kristin Chenoweth) -probablemente el mejor personaje de la serie-, camarera risueña locamente enamorada de Ned, aunque tristemente no correspondida. Tras ser observado por un detective (Chi McBride) cuando se encontraba devolviendo la vida y arrebatándosela a un muerto, éste decide proponerle una especie de trato en el que los 2 saldrán beneficiados. Todo es sencillo, Ned trae de vuelta a los muertos durante menos de 1 minuto, obtienen el nombre del asesino, y cobran la recompensa. Hasta que un día, el muerto, nos transporta al pasado... Efectivamente, Chuck muere a bordo de un crucero asesinada, y haber significado tanto para Ned tiene sus ventajas, ya que le concede vida durante más de un minuto (lo que conlleva a una vida normal si consiguen no llegar a tocarse) y le acoge en su casa. Además, Chuck trata de ayudar en los diferentes casos que se dan a lo largo de los episodios. Levantando envidias en Olive y enfureciendo siempre al gruñón del inspector Emerson.

Como suele ser habitual en las series buenas de calidad, los actores que interpretan a los personajes son espléndidos. Y 'Pushing daisies' no iba a ser una excepción. Todos los caracteres están muy bien caricaturizados', y como me gusta a mí, no se quedan en el esteorotipo, se agudiza en las personalidades y conocemos (casi) todos los detalles de el porqué se comportan así nuestros queridos cocineros de pasteles.

A medida que se va desarrollando la 1ª temporada (la 2ª está al caer para mí) la serie nos demuestra que se pueden hacer obras de notable calidad mezclando géneros tan variados como el misterio (quién mata a quién), la comedia (la mayoría de frases y situaciones de Olive entre otros momentos delirantes) y el drama (la tortura entre Ned y Chuck al no poder tocarse) y la fantasía (el poder de Ned y esa esencia que derrocha la serie). Aunque no lo parezca, en esencia, 'Pushing Daisies' es una serie procedimental, cuyo arco argumental está marcado por los personajes y las relaciones existentes entre ellos, sin olvidarnos del mundo lleno de fantasía que se nos abre de par en par.

Si hay algo que se nota, es el poco presupuesto con el que se grabó la serie, puesto que nos encontramos con muy pocos personajes principales y el número de secundarios apenas llega a 5. Añadiéndole que el número de recurrentes es muy escaso. Y los decorados no abundan en cuanto a cantidad se refiere. Y algunos de los pocos efectos especiales o elementos recreados por ordenador no están a la altura de la gran fotografía de la serie.