Series de nuestra infancia - Chicho Terremoto

¿Quien no recuerda a este maravilloso personaje de dibujos animados?, jóvenes de veintipocos, entre los que me incluyo, hemos disfrutado con sus aventuras ligadas al deporte. Recuerdo haber visto la serie unas cuantas veces, en cualquier horario, por las tardes en verano, por las mañanas antes de ir al colegio e incluso la he descargado de internet y la he visto con mis compañeros de la universidad. ¿Qué tendrá esta serie que aun hoy en día nos sigue enamorando?

Para empezar su personaje protagonista, Chicho, un chavalín que no levanta dos palmos del suelo que es un autentico crack del baloncesto (y de cualquier deporte en el que se aventure) que vive obsesionado por el amor de su vida, Rosita, y que se dedica a levantar la falda a toda chica que se cruce en su camino. Chicho tiene un carácter alegre, casi nada ni nadie es capaz de bajarle la moral ni siquiera enemigos en forma de fantasma en mitad de un partido (que capitulo más divertido por cierto), solucionaba todos sus problemas con un humor irreverente y una gran desvergüenza que harían palidecer al mismísimo Shin Chan. No debemos olvidarnos de todos y cada uno de los personajes secundarios que lo acompañaban, entre los que destacamos a su amada Rosita y sobretodo a su gran enemigo Bobby, el perro de Rosita. Míticas eran las escaramuzas que formaban por el amor de la muchacha, podríamos considerar a Boby como el Chicho de los canes, destacando sus malas pulgas y sus ideas para acabar con Chicho episodio tras episodio. No podemos olvidarnos del resto de jugadores del equipo y de Eva, la entrenadora, todos ellos con un poco más de cordura que el protagonista pero que eran arrastrados con el hacia todo tipo de aventuras haciéndoles perder la mayoría de las veces el juicio.

Que grande era todo en esta serie, sobre todo su pequeño protagonista. Salía de los líos siempre con una sonrisa y con unas ideas tan descabelladas que ni Homer Simpson… Y ese "openiing" que decía algo así como:

Que levante la mano quien no haya dicho nunca aquello de: ¡¡¡3 Puntos, colega!!!