El final es el principio del final (1)

Si bien mi intención original era ir comentando la serie de principio a fin por una vez y sin que sirva de precedente he decidido alterar el orden y empezar por el final, ya que hace poco he adquirido la séptima (según los packs) y última temporada de Los hombres de Paco (la también conocida como versión 66.6) la cual ya había visto en su momento en el Paramount Comedy, pero que ahora he podido revisionar con más calma gracias a la magia del DVD.

No voy a entrar en detalles técnicos sobre la serie o sus DVD, algo que ya ha hecho (y de forma insuperable, debo añadir) el compañero Cary en el Foro de Los Pacos de Fórmula TV (1). Sin embargo, si quería compartir con Uds. algunas reflexiones acerca de esta temporada, la más criticada y odiada entre los seguidores de la serie, como demuestran Post de usuarios como Elsabelotodo (2) o la carta abierta a Alex Pina (co-creador y guionista habitual de la serie) escrita por Pacomiranda303 (3) que resume en buena medida el sentir de muchos aficionados.

No es por hacer de abogado del diablo, pero sinceramente creo que es un poco injusto echar sobre las espaldas de los guionistas toda la responsabilidad del desaguisado, y no deja de recordarme aquel viejo chiste del mundillo sobre una actriz tan ingenua que para asegurarse un papel en una película se enrolló con el guionista en vez de con el director. Sin ánimo de menospreciar, los encargados del guión no suelen tener la última palabra sobre el rumbo que ha de tomar la serie o, al menos, se trata esta de una responsabilidad compartida con más personas como por ejemplo los productores o los directivos de la cadena, entre otras.

Por otro lado, es muy posible que Pina, Ecija y el resto de la plantilla tuviesen desde el principio una cierta idea de por dónde querían llevar la historia y a sus protagonistas, pero por el camino se encontraron frente a un dilema tan paradójico como irresoluble: y es que justo cuando la serie despegaba y atravesaba su mejor momento varios de los actores principales (como Adriana Ozores o Hugo Silva) se retiraron para relanzar su carrera cinematográfica, lo que les obligó a realizar sobre la marcha toda una serie de cambios que alteraron (para mal, desde el punto de vista de muchos) el desenlace de la trama, como es el caso de la separación de Paco y Lola (A. Ozores). Peor solución tuvo la marcha de Hugo Silva, ya que el suyo era uno de los personajes fundamentales de la serie y su relación sexual-sentimental con Sara (Michelle Jenner) era la columna vertebral de la misma. Para compensar, la trama derivó en un triangulo amoroso con Aitor (Mario Casas) que provocó el rechazo de los aficionados más integristas, los cuáles consideraban que una historia de amor como aquella se merecía un final más acorde a las circunstancias. La puntilla llegó cuando la propia Michelle decidió seguir el camino de su compañero para participar en proyectos cinematográficos como Circuit de Xavier Ribera Perpiñá (4) o Extraterrestre de Vigalondo, ante lo cual los responsables de la serie decidieron huir hacia delante cambiando el tono de la misma y renovando a buena parte del reparto. Pero eso, como se suele decir, es otra historia que analizaremos en breve, antes de siete días, palabra. Entretanto, vayan apilando la leña y encendiendo las antorchas, porque se avecinan grandes herejías. Están avisados.