OPINIÓN || Gran hermano 11: ¿sin Final? o ¿Final "sin"?

Asumiendo el final de esta edición de 'GH11', es de lógica que, y en esta ocasión más evidente, tenga que hacer algunos comentarios como esta Final, o "Final", como queraís.

Estaba claro las posiciones: Ángel primero; Saray segunda y Pilarita tercera. Me alegro por Ángel, que era mi favorito. Pero, ¿qué ha pasado en la final?. Mercedes Milá juró que la "estaban liando gorda" para la final, pero todo, bajo mi punto de vista, se ha quedado en agua de borrajas.

Los ex-concursantes avanzaban por la alfombra de plata, "el futuro", según la presentadora. Pero lo más importante estaba unos kilómetros más allá, en Guadalix de la Sierra.

Primeramente, les pillan desprevinos pues no sabían qué día era la fina. Ángel en la ducha y Saray peinando a su madre. Empezaba bien, les pillaba todo por sorpresa. Sin saber faltaban minutos para cruzaran por última vez el tunel en dirección a la casa de los secretos de esta edición.

Salieron al jardín, pero nada había más allá de una tele y tres cabinas. Cada uno debía de meterse en una y sería la del tercer finalista la que se desplazaría hacía atrás, saliendo para siempre de la Casa.

De forma previsible, la cabina de Pilarita desaparece, convirtiéndose así en la tercera finalista. Los concursantes emocionados vuelven a la casa, donde un bajo golpe de la organización trunca ese día como algo un poco amargo al poner imágenes duras de Saray y Ángel hablando el uno del otro muy duramente.

Casi sin pestañear, mandan a los dos últimos concursantes a una habitación que les llevaba al futuro, a la antesala de 'Gran hermano 12'. Y sería allí, erroneamente, en el futuro, donde casi sin pestañear igualmente, se conocería el futuro de Gran Hermano y también el nombre del ganador de esta presente edición. Y digo presente, porque bajo un punto de vista temporal, Ángel debía de haberse proclamado ganador en la casa que le ha visto evolucionar y que le ha acompañado hasta sus últimos minutos de concurso. Todo debía haberse envuelto de fuegos articifiales, donde la cara del ganador, y también de la finalista, se perdiera entre luces de todos los colores imaginables.

Tuvo que levantar el maletín que no estaba agarrado a la plataforma reluciente para que, de espaldas, conocieramos que era él el ganador. Y ni fuegos artificiales, ni espumiñón, ni tirolina, ni ná de ná. En una sala del futuro, el presente ganador de la presente edición tuvo que conformarse con abrazar a la segunda finalista y gritar de emoción porque parecía que iban mal de tiempo para proclamar al ganador.

Una misión para Ángel tras marcharse Saray: Grabar un mensaje para los concursantes de 'Gran hermano 12' y dejar objetos personales en una cápsula del tiempo que será abierta por los futuros aspirantes a ser grandes hermanos.

Pero, ¿y cómo salío?. No se vio la salida de ninguno de ellos, no fue nada espectacular. Suponemos que sería en un coche negro, con una entrevista previa en él, y simplemente, emocionados.

Y para colmo, añadir que si este ha sido el año de la crisis, no sólo se demostró en una casa o casas bajo mi punto de vista perfectas (recordemos que Mercedes Milá dijo antes de empezar que soñaba "con un Gran hermano austero, lleno de risas y emociones), pero agarrate Pepito que la próxima casa tenía pinta de ser futurista. ¿Acaso en Septiembre de 2010, cuando el ojo de Gran hermano vuelva a ver, habrá terminado la crisis? Ni el Solbes, oiga!.

Y sus llegadas a plató sin la banda sonora de 'Gran hermano'. Música intigrante, pero sin la tradicional que todos DEBEN oir cuando cruzan esa puerta que les lleva, según Mercedes y es cierto, al otro lado del espejo, a su nueva vida. Porque en otras ediciones, de caracter más simple, la emoción fue mayor que con dos casas y con tantos records como ha acumulado esta edición. Lo siento, pero es así.

Una final vertiginosa, sin tiempo para sobearlo. ¿A qué sabe un caramelo de agua?

En definitiva, me fui a la cama con la sensación de no haber visto las luces combinadas con la emoción que habían hecho de cada final algo inimaginable, indescritible. Ha sido una final "sin". Sin chispa, sin magia. Lástima.