Bones ha alcanzado un milestone. El capítulo 100 de la serie llegó esta quinta temporada bajo el título de The parts in the sum of the whole (Las partes en la suma del todo). Una serie que ha logrado hacerse hueco poco a poco por méritos propios, y es que ya se sabe que Bones es la mejor serie de huesos de los miércoles.
Hace cinco años conocimos a la doctora Temperance Brennan, antropóloga forense en el Jeffersonian (equivalente al Smithsonian) y a su grupo de cerebritos: su ayudante Zack Addy, su mejor amiga Ángela Montenegro y el experto en bichos Jack Hodgins. Empezaron a trabajar junto al agente especial del FBI Seeley Booth para resolver homicidios. Más tarde (en la segunda temporada para ser más exactos) conocimos a la nueva jefa del laboratorio forense del Jeffersonian: la doctora Camille Saroyan, patóloga y antigua amiga de Booth. Y el grupo se completó con el "chaval" de 22 años, el psicólogo Lance Sweets.
Mucho ha llovido desde que vimos a Brennan derribar a un agente de seguridad nacional en mitad del aeropuerto, y mucho han cambiado los personajes y sus relaciones.
Booth y Brennan empezaron por tolerarse en el Piloto, y ahora entre ellos existe una más que gran amistad y puede que ¿amor? Ella ha aprendido a socializarse, a abrirse, ha empezado a aceptar que la ciencia no lo resuelve todo y que los sentimientos son algo más que reacciones químicas en el cerebro. Él ha aprendido que la ciencia no es sólo el montón de "mierda" que un jurado necesita para convencerse de la culpabilidad o inocencia de alguien, confía en los resultados que Brennan y su equipo le dan sin cuestionarlos y también ha aprendido a contar secretos, a dejar que Brennan escuche y guarde las historias que nadie más debe conocer.
Ángela y Hodgins son los que más quebraderos de cabezas nos han dado (sí, más que Booth y Brennan). Sus flirteos descarados, las citas, las proposiciones de matrimonio, la boda fallida, el marido secreto, el divorcio y la ruptura. Ángela, un espíritu libre, artista, que no deseaba ninguna atadura quería casarse con un heredero millonario, paranoico de la conspiración y amante de los experimentos como Jack Hodgins (autodeclarado Rey del Laboratorio). Pero aunque su historia pueda parecer acabada, Hart Hanson (creador de la serie) tiene más reservado para esta (no) pareja.
Camille Saroyan, patóloga en Nueva York que a partir de la segunda temporada se hace cargo del laboratorio. Sus inicios no fueron fáciles y se la vio como una posible rival de Brennan tanto a nivel profesional como personal cuando empezó (o más bien recuperó) una relación sentimental con Booth. Pero ahora ya es parte integrada del equipo, no se puede imaginar el laboratorio sin ella al frente.
El doctor Lance Sweets entró en la serie como un secundario en la tercera temporada, pero a mitad de las misma ya era otro de los personajes principales. En su consulta se ven grandes momentos entre Booth y Brennan y la terapia de pareja (o compañeros). Al final y al cabo, fue en esa misma sala donde Brennan le pidió a Booth su esperma para que ella tuviera un hijo. Y es también en esa sala donde se centra el capítulo 100, puesto que es el propio Sweets quien impulsa el argumento de ese episodio.
Zack Addy, el por siempre jamás mejor licenciado que haya pasado por el Jeffersonian, y que en la segunda temporada logró por fin su doctorado. Aún más ingenuo e inexperto en situaciones sociales que su mentora, la doctora Brennan (lo que ya es decir). Y aunque su personaje se fue en la tercera temporada, no ha desaparecido por completo de la serie. En la cuarta temporada le pudimos ver en dos episodios más, y de nuevo en el capítulo 100 (porque es imposible celebrar 100 episodios sin Zack). Está recluido en un centro psiquiátrico, acusado de haber colaborado con un asesino en serie, pero se sabe (al menos los fans y Sweets sabemos) que él no mató a nadie. ¿Algún día se sabrá la verdad? Es una puerta que queda abierta.
Y mientras tanto, la doctora Brennan se ha tenido que buscar a un grupo de becarios para que colaboren en el laboratorio: Daisy (fanática de Brennan y novia de Sweets), Fisher (un emo, cuya cara resulta familiar por Avatar), Vincent (británico y una enciclopedia andante), Wendell (el más normal de todos y actual novio/rollete de Ángela) y Clark (que intenta sobrevivir entre tantos líos amorosos)
Sobre el capítulo 100 sólo puedo decir que echa la vista atrás al primer caso de Booth y Brennan, un año antes del Piloto. El agente y la antropóloga le cuentan a Sweets como se conocieron y como fue su primer caso cuando este quiere publicar un libro sobre la forma de trabajar como compañeros de los otros dos. Pero más allá del caso, lo que mueve el episodio son Booth y Brennan y las reacciones del psicólogo ante lo que le están contando.
No voy a decir como acaba, no voy a dar detalles, no quiero hacer spoiler. Diré que es un episodio que merece la pena ver y que es muy cierto lo que Hart Hanson dijo, que tras el final del capítulo 100 la relación de Booth y Brennan no sería igual.
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