La década que dejamos atrás ha sido la de la muerte de los programas de variedades en TVE. Esos grandes shows que, históricamente se han emitido la noche de los sábados, en las que presentadoras con trajes de noche intercalaban actuaciones musicales, ballets, humoristas, atracciones visuales y contenidos livianos para el entretenimiento más blanco de toda la familia. En España no hemos conseguido una evolución del género como sí lo ha hecho la ficción nacional: El entretenimiento ha quedado circunscrito a los reallities y a los talent shows, sin embargo, las galas-espectáculo siguen etiquetándose como caspa en lugar de haber derivado a formatos como “Saturday Nigth Live”, que siempre se usa como referente de gran show actual. Hoy, que celebramos el día de la música, surgen varias preguntas tras revisionar el tema: ¿Será capaz de reinventarse el formato? ¿Youtube ha sustituido definitivamente a estos programas como escaparate de la cultura pop del momento? ¿Surgirá un nuevo Valerio Lazaroz o Jose Luis Moreno que revolucione el panorama como lo hicieron ellos en los 70 y los 90 respectivamente?
AÑOS 50: LA MÚSICA SALE DE LA RADIO
Aquel histórico 28 de Octubre de 1956, fué una exposición de danzas regionales la que abrió las emisiones de TVE en su primer día de vida, poniendo así el embrión de las futuras galas musicales. A finales de los 50, hubo tres programas que recibían las actuaciones de los artistas nacionales y algún extranjero entre entrevistas ligeras, spots del patrocinador, números de ilusionistas o actuaciones de Gila: “La hora Phillips” con Jesús Alvarez, “Festival Marconi” con Laura Valenzuela y Angel de Echenique y “Aeropuerto Telephunken” con Blanca Alvarez y Mariano Ozores. Eran grabados en el paseo de La Habana y por allí desfilaron Antonio Machín, Juanita Reina o Carmen Sevilla, que por su fotogenia era la estrella más recurrente de estos formatos en los que el espectador podía, no solo oir al cantante, sino ver al artista!! La novia de España daba en cámara como nadie y llegó a grabar su famoso spot de “Familia philips, familia feliz” tan habitual en los zappings.
AÑOS 60: PLAY-BACK y VIDEO-CLIPS
Hasta llegar al gran exponente del formato en esta década ( Escala en Hifi) se sucedieron dos programas de corte más clásico: “Gran Parada” (con Pepe Iglesias, “El zorro”, 1959- 1964) que se emitía en directo desde el teatro de Fomento de las Artes y bebía del mundo del music-hall (espectáculos cirquenses, ballets, numeros musicales de Xabier Cugat...) y “Los amigos del martes” (con Franz Johan y su mascota TopoGigo, 1961- 1963) en el que eran habituales las actuaciones de Lola Flores, La chunga o Carmen Amaya, pero que también acogió a artistas internacionales como Marlene Dietrich o Herta Frankel y su perrita Lili, y que, inconscientemente escenificaba la apertura internacional que comenzaba a producirse en el régimen.
El espacio decano en este género fué “Escala en Hifi”, en emisión desde 1961 a 1967 y presentado por Juan Erasmo “Mochi”, en el que se usó por primera vez la técnica del play-back, intercalando con montajes visuales de temas musicales (aún sin el calificativo de videoclips) y con sketch de actores como Karina, Juan Pardo o Concha Cuetos. Su recambio llegó con “Galas del sábado” (1968-1970) que, con la complicidad de su pareja de presentadores, Joaquin Prat y Laurita Valenzuela, creó el molde definitivo en el cual se fijarían posteriormente otros programas de variedades, intercalando actuaciones musicales de finales de los 60 (Los payos, Los Bravos, Karina, Marisol...) con humoristas, entre los que destacaron los números de Tip y Coll.
70: ZOOM Y COLOR
Llegamos, probablemente a la época dorada del género. Estos programas aumentaron su presupuesto, unido a un mayor poderío de los anunciantes, y relajaban sus rígidas directrices tras la muerte del dictador. Hubo dos nombres clave para el crecimiento del formato en nuestro país: Valerio Lazarov y Jose María Iñigo, que dejaron su impronta en la mayoría de estos programas. El italiano debutó en "Señoras y Señores" (1974-1975), del que recordamos dos cosas fundamentales: El uso del zoom, que impactó en la calidad de la imagen de las actuaciones y mareó a los espectadores de la época; y la presentación de distintas azafatas que interactuaban con los artistas y despegaron sus carreras tras este programa: Angela Carrasco, María José Cantudo y Norma Duval. Un año más tarde, Bárbara Rey sería otra habitual del género de la Revista Musical la que dió el espaldarazo a su carrera presentando Palmarés (1976) que, en la noche de los sábados, dividía su emisión en dos partes: En la primera, se emitía alguna pieza de TVE premiada en el extranjero (como "Historias de la frivolidad" de Chicho Ibañez Serrados o "La cabina" de Antonio Mercero) y en la segunda, se pasaba a la parte de actuaciones musicales y de humor.
Es hora de hablar de Jose María Iñigo que, hasta ese momento había estado al frente de Directísimo (en su primera etapa) que, aunque incluía atracciones visuales o actuaciones musicales, de las que se recuerdan el debut de Lolita con "Amor amor" o el ilusionismo de Uri Gheler doblando su cuchara, su estructura era más cercana a lo que hoy conocemos por talk-show, pero con "Esta noche... Fiesta" (1976-1977), rodado en la mitica sala Florida Park del Retiro, se estrenaba como maestro de ceremonias de un programa de variedades, dejando para el recuerdo colectivo dos momentos impagables: La gala musical que se emitió en directo durante las primeras elecciones de la democracia o... el recurrente momento de zaping en el que Lola Flores interrumpe una actuación porque ha perdido un pendiente.
Y, en esta época pre-movida, finalizamos el recorrido en Aplauso, que a lo largo de sus cinco años de vida (1978-1983) tuvo varios presentadores, de entre los que destacan Silvia Tortosa o Maria Casal, recién salida el Un, Dos, Tres. Aunque empezó con un formato más clásico, en sus últimas temporadas intentó captar público juvenil, pasando a emitirse desde la Joy Eslava de Madrid e incluyendo secciones como "La juventud baila" donde debutaron como concursantes rostros tan reconocibles posteriormente como fueron Poty o Miriam Diaz Aroca (con 17 años)
80: MODERNIDAD Y TRADICIÓN
Aplauso se prolongó hasta 1983 y, ya en plena movida, su hueco fué ocupado por el transgresor "La edad de oro" de Paloma Chamorro, que ha quedado en el imaginario popular como documento audiovisual de una época y un momento muy concretos de nuestro país y que, merecería por si sólo, todos los artículos o revisionados que quisiéramos hacerle. Cuando los punkys fueron pasando de moda o, dejaron de tener razón de ser, y el PSOE nos empezaba a introducir en la sociedad del bienestar, volvemos a los formatos de corte más clásico con "Entre amigos" (1985) de la mano de Jose Luis Moreno, en el que el presentador daba paso a las grandes del momento (Isabel Pantoja, Paloma San Basilio, Ana Belén...) intercalando con sus ballets con grandes vedettes y sus números de ventrílocuo con los muñecos Monchito, Macario y Rockefeller, que eran realmente lo más esperado de la noche.
Finalizando los ochenta, y con el inminente desembarco de las televisiones autonómicas, TVE estrenó Sabado noche (1987-1989), en el que se recurrió nuevamente a la pareja de presentadores guapos, en este caso con dos nombres emergentes del mundo de la interpretación: Lydia Bosch y Toni Cantó. El programa fué el escaparate de los nuevos románticos procedentes del new-age británico (Depeche Mode, Pet shop boys) y sus representantes españoles ( Miguel Bosé, Mecano, Olé Olé). Para su segunda temporada, se optó por un giro más cañí al programa, tanto en sus invitados, como en sus presentadores: La pareja de jóvenes y guapos actores fué sustituido por la singular complicidad de Carlos Herrera y Bibi Andersen.
Y, nuevamente, retratando un periodo cultural muy concreto, el de los yupies y el periodo "acid-house" de finales de los 80 y principios de los 90, nace "Pero ésto qué es?" (1989-1991), dirigido por Hugo Stuvens, otro gran nombre que ha dejado su impronta, en el que se sucedieron distintos presentadores como Luis Merlo, Beatriz Santana, Jacqueline de la Vega, Guillermo Montesinos, recién salido del taxi de "Mujeres al borde de un ataque de nervios" o el gran Pedro Reyes, que impregnó al espacio de su bizarrismo surrealista.Son recordadas sus actuaciones de potentes artistas internacionales (Bananarama, Phill Collins, Janet Jackson) y la sección de "Cruz y Raya", que acababan de dejar la mili y estrenaban su larga etapa como dúo cómico al frente de la hipotética y ficticia emisora de radio "Cruz y raya" (Quién no recuerda la sintonía!!! "ésto es una cruz, es una raya... esto es la emisora Cruz y Raya, que aunque debe nunca calla)
Hago un alto en el camino para evocar en el lector el valor de los programas mencionados hasta ahora en cuanto a creatividad, ingenio, retrato de un trasfondo cultural y social... Nada que ver con la encorsetada y manida gala en la que degeneraron posteriormente tras los 90. Si alguien quisiera rescatar el género del show del sábado, deberían partir de esta premisa y momento concreto.Nos merecemos que la televisión pública sea un escaparate en el que quede plasmada el mainstream de este momento, independientemente de los formatos "indie" de La2: ¿ Por qué para ver una actuación de Rosalía hay que irse a una gala de premios internacionales como la MTV y no en un programa musical de la televisión pública de su país? Hoy dia, esta ultima opcion suena a decadencia y desprestigio, pero habría que trabajar para que fuese un orgullo para los artistas promocionarse ahi, como lo fué años atrás. ¿Porqué no podrían dar el salto youtubers de nivel como humoristas? Si actuaciones tan poco convencionales como las de Mon Laferte o El niño de Elche en las últimas ediciones de OT captaron la atención de los twitteros... porqué no investigar en esa linea? Ahi dejo abierta la pregunta-reflexión antes de seguir con nuestro recorrido.
90: CONTINUIDAD Y ZONA DE CONFORT
En los 90, con la llegada de Antena3 y Telecinco, comenzó la batalla por la audiencia y, como consecuencia, el mercado y la guerra de rostros y presentadores entre unas y otras. Es la época de los grandes fichajes y, en ese contexto aparecen lo que podríamos llamar los "personallity-shows": Espectáculos que giran en torno al presentador. En la primera parte de los noventa se sucedieron los espectáculos de Concha Velasco (Viva el espectáculo; 1990-1991); Sara Montiel (Ven al paralelo 1992-1993); Mari Carmen y sus Muñecos (Ay vida Mía 1993-1994); Lola Flores y Lolita ( Ay Lola Lolita Lola 1995) y Raffaella Carrá ( Hola Rafaella 1992-1994). Pensados para el lucimiento de sus presentadoras, recogían los ingredientes tradicionales de los programas de variedades, adaptándolas a los puntos fuertes de cada una de ellas. El que ha tenido mayor trascendencia posterior es el de la Carrá, que llegó a tener 3 temporadas pero que, podríamos encuadrarlo más en el género talk-show, donde era fundamental la tertulia de los invitados y el juego entre ellos.
Generalmente estos espacios tenían ubicación en otro día de la semana distinto al sábado, que quedaba reservado para el formato tradicional. Quizás en el panorama televisivo de entonces comenzaban a escasear las ideas y ya empezaron a intentar rescatar formatos del pasado: Aprovechando que Joaquin Prat estaba en nómina y que era uno de los presentadores del momento, tras haber finalizado las 5 etapas de "El precio justo", se intentó adaptar su formato de finales de los 60 de "galas del sábado" con Laurita Valenzuela, en esta ocasión con el nombre de "Noches de gala" (1993-1994) y con Miriam Diaz Aroca como compañera, en el punto álgido de su carrera tras finalizar el Un, Dos, Tres... Segundas partes nunca fueron buenas y, a Miriam, tan dinámica y activa en sus presentaciones, se la veía encorsetada y como "disfrazada" con esos trajes de noche que no iban con ella. Las "noches de gala" salieron perdiendo de la batalla con el programa revelación de la temporada "El gran juego de la oca" en Antena3 y, para finalizar la temporada, se optó por cambiar la pareja de presentadores a Paco Valladares y María Vidal, en un acertado viraje que buscó a una audiencia más tradicional que no sintonizase con el programa de Emilio Aragón y Lydia bosch
En la temporada siguiente, ya con el ejecutivo del PP de Jose María Aznar, se optó por recurrir nuevamente a un nombre con experiencia en estas lides, el de Bárbara Rey, con una apuesta que resultó más acertada y que supuso su último éxito como presentadora. La de Totana se puso al frente de "Esto es espectaculo" durante dos temporadas (1994-1996) con distintos compañeros masculinos que se fueron sucediendo: Ramón García, Manuel Bandera y, finalmente Luis Lorenzo Crespo, con el que consolidó la imagen del programa, del que quedó como anécdota para la posteridad las actuaciones en inglés del Principe Gitano versionando "in the guetto"
A finales de los 90, "Furor" tomó el testigo de "El gran juego de la oca" como gran formato de entretenimiento lider de los sábados en Antena3. Mientras tanto, los tradicionales shows de variedades de la pública habían asumido que su público potencial era el de una audiencia más conservadora y familiar y, para reforzar esta línea llegó el gran fichaje de Jose Luis Moreno que volvía a la cadena pública con todas sus señas de identidad en "Risas y Estrellas" (1997-1999), un programa en el que se sucedieron distintos presentadores de la factoría Moreno, que cambiaban incluso semanalmente, y del que se consolidaron la pareja Paloma Lago- Pedro Rollán en sus inicios y, Loreto Valverde con el propio Jose Luis Moreno en la que fué la recta final de sus emisiones.
00: CASPA Y ÉXITO
Ya en "Risas y Estrellas" quedó claro que las actuaciones cómicas de Chiquito de La Calzada, Félix el gato o Jaimito Borromeo funcionaban mucho mejor en audiencia que las musicales, por lo que, Moreno decidió abandonar la presentación y permanecer al otro lado de la pantalla, para centrar sus esfuerzos en reforzar la parte "no musical" del show. Así surgió "Noche de fiesta" (1999-2004) en la que, aparte de los artistas invitados, todo el protagonismo recaía en las célebres Matrimoniadas, los desfiles en ropa interior, los diálogos sexistas entre presentadoras y actores y los concursos telefónicos más propios de un call-TV de madrugada. Fué una reivindicación de la cultura trash que arrasó en audiencias y que se miraba de tú a tú con "Salsa Rosa" en Telecinco. Su pareja inicial de presentadores fueron Miguel Angel Tobías y Mabel Lozano, pero fué la última pareja de presentadoras, Juncal Rivero y María José Suárez, las que marcaron época en el formato.
Probablemente fué el programa más criticado por superficial y por mal gusto de la década anterior y, tras la llegada de Carmen Caffarell a la dirección de TVE en 2004 con la victoria socialista de Zapatero, fué lo primero que eliminó, en una declaración de intenciones de lo que no tenía cabida en la nueva TVE. Dos años después, en 2006, intentó recuperar el formato, eliminándole todos los aditivos obscenos, con el nombre de "Sábado Noche" y con Josema Yuste y Nani Gaitán en la presentación, pero para entonces, Salsa Rosa se había adueñado de la noche del sábado y no hubo hueco para el show de TVE que resultaba descafeinado y, apenas permaneció unas semanas en emisión. Hay que añadir aquí que el mundo de la lentejuela y la pajarita permaneció vigente el resto de la década a través de "Mira quién baila" que suplió con sus actuaciones musicales el fin casi definitivo de las galas en TVE.
2010: GALAS-EVENTO
La que dejamos atrás ha sido una década dificil en TVE, que empezó con el tijeretazo presupuestario de Rajoy por la crisis en 2012 y que termina con una administradora única provisional que lleva dos años sin poder dejar su puesto, aún "en funciones", tras la moción de censura que llevó a Pedro Sanchez al mando del ejecutivo. Situación que se debilita aún más tras la supresión de la publicidad y con una competencia que se ha reorganizado en dos grupos de comunicación (Mediaset y Atresmedia) que asumen la totalidad de los ingresos publicitarios y que tienen estrategias muy marcadas de programación. Para cortar aún más las alas de TVE, se exige el cumplimiento de la ley de Corporación aprobada en 2006, que no respetó el PP tras su llegada al poder, volviendo a hacer un uso partidista de la televisión pública y retrocediendo lo avanzado en la etapa anterior. Con todos estos frentes abiertos, la estrategia de programación de ha centrado en los contenidos de "servicio público", dejando el entretenimiento reducido al campo de los talent-shows, donde TVE sobrevive con la alternancia de los tres grandes nombres que hay en la actualidad en el mercado: OT, Masterchef y Maestros de la Costura.
En este panorama audiovisual, se han hecho dos tímidos intentos de recuperar el género de variedades en TVE que apenas duraron unas semanas en la parrilla, siendo retirados por audiencias insuficientes que giraron en torno al 6%. El primero de ellos, "La alfombra Roja Palace" (2014) con Jota Abril y Berta Collado, llevaba el sello de Jose Luis Moreno una década después del fin de Noche de Fiesta. Diez años en los que la sociedad española había afrontado grandes cambios sociales y donde no tenía cabida un programa que traía ese tufo que ya considerábamos superado. Un par de años después llegó "No es un sábado cualquiera" (2016) con Fernando Gil que, si bien tenía intenciones más loables que su precedesor en cuanto a puesta en escena y ritmo del programa, no conectó con una audiencia que no demandaba este tipo de contenidos.
En ambos era evidente lo abandonada que tiene TVE en la actualidad a la producción musical. El negocio pasa a estar directamente controlado por las discográficas que colocan a sus artistas en el espacio de turno, que en la actualidad se limita a cuatro o cinco galas que se graban como especiales para Navidad, donde aparecen siempre los mismos artistas, haciendo duetos unos con otros, o en el especial de fin de año. Es especialmente palpable la falta de criterio e interés por parte de TVE al limitarse a los artistas que vienen impuestos por la discográfica en cuestión, lo que ha terminado de dejar fuera de juego a artistas que actualmente no están en el mundo de la radiofórmula, artistas como Francisco, Marian Conde, Carmen Flores... que únicamente aparecían un día al año en televisión (cuando acudian a este tipo de programas) y que, no lo neguemos, eran un reclamo importante de los mismos, por la conexión con el público y por el plus de variedad que aportaban: No tiene sentido estar siempre viendo a los mismos!
Dejamos aquí, para finalizar, un apunte y un deseo:
Un apunte esperanzador para poner fin al relato: La emisión de galas individuales, sin continuidad, asociadas a un evento concreto, sí que han tenido una buena aceptación a lo largo de esta dificil década. No sólo han marcado buenos datos de audiencia, sino que, algunas han tenido buenas reseñas en la crítica especializada. ¿ Será ese el futuro del género? Nos referimos a los siguientes programas:
- "Una noche única" (2011) con Anne Igartiburu y Jesús Alvarez: Emisión del sorteo de la ONCE del dia 11/11/11. ( 20,7% de cuota)
- "Arriba ese ánimo" (2012) con Santiago Segura. Homenaje a Miguel Gila (14% de cuota)
- "Sábado sensacional" (2014) con Ana Obregón y Pablo Puyol. Gala de Jose Luis Moreno que utilizaba como reclamo la que se preveía que iba a ser última actuación de Isabel Pantoja antes de entrar en prisión, y acompañada por Kiko Rivera. Evidentemente ésta es la única de las cuatro galas que no consiguió el beneplácito de la crítica. (12% de cuota)
- "60 años juntos" (2016) con Raffaella Carrá. 60 aniversario de TVE. (22,3% de cuota)
Un deseo: Feliz día de la música. Si en los 50 decíamos que "la música sale de la radio", probablemente en los 2020 ¿¿¿habrá que decir "la música sale de la televisión"??? Larga vida a la música y larga vida a la televisión. Y ojalá encuentren una forma en la que se vuelvan a cruzar sus caminos.
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