CAPITULO 38- A PEDAZOS...

NARRA KATE.

Estaba dando vueltas en la cama, las palabras de Elena de antes me dejaron tocada... y hay una frase que me jodió bastante y que hasta ahora no estaba empezando a analizarla, bueno, no había caído en ella... "Álvaro ha seguido viendo a Miren... eso es lo que tenias que saber, le dije a Álvaro que no te iba a decir nada..." entonces, después de lo de París, la ha seguido viendo por lo tanto... soy la cornuda de España, es más con la cornamenta que llevo encima no podré entrar en ninguna casa porque no cabré por la puerta, me abracé a Martin pero no podía, me levante a beber agua y allí estaba en la cocina Elena...

- Siento mucho lo que te he dicho, estás así por mi culpa, pero después de las burradas que me has dicho... se me ha escapado...

- Siento yo también lo que te he dicho en serio... ¿es verdad lo de Miren?

- ¿Qué quieres decir?

- ¿Que si soy la cornuda de España? ¿tengo más cuernos que el padre de Bambi? Te lo explico mejor, vamos que sí la vio después de París...

- Sí, y ya no digo más, le prometí que no te lo contaría si confió en mi...

- - y en ese momento eso cayó en mí, como un jarro de agua fría, una leve lagrima cayo por mi mejilla, a lo que fue quitada a escasos segundos después, con rabia, rabia y dolor... era como si no quisiese ver la realidad, era el relato de una doble traición, o triple, porque encima que me abandona lo hace con una excusa tonta, tonta y que no tiene nada que ver, con la huida, y pensamientos muy dolorosos pasan por mi cabeza ¿me habrá abandonado por ella? ¿estará a su lado? ¿lo tendría todo pensado?

- Sabes, te dije que tuvieses cuidado con ella, por desgracia la conozco bastante bien, mejor, de lo que me gustaría... y es una arpía de cuidado.

- ¿la conocías?

- Sí, no me gusta contar esta historia la verdad, pero creo que te mereces saberla, ella y yo éramos muy amigas, desde pequeñas, casi más que tu y Eva, éramos inseparables... ella siempre me ha dado mucha pena, la verdad, se veía que no tenía mucho cariño, que necesitaba una persona al lado, diciéndole te quiero, eres lo mejor... cuando conocí a Álvaro, se la presenté, normal era mi mejor amiga, conseguí que metiese a trabajar al padre de Miren, un gran hombre... pero, bueno ella vio que Álvaro tenía dinero y buena posición, y se olvidó que éramos amigas, y empezó a atacar a Álvaro, quería quedar con él a solas... cuando me quede embarazada de Martin, pues ella... ya sabes, Álvaro fue tan tonto que cayó, en sus garras, o eso es lo que me dijo Miren, y yo la creí, yo la verdad que con el sofocón me refugie en el ordenador y allí conocí a un chico fenomenal, que creía que me quería, y empezamos a hablar, a quedar, estaba todo el día pegada al móvil y al ordenador, ahí fue cuando me distancie de Álvaro, nació Martin, el ya no era el mismo, estábamos distantes... por eso hice lo que hice... no tengo perdón lo sé, pero sabes, lo que es estar con una persona con la sangre fría de engañarte un montón de tiempo, sin decirte que se había liado con tu mejor amiga... sabes yo también fui la cornuda de España, y no sé lo dije a la cara... y fingí que no lo sabía, aunque me daban ganas de darle una torta en la cara, de las de película, pero sabía que si hacia eso después me lo iba a comer a besos, y sabes ¿Por qué? Porque estaba completamente enamorada de él, porque me traicionó el que creía que era mi hombre, y la que creía que era mi amiga, después de todo lo que hice por ella... sabes, y estaba embarazada como tú, y fui yo la que decidí dejar todo, y me monté en un coche, y el destino me dio la oportunidad de desaparecer... y así lo hice, dejando a mi hijo, sí, pero no podía con esta situación, aunque estuviese tonteando con otro, quería a Álvaro y lo hice por despecho, porque quería tener la misma sangre fría que el tubo conmigo... y te digo más, estoy segura que fue Miren la que le mandó la carta a Álvaro después, de forma anónima, diciéndole que yo estaba liada con otro, que lo engañe... porque ella está dispuesta a todo, con tal de tenerlo, porque es mala, y me arrepiento de habérsela presentado a Álvaro. –dijo Elena, llorando a más no poder.-

- Tú no tienes la culpa de nada Elena, y perdón, por todo lo que dije, yo sabía una parte de la historia pero no sabía toda...

- Sabes, y mírame, ahora ayudando a Álvaro, es contradictorio, sí, pero lo perdoné, como tienes que hacer tú, perdonarlo y luchar por su amor... aunque tengas el corazón a pedazos.... aunque sé y comprenda que te gustaría darle de hostias hasta que no te sientas ni las manos, aunque creas que eres lo peor del mundo por el simple hecho de que te engañan, aunque te gustaría desaparecer del mundo, aunque quieras meterte debajo de la tierra en un agujero del que solo tengas ventilación para respirar, estate tranquila, que todo pasará, y se solucionará, y si eso no ocurre es que no estaba en tu camino, no cometas el mismo error que yo cometí, porque en el fondo Álvaro te quiere a ti, y no a Miren.

Al cabo del rato, y después de que Elena y yo estuviésemos llorando como dos magdalenas en la cocina apareció Eva.

- ¿Por qué estas así? Bueno mejor ¿Por qué estáis así?

- Una larga historia... al parecer Álvaro ha seguido viendo a Miren, después de lo de París... - en ese momento la cara de Eva cambio, y un suspiro salió de su boca.

- Eva, ¿lo sabías? Dime por favor que no me has vuelto a hacer lo mismo...

NARRA LIS.

Iba como cada día paseando para ir al instituto, la verdad que me había sorprendido muchísimo encontrarme allí a Dylan, por suerte seria poco tiempo, como mucho en dos meses se me acabarían las practicas... y no, mis sospechas se confirmaron, Dylan seguía igual o incluso peor... de poco o nada le había servido alejarse del pueblo, sus amistades, aquí eran incluso peor que las de allí, su amiga, que no se si solo seria eso solo había que mirarla para saber que no era muy buena compañía. Ya no tenía esperanza ninguna de que cambiase, pero la verdad lo seguía amando, un cumulo de cosas hicieron que lo dejase, me enteré de que me había sido infiel, encima con su ex, y lo peor, y lo que más miedo me daba, por lo visto estaba tonteando allí con el tabaco y el alcohol, encima sus amistades no eran muy buenas, y eso no me gustaba nada... no quería un novio así.

- Tú – me dijo una voz conocida, y al girarme me di cuenta que era la chica que estaba con Dylan el día que lo vi- mas te vale que no te acerques a mi Dylan... si no quieres que me enfade, no sabes con quien te estás viendo... y no sabes lo que soy capaz de hacer por él... el es mío... no se que tendrás con él desde que te vio no ha sido el mismo, pero me da igual, aléjate de él, solo es mío, solo puede ser mío...

- Déjalo tú, Dylan es un buen chico... y tú, mírate...

- ¿Dylan un buen chico? Perdona que me ría en tu cara, pero no sabes de lo que es capaz... no sabes cómo es el y por ese comentario se nota que no lo conoces... aléjate de él, todo el que se acerca a él, acaba muy mal, acaba como él, y como yo... pareces una buena chica... por tu vestimenta por tu forma de hablar...

- No soy nada de él, tranquila...

- Y espero que eso siga así, por tu bien, por su bien, y por el de todos... Dylan debe seguir a mi lado, al lado de Sarah, la única chica que ha estado con él... y si no quieres acabar en su mundo oscuro, todo debe seguir igual que ahora, creo que si tú supieras, lo que es y donde está, jamás te hubieras vuelto a acercar...

- Todos nos fumamos un cigarro o bebemos alcohol en algún momento de nuestra vida...

- - en ese momento ¿Sarah? Que creo que se llamaba así empezó a reír- un cigarro o una copa, ¿acaso crees que es solo eso? Lo que decía eres muy cándida niña, aléjate de él... si no quieres que te deje el corazón a pedazos.