NARRA KATE.
UNA SEMANA DESPUES...
Y vuelvo a mirar esa carta, vuelvo a mirar el pasado, veo volar las golondrinas, y ahí solo ahí, me doy cuenta de que no las volveré a mirar contigo, porque me has dejado, porque te has ido, leo y releo, como si fuera una última vez esas frases de tu carta, porque no tuviste ni la valentía de decírmelo a la cara, porque no tuviste la hombría de enfrentarte, porque pese a todo no hubiera dejado que te fueras, porque la culpa es tuya mía o de los dos... porque solo ahí me doy cuenta de que aquellos te quiero se los llevó el viento, porque ahí me doy cuenta que todo lo nuestro fue una mentira, una autentica mentira, pero de la que solo por estar contigo volvería a repetirla, y más volvería a caer en todas esas malditas trampas porque solo tú me puedes subir al cielo como si fuera una pluma y solo tú me puedes hacer bajar de repente, porque desde que me levanté de la cama y vi que no estabas, y leí tus últimas palabras, supe que hoy como decía la canción podría escribir los versos más tristes, y aquí lo estoy haciendo, en mi diario, donde siempre, porque quería escribir la canción más bonita del mundo a tu lado... pero parece que te hayas emperrado en hacerme escribir sonetos de desamor cada mañana. Porque no voy a negar que te amo, no voy a desmentir cualquier palabra de amor que haya salido por mi boca, porque aunque quiera no pueda tenerte rencor y porque aunque quiera, no pueda tirar mi corazón por la ventana, no pueda lanzarlo al mar, y con el todos los recuerdos que jamás podré evitar, porque siempre esperaremos tu regreso, el bebé y yo... y Martin, ¿has pensado en Martin cuando has decidido irte?, pero sé que esta pregunta no tiene respuesta, no sé porque hago preguntas, si esto jamás lo vas a ver... y es la última vez que lo digo en alto, y es la última vez que lo expreso a viva voz, te quiero, te amo, y ahora eso solo lo tendrá que decir mi corazón...
Cojo la carta y vuelvo a fijarme en cada una de sus palabras... «Hoy te voy a mirar hasta que te duermas, para que no te des cuenta que me voy. No quiero que me veas porque no sabría darte una explicación, me voy porque no sé que voy a hacer sin ti, pero tampoco me atrevo a vivir a tu lado. Eres demasiada vida para esta casa de ruinas en la que vivo yo, tengo más miedos que ganas y no sé cómo enfrentarme a tu alegría. Guárdame en ti, guárdame en tu poesía.»
Y es que sé que la conversación que tuvimos antes de dormir, lo precipito todo, y sé que si yo no le hubiese confesado todo... y también sé que la culpita de que esto pasara no la tuvo nadie, nadie más que yo... y siento que algo muy grande me ha pasado en mi corazón, que hace solo unas horas nos prometimos amor eterno y ahora estamos separados... separados y sin saber dónde buscarlo y como pone en ese maldita carta "no me busques, no me ames, los dos hemos hecho cosas horribles" yo no he hecho nada horrible, quizás ocultarle que era bailarina de streapse no fue lo mejor.... Pero ¿y él? Que será eso tan horrible que habrá hecho...
Y ahora, veo como te vas, veo como te alejas, veo como el viento te lleva acompañado de las hojas, acompañado de aquellos papeles y yo no quiero, como dice una frase que hace mucho tiempo leí en un libro viejo, de esos que tienen las hojas amarillas y dobladas por las esquinas, aquel que dices de él que es tu favorito y que has releído cien veces, y a la que hace ciento una vuelves a leerlo y te encuentras algo nuevo... «No, por favor. Decirle que vuelva, que viene el invierno y el frío, que quiero recuperar lo que fue mío. No me imagino un otoño sin deshojar sus párpados, sin ser los hijos vástagos de una generación que no creía en el amor. No me imagino vivir sin hacer manifestaciones en su cadera para denunciar lo desacuerdo que estoy con el mundo. Sin decidir si salgo a flote o me hundo entre sus piernas cada noche. Si apuntarme al derroche de saliva, a sus idas y venidas, a ser su salvavidas en cada derrumbe. Por favor, decirle que vuelva, a quererme; a dispararme.»
En ese momento Elena apareció por la puerta...
NARRA ELENA.
- Elena ¿qué haces aquí?
- Álvaro me ha dejado esta carta en mi puerta, dice que me venga a vivir aquí, que él se ha ido... para que cuide de Martin... no entiendo nada Katherine... en la carta me dice que te cuide, que sea tu amiga, y que cuide de Martin.
CARTA DE MARTIN A ELENA.
"Querida Elena, soy Álvaro, sé que no vas a entender esto, y ya te pongo de preaviso que en el momento de que termines de leer esta carta no vas a dar crédito. He dejado a Kate, sí, la he dejado, no es por ella, es por mí o por ambos, sé que no la voy a poder a hacer feliz, sé que no vamos a poder estar juntos, la quiero la amo, y por eso decido apartarme de ella, van a salir cosas gravísimas... te lo confieso a ti... después de lo que pasó con Miren, la he seguido viendo. La he seguido viendo, Eva, la amiga de Kate, ya lo sabe, de hecho la semana pasada tuvimos una pelea, pero pese a eso... la he seguido viendo, no la puedo dejar de ver... sé que algún día Kate se enterará, pero no quiero que sufra, no le digas nada... sabes... ella cree que la he dejado porque me ha contado algo de su vida, por lo visto trabajaba en un local de streapse, ese ha sido uno de los motivos, me siento mal porque me ha engañado, porque no ha confiado en mí, y me contó eso desde el principio, pero yo tampoco le he contado lo de Miren así que... estamos en paz. Cuídala como si fueras su hermana, quiérela como si fueras su hermana, porque aunque quiera tenerle rencor no puedo, aunque ella seguramente me quiera arrancar el corazón a mil pedazos, no le guardo rencor, que la am, lo tengo claro, que la quiero me lo dice el corazón, pero es por eso, por eso por lo que me alejo, porque no quiero una pelea, porque no quiero un minuto cabreado con ella, porque aunque no me haya dicho eso, no le puedo guardar rencor.
Por favor, cuida a Martin, cuida a nuestro hijo, cuida de Kate, y cuida de lo que traiga ella, no dejes nunca que comta una locura, y haz que si puede vuelva a encontrar el amor... que vuelva a encontrar a alguien que sepa darle lo que yo no he podido darle, que sea capaz de todo, algún día volveré lo prometo, ahora soy una hoja movida por el viento, soy un caminante sin rumbo predefinido y soy un dibujante que se le han borrado todo los dibujos, pero soy también el que promete volver, volver con todo recompuesto y si ella quiere, y si el destino también, volver para estar a su lado para cumplir ese juramento de amor, para cumplir mis promesas, y para estar como le dije esta mañana, hasta que la muerte nos separe...
También quiero que te hagas cargo de la empresa, y quiero y sobre todo te ruego que hagas que Kate, se quede en nuestra casa, en su casa, porque al casarse conmigo también es suya, porque algún día volveré juro que volveré.
Te critique bastante por lo que hiciste, pero ahora veo que huir no es el camino fácil, lo siento, siento lo que te dije, y siento haber intentado haberte borrado de mi vida... porque solo nos quedan recuerdos...
HORAS ANTES NOS VAMOS AL PASADO...
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