NARRA KATE.
Y sí, de repente había aceptado casarme con Álvaro, porque así éramos nosotros, lo mismo estábamos tan mal, que estábamos a punto de casarnos, porque sí, él quería casarse contra antes mejor... tendría miedo a que me arrepintiese, pero eso no iba a pasar... creo, llame corriendo a Eva, y ella no entendía nada... pero cuando digo nada es nada, porque claro, de contarle que estábamos mal, que habíamos tenido una grandísima pelea a decirle al rato que nos casábamos pues... es como para preocuparse por mi salud mental, pero nada podía ir mal, y cuando digo nada es nada, y justo después de terminar ese pensamiento, otro cae en mi cabeza como si fuera un jarro de agua fría, Kate, no le has dicho en lo que trabajas... como se tomará cuando se entere que trabajas en ese lugar tan... raro es un club de streapse, y no le va a gustar... claro que no le va a gustar, como le iba a gustar, que su futura mujer y madre de su hijo/a trabajase allí... o hubiese trabajado, porque supongo que lo dejaré y más ahora después que voy a tener el bebé. Desde luego no tengo ni un segundo de felicidad, ¿Por qué el mundo no me dejaba ser feliz?
- Cariño tenemos que hablar –llego con cara de preocupación Álvaro-
- Dime...
- A ver, lo que leíste en el mensaje, de la empresa, que me pasé por cierto porque también es tu problema, resulta que un grupo de empresarios extranjeros, me han ofrecido una suculenta oferta por la empresa... y no sé que voy a hacer, porque por un lado, la empresa pienso y no me veo sin ella, pero por otra es muchísimo dinero, sabes, si vendo me quedaría con el dinero, con el que ya tengo y el de la venta, tendríamos suficiente para no trabajar en 100 vidas, cariño por el dinero no es... si sigo con la empresa, tendré que viajar y dejaros a mi bebé a ti y Martin solos algunos días, pero la empresa es mi vida, la mía y la de mi padre... y no me gustaría tener que vender, de verdad... pero tampoco me gustaría tener que dejaros solos, a los tres, porque mira, ahora he estado un mes fuera, dentro de poco me tendría que ir otra vez...¿vendo o no?
- Es tu vida... -dije mientras reía-
- Kate, es serio, no me lances pullitas, que te he pedido perdón... no aproveches...
- Haz lo que te diga tu corazón, Álvaro, haz lo que te diga tu corazón, creo por lo poco que conozco, que a tu padre no le gustaría que vendieras, por muy buena que sea la oferta, y a mí... a mí tampoco...
- ¿no te gustaría que vendiese?
- Pues no Álvaro, porque allí nos conocimos, gracias a ella estamos juntos... -dije esta vez sacándole una sonrisa, la primera de aquellos momentos- conozco esa cara que se te ha ocurrido...
- Kate, no me llames salido... no me digas nada... pero quiero decirte algo, la primera vez que te vi en la empresa.... Te imagine, amándote, tu sabes ¿no? En la oficina, en el cuarto de baño, en la mesa, en el ascensor, en la sala de juntas... en todas las posturas, y de todas forma posible...
- Vaya cariño, no conocía esa faceta de Christian Grey tuya... eres un guarro. Puedo pensar con eso, que me contrataste para hacer todo eso conmigo, pero no te ha salido bien... ja, ja, ja....
- Bueno, si no vendo, lo podremos hacer allí siempre que queramos, porque eso me pone mucho... sabes, creo que solo por eso voy a rechazar la oferta de compra...
- Harás lo correcto, pero no estoy muy convencida yo de que hagamos algo en la oficina, en el ascensor...
- Pues yo sí, y ese algo empieza por "f"...
- Eres muy guarro, pero este guarro me encanta Álvaro.
Al cabo del rato, mi madre volvió a casa, con mi padre a casa de Álvaro, bueno dentro de poco mi casa... estoy segura que no me acostumbraría jamás a decirlo, mi casa, mi marido.
Pero, la tranquilidad iba a durar poco, de repente apareció Miren, por la puerta de mi casa...
- Vaya la empleada, creía que te habías ido...
- Pues no me he ido, ni me voy a ir, Miren para tu información bonita... me caso con Álvaro, estoy embarazada...
- ¿sí? No te preocupes, durareis poco, si es que llegáis a casaros... no te quiere me quiere a mí, por eso se acostó conmigo, muy pronto estaré aquí, y tu, tu hijo y el otro... ¿Martin se llamaba? Estaréis fuera, aquí solo estaremos Álvaro y yo... y nuestro amor.
En ese momento me fui, la dejé con la palabra en la boca, y me puse a escribir mi diario, hacia tanto que no escribía... desde que llegué a esta casa... no había tenido tiempo, pero me gustaba anotarlo todo, empecé como siempre, "querido diario..." pero no pude escribir más Martin apareció por la puerta de mi habitación y se puso a mi lado...
- Mama, me cuentas un cuento para dormir...
- ¿y qué cuento te cuento.... Martin? Me voy a inventar uno a ver si te gusta.... Mira esto es un chica, que de un día para otro pierde su trabajo, la chica, busca trabajo por todos lados, y no encuentra nada, la chica desesperada, no sabía adónde iba ir... pero gracias a una bella amiga le recomienda, un sitio donde trabajar, pero al llegar a ese precioso lugar, conoce a un príncipe, guapísimo, que habla con ella y la contrata, el príncipe la llevó hasta su castillo en el que vivía con un príncipe pequeñito, pequeñito para que lo cuidara...de repente la joven se enamoro del príncipe locamente, y el príncipe también se fue enamorando poco a poco de la joven... en la historia también había una bruja mala, bruja mala que no quería al principito pequeñito, y que quería casarse a todo costa con el príncipe... pero el príncipe no quería, porque quería a la joven y no a la bruja mala, pero un día el príncipe se tuvo que ir de viaje con la bruja mala, y surgió a algo que el príncipe no quería, y por eso la joven se enfadó, y tenían peleas todos los días con el bello príncipe del castillo... pero la joven se dio cuenta que iba a tener un bebé pequeñito del príncipe y los padres de la chica obligaron a casarse con el príncipe... -en ese momento me di cuenta de que Martin estaba dormido y paré-
- No pares como sigue, me he quedado con las ganas de saber si hay boda, no... -dijo Álvaro apoyado en la puerta-
- Pues la verdad no sé el final... porque creo que al cuento le queda mucho... más de mil y una noches seguro...
- ¿Qué te ha dado a ti con mil y una noches? Últimamente lo dices mucho...
- Será porque es el tiempo que quiero pasar contigo, bueno más otras mil y una noches, más otras... cariño...
- Repite eso último...
- Porque es el tiempo que quiero pasar contigo...
- No lo ultimo...
- Cariño.
- Me encanta que me llames así nena.
- Cariño, cariño, cariño, cariño...
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