NARRA KATE.
¿Qué pasaría si descubres que tu madre conoce a tu jefe, con el que tienes una relación muy especial? Pues si así era, resulta que la abuela de Álvaro se fue a vivir a Móstoles hasta su muerte, yo era pequeña, y no me acordaba de nada, y Álvaro cuando murió su abuela no fue más a ese casa, esa casa que resultaba ser la contigua a la nuestra. Y ahora entendía todo, entendía porque su voz cambio cuando leyó Móstoles... ¿me contrato por eso? ¿Se acordó de mi?...
FLASHBACK CAPITULO 3
- Vaya, es usted muy directa señorita. Me gusta. Sabes, eres la primera, que me dice algo así, normalmente me suelen dorar la píldora, pero veo que usted no es así. Comencemos la entrevista. Se llama Katherine Oliveros, y es de un pueblo de Madrid, "Móstoles", - en ese momento al leer de donde era su voz cambio- bueno, es estudiante de Magisterio y ha cuidado niños, ha trabajado como niñera, bueno saberlo – dijo mirando para la foto de su hijo que estaba en su mesa- dígame y convénzame, ¿en qué puesto podría trabajar usted, con su formación en esta empresa?
FIN DEL FLASHBACK
- - cogí un momento a solas a Álvaro, y empecé a hablar con él...- ¿me contrataste solo por ser de Móstoles? ¿me reconociste?
- No, no, te contrate porque me gustaste, me gustaste mucho, no quería perderte sabia que serias una gran ayudante en la empresa, y la mejor madre para Martin posible... la última vez que visite Móstoles era muy pequeño, y fue cuando perdí a mi abuela, jamás, quise volver allí, ni yo ni mis padres... además tu debías ser muy pequeña por esas fechas, casi como Martin, no le conté nunca nada a nadie, me daba mucha pena recordarla, la quería mucho... - y en ese momento Álvaro empezó a emocionarse...- era muy pequeño era mi abuela, cuando vi a tu madre sí me di cuenta que era mi vecina, aquella mujer que me daba el chocolate cuando pequeño, con quien me solía ir junto con mi abuela... de ti, no me acordaba hasta que vi a tu madre, de verdad...
- mi madre si se acordaba de ti... de cuando eras pequeño... dice que eras igual que Martin, muy travieso, y que siempre que ibas, venias a mi casa a jugar con mi hermana Megan y a comer chocolate...
- Soy una caja de sorpresas...
- ¿algo más que tengas que contarme? ¿eres agente secreto? ¿tienes una doble vida? No sé... eres una caja de sorpresas...
- Pero soy tu caja de sorpresas...
- Álvaro, ¡no! ¡para! Recuerda, sigo dolida contigo...
Álvaro se fue a la cocina a darle de comer a Martin y mi madre empezó a hacerme preguntas.
- Mamá, no empecemos, no quiero interrogatorios, vivimos junto sí, pero no nos vamos a casar, imagínate, que nos va mal, estamos bien, eh, pero imagina que nos va mal, nadie me dice que voy a estar con él, toda la vida...
- Hija tan pesimista, como siempre, se ve que te quiere, no ves como te mira, joder hija, como lo pierdas no te vuelvo a dirigir la palabra... a tu padre y a mi ese chico nos ha caído fenomenal, se ve buena persona, y te tiene como una reina en esta casa, es un padrazo, mira como le da de comer a Martin, quiero nietos pronto, que después me cogen vieja y no los disfruto...
- Mama, te he dicho que no te adelantes.... Y si quieres nietos o se lo dices a Megan, mi hermana mayor o a Dylan...
- De él quería hablarte hija, tu padre y yo hemos pensando que venga a vivir a Madrid, solo tiene 16 años, pero para que estudie, y a ver si se quita de la pandilla del pueblo, no me gusta, esos chicos no me gustan.... Dylan es un buen chico, a ver si aquí, hemos estado viendo residencias de estudiantes pero son muy caras... -entonces Álvaro pasó por al lado nuestra-
- No se preocupe señora, Dylan se puede venir a vivir aquí con Kate, Martin y conmigo – dijo Álvaro, ante mi asombro, desde luego no me parece buena idea, mi hermano... y encima, no le he dicho que si... y pensando lo más seguro que le dijese que... no sé, lo quiero pero después de la mentira... no quiero pasarlo peor, estoy muy enamorada, pero me ha engañado una vez y... no quiero hacer una agonía lenta de algo que no es posible... Álvaro y yo somos muy diferentes, y no creo que aguantemos juntos, pese a que nos amamos, quizás lo mejor es que fuéramos solo empleada-jefe, creo que es nuestra única relación posible y... con Dylan aquí... que mi madre no acepte, por favor, espero su respuesta negativa...-
- ¿De verdad lo haríais? No os quiero molestar, y Dylan, es un buen chico pero algo travieso, os molestara, ¿De verdad Álvaro que lo haríais?
- Yo creo que no es buena, estaría mejor...
- -pero Álvaro sin dejarme terminar tomo la palabra- déjelo aquí... Kate y yo lo cuidaremos, cuidaremos de Dylan como si fuéramos nosotros sus padres... mejor que usted, se lo prometo...
- Muchas gracias, pero sigo creyendo que no quiero molestar...
- Álvaro si mi madre no quiere....
- No es molestia señora, Álvaro se queda aquí... y ustedes podréis venir a menudo a visitarlo... al fin y al cabo sois mis suegros y el es mi cuñado ¿no?...
Mi padre y mi madre se quedaron esa noche, por lo visto se iban al día siguiente, y Álvaro, les invito a que pasaran la noche allí, pero mi padre tomo la palabra... cuando nos íbamos a acostar.
- Aunque estemos aquí, hija, podéis dormir juntos, total si sois novios lo haréis ¿no? – en ese momento me quede blanca- yo Álvaro solo quiero que me la cuides y me la hagas feliz, ella lo es todo para mí, es una gran niña, y pienso que si sois felices, no me gusta que viváis juntos sin estar casados... pero, mientras la hagas feliz, y eso es otra, como no la hagas feliz o derrame una lagrima solo por ti... ¡te la corto! – mi padre hizo el signo de la tijera con los dos dedos-
- No se preocupe, que la quiero mucho... -dijo con la voz entrecortada- y lo otro señor, no se preocupe, pronto nos casaremos – insinuó Álvaro a lo que yo me quede más sorprendida, ¿pronto nos casaremos? Esto debe ser las palabras de mi padre que le han debido dejar sin sangre en el cerebro, mis padres se fueron a su cuarto y yo me metí en el de Álvaro-
- Lo siento, siento que tengas que pasar todo esto por mí...
- Tranquila Kate, lo hago encantado... -dijo mientras se cambiaba y se ponía el pijama delante de mí, sin importarle que estuviera presente-
- Álvaro, estoy aquí.... Te estás cambiando delante de mí...
- Me da igual, ahora cámbiate tú, y acuéstate, ven aquí, junto a mí...
- No, no me voy a cambiar...
- A mí no me da vergüenza...
- Pues a mí sí... - dijo mientras se pegaba más a mí, retrocedí unos pasos, y de repente estaba acorralada contra el armario, notaba su respiración en mi boca, notaba algo en mi pierna, y me imaginaba lo que podía ser... en ese momento me besó, un largo beso, pero se aparto, pero yo no me pude reprimir, y pese a estar dolida, enfadada con él le cogí el cuello para darle un beso con todas mis ganas... un beso que no quería que acabara nunca, y como si me olvidase de todo, y cayese en una enajenación transitoria y lo tiré a la cama y nos empezamos a besar...-
Necesitas ser usuario registrado de FormulaTV.com para comentar en este blog. Conéctate o haz clic aquí para registrarte