NARRA ÁLVARO.
Me levante por la mañana, y vi que Martin no estaba en su cuarto, y no se me ocurrió otro lugar donde buscarlo, definitivamente solo podía esta en un sitio, me dirigí hacia el cuarto de al lado hacia el de Kate, abrí la puerta y efectivamente, estaban para hacerse una foto... Martín se había adaptado muy bien a Kate, y Kate muy bien a él, me reí al ver la tierna estampa, estaba Kate bocarriba, Martin de lado y con el chupo puesto..., y ambos con una mano en Teddy, el osito que Elena le regaló cuando nació, el primer peluche, que tuvo Martin y del que instintivamente nunca se separa de él...
NARRA ALVARO.
No sé lo que tenia Kate, pero me volvía loco, ya se me estaba empezando a notar, y lo peor que me daba igual que los demás lo notasen, quería tener una cita con ella, la otra vez en el restaurante me encantó, y quería repetirlo, quería volverla a tener tan cerca.
NARRA KATE.
Estaba derrumbada, leía y leía el mensaje varias veces una tras otra, no me podía creer, quería abandonar el club y el dueño no me dejaba...
- Kate, ¿otra vez sigues así?
- No, es peor, Eva, el dueño del club, no deja que me vaya, me ha amenazado con contárselo a todos...
- Joder... tiene que haber alguna solución ¿no?
- No lo sé, todo me da mucho miedo, ¿Por qué no consigo ser feliz nunca? ¿Por qué siempre hay algo que me derrumbe?
- Habrá alguna solución no te preocupes...
- Eso espero...
NARRA KATE.
- No Marcos, no... que haces con ella....
- Esto no es lo que parece, Kate...
- -en ese momento un fuerte dolor, y una punzaba continua en mi barriga, me faltaba como la respiración, no podía estar ocurriendo, estaba nerviosa, hace apenas dos días, me di cuenta que estaba embarazada, pero ahora y después de ver esta situación mi barriga me dolía no podía más, y sentía que un liquido corría hacia debajo de mi pierna-
Me levante acelerada, ese sueño, ese horrible sueño otra vez, y lo peor, que eso lo sufrí, si me quede embarazada, hacia apenas dos días que me había enterado, estaba de 1 mes y poco más... no lo sabía nadie, solo Eva, pero lamentablemente perdí al niño, no solo me abandonó mi novio, sino que al ver esa situación pues... los médicos me dijeron que no tuvo nada que ver, que el feto venia con problemas, pero yo pienso que si no hubiera visto a mi novio con otra, pues todo hubiera sido diferente, por eso tengo ese instinto maternal, por eso nada más ver a Martin, un escalofrió recorrió mi cuerpo, el mismo que tengo cuando veo al cualquier bebé.
NARRA KATE.
Estaba derrumbada, leía y leía el mensaje varias veces una tras otra, no me podía creer, quería abandonar el club y el dueño no me dejaba...
- Kate, ¿otra vez sigues así?
- No, es peor, Eva, el dueño del club, no deja que me vaya, me ha amenazado con contárselo a todos...
- Joder... tiene que haber alguna solución ¿no?
- No lo sé, todo me da mucho miedo, ¿Por qué no consigo ser feliz nunca? ¿Por qué siempre hay algo que me derrumbe?
- Habrá alguna solución no te preocupes...
- Eso espero...
NARRA KATE.
- No Marcos, no... que haces con ella....
- Esto no es lo que parece, Kate...
- -en ese momento un fuerte dolor, y una punzaba continua en mi barriga, me faltaba como la respiración, no podía estar ocurriendo, estaba nerviosa, hace apenas dos días, me di cuenta que estaba embarazada, pero ahora y después de ver esta situación mi barriga me dolía no podía más, y sentía que un liquido corría hacia debajo de mi pierna-
NARRA ALVARO.
No sé, porque estaba así, esta niña tenía un no sé qué, algo que no podía explicar que en lo que la conocía, me hacia feliz, he vuelto a sonreír, Katherine era especial, debía de tener algo en su vida, algo que le ha hecho pasarla muy mal, y no se atrevía a contar, esa mirada, era especial...
NARRA KATE.
Estaba muy nerviosa, pero Álvaro me transmitía tranquilidad, estábamos a punto de empezar la entrevista, era una oficina muy grande, con una mesa, pero lo que más me impactó fue una fotografía que tenía en su mesa, era él, con una chica y con un bebé en brazos, debía ser de hace tiempo... él que daba esa impresión tan seria, que parecía que no sonreía nunca, y en lo que llevábamos sentados allí intentando empezar a hablar, pero ninguno de los dos comenzábamos. De repente se salió de su mesa y se sentó en una silla al lado mía.
NARRA ALVARO.
Estaba en mi oficina como cada mañana, mientras que leía la sección de economía del periódico como todas las mañanas antes de tener unas aburridas reuniones con personas que no me importaban, y las que me aburría, cada vez más, señores mucho mayores que yo, algunos a punto de jubilarse y... eran muy aburridos, que si Sr, Bilbao, sería mejor que invirtiera, Sr Bilbao le recomiendo que haga... o peor. Desde que Elena me abandonó, no era el mismo, me había convertido en un monstruo, y lo peor que pese a todo lo que me enteré, la sigo amando, no me la puedo quitar de mi cabeza.
15 DIAS DESPUES.
NARRA KATE.
Estaba en casa de Eva, me había acogido allí, pero la verdad, no iba a poder estar mucho más, mis padres no tenían mucho dinero, y lo que ganaban no me lo podían dar a mí, al fin al cabo tenía un hermano con 16 años, y otro mayor con 26, y ellos también necesitaban la ayuda de mis padres, no es que nunca nos faltase un plato de comida en la mesa, pero nunca nos dio para mucho lujo, y muchos caprichos, pero en el fondo fui una niña feliz, una niña sociable con amigas, y con la ilusión de ser profesora, y por eso no quería irme de Madrid, seria abandonar mi sueño a poco de cumplirlo, tantos años de carrera tirados a la basura, para nada...
NARRA ALVARO.
Me dispuse a darle otro sorbo a mi café recién hecho como cada mañana, ¿Cuándo mi vida se había convertido en esto? ¿Por qué me tuvo que dejar? ¿Por qué ese maldito día no llevaba yo el coche? Desde ese día atroz nada en mi vida, volvió a ser, mi vida era una rutina, a mis 27 años no tenía ninguna ilusión, ese día horrible en el que peleamos, como lo solíamos hacer desde que nació Martin, ella se fue, y tuvo un terrible accidente.