NARRA ALVARO.
Pues, sí, Kate y yo nos íbamos a casar, se podía decir que era el hombre más feliz sobre la tierra, que digo sobre la tierra, por el mundo nada, pero siento como si ella y yo, no hubiésemos cerrado un tema... el tema Miren no está cerrado, y mi cuerpo y mente necesita cerrarlo, es como cuando cierras una herida echándole pegamento, que sabes que se puede volver a abrir, las heridas tienen que cicatrizar...
NARRA KATE.
Y sí, de repente había aceptado casarme con Álvaro, porque así éramos nosotros, lo mismo estábamos tan mal, que estábamos a punto de casarnos, porque sí, él quería casarse contra antes mejor... tendría miedo a que me arrepintiese, pero eso no iba a pasar... creo, llame corriendo a Eva, y ella no entendía nada... pero cuando digo nada es nada, porque claro, de contarle que estábamos mal, que habíamos tenido una grandísima pelea a decirle al rato que nos casábamos pues... es como para preocuparse por mi salud mental, pero nada podía ir mal, y cuando digo nada es nada, y justo después de terminar ese pensamiento, otro cae en mi cabeza como si fuera un jarro de agua fría, Kate, no le has dicho en lo que trabajas... como se tomará cuando se entere que trabajas en ese lugar tan... raro es un club de streapse, y no le va a gustar... claro que no le va a gustar, como le iba a gustar, que su futura mujer y madre de su hijo/a trabajase allí... o hubiese trabajado, porque supongo que lo dejaré y más ahora después que voy a tener el bebé. Desde luego no tengo ni un segundo de felicidad, ¿Por qué el mundo no me dejaba ser feliz?
NARRA KATE.
Antes de llegar a casa paramos en un bar, la verdad que se me apetecía un café calentito con una tostada con jamón serrano y aceite, no sé si era un antojo, o estaba ansiosa por lo último que había dicho mi padre... sabia que de un momento u otro, la conversación iba a parar otra vez en el mismo tema, ese que hacía unos segundos había podido evitar pero mi padre había dejado su postura clara, quería que Álvaro y yo nos casásemos, es más nos obligaba, al pronunciar mi padre esas palabras, mi madre asintió con la cabeza como diciendo que lo sabía, que sabía que si era eso, me obligaría, Álvaro, no dijo nada y su cara cambió, venia enfadado y...
NARRA ALVARO.
Iba solo por la calle, después de la pelea con Kate me sentía tan mal... nos habíamos dicho cosas horribles, yo intentaba hacer las cosas para que ella estuviese a gusto y me las pagaba así... vale que la había podido cagar, que acostarme con Miren ha podido ser un error mi peor error, pero no tenía derecho a estar cada día recordándolo, a cada segundo en cuanto tenia oportunidad, Miren... y estaba cansado, cansado de rebajarme hasta límites insospechados, a arrastrarme, diciendo que nos íbamos a casar delante de mi madre, y que ella me rechazase, eso y que después se riera en mi cara con mi hermano. Estaba cansado, furioso, enfadado, y todo esos adjetivos malos que se puedan decir en una situación como está lo estoy.
NARRA KATE.
- Katherine, eres, eres... ¿stripper?
- Ma, ma Ma, Marcos ¿Qué haces aquí?...
- Estaba aquí, estoy reunido, y este era el único local que estaba abierto a estas horas... ¿eres stripper?
- Sí, Marcos, sí, pero por favor no se lo digas a nadie, esto es algo muy... ya te lo contaré y quizás me entiendas, te dejo, que llevo prisa...
Llegue a casa, me acosté, allí estaba Martin y Min acostados en la misma cama, Álvaro no había visto todavía a Min, cuando lo viese...
NARRA KATE.
- Kate, estas vomitando... ¿Qué te pasa?
- Nada estoy bien... déjame y vete. –dije muy mareada...-
- No estás bien, vamos a ir a un medico ahora mismo...
- Que no, que me dejes... no eres nada mío, vete con la otra...
- Me preocupo por ti, porque te quiero, si no te llame era porque se me caía la cara de vergüenza de llamarte...
- Normal de haber estado con la otra... Álvaro, creía que me querías, pero... y ahora déjame y vete...
- -en ese instante Eva entro por la puerta del baño del aeropuerto, y sin cortarse ni un momento soltó lo que no quería que soltara- Kate, tienes para esta mañana tu cita con el ginecólogo... -
- genial Eva, óscar a la mejor amiga en la que se puede confiar un secreto y a la mejor aparición estelar en cuarto de baño revelando un secreto...
- ¿Qué has dicho que? Kate, vómitos, mareos... ¿estás embarazada?
- Premio al mejor razonamiento en pocos segundos... sí, estoy embarazada...
- ¿Qué vamos a tener un bebé? Tu y yo...
- Sí, Álvaro, estoy embarazada, pero no te preocupes... no va a ser un impedimento para que Miren y tu... estéis juntos, yo me voy, me aparto, y tu puedes estar con ella...
- No me has dejado explicarte, escúchame...
- ¿Qué me vas a decir? No la quiero, te quiero a ti... fue un error... ¿y pretendes que me lo crea? Mira Álvaro todos los hombres pensáis con eso... además no éramos nada, éramos como un rollete, porque tu no me pediste nada... no te puedo pedir nada...
- Pero yo te quiero...
DIAS MAS TARDE...
NARRA KATE.
Y aquí estaba en este aeropuerto, esperando a que Álvaro llegase, estos días en nuestra relación, no habían tenido mucho cambio... seguíamos sin hablar, y ahora estaba esperándolo de la manita de Martin, para intentar hacer como si nada hubiese ocurrido, para intentar poner barreras en mi corazón, tiritas para que la sangre que salía de él, no me doliese más, pero, era tan complicado esto... Eva también estaba a mi lado, para ver qué pasaba y sobre todo como avanzaba esto... prometió amor eterno, tantos besos que tengo guardado en mi corazón, que quiero que hubiesen valido para algo... que no cayesen en vano, y no sabía que iba a hacer con mi vida, sobre todo... sobre todo después que la prueba de embarazo diese... positiva, ¡estaba embarazada!, aun me estaba intentándome mentalizar de ello y no tenía ni idea de lo que iba a pasar, ni siquiera de lo que iba a hacer yo, porque dependía de tanto...
Solo esperaba, que Eva y Rosa, la asistenta de Álvaro, que era las que lo sabían... pues fueran almas caritativas y no dijesen nada a nadie o que Martin, no se le escapase... porque si le decían algo a Álvaro, sabia cual iba a ser lo que iba a hacer... desde luego, lo que tenía claro que no se lo quería decir en caso de que Álvaro y yo decidiésemos cortar... no quería que estuviera conmigo por pena, ni darle una carga, que ni él ni yo merecíamos, no sé lo que iba a hacer, pero lo que sí, tenía que tener cita con el ginecólogo, en caso de seguir el curso de mi embarazo, o cortar por lo sano... ¿cortar por lo sano?, ¿Qué le has hecho a mi amiga y donde la has secuestrado? No me reconocía ni yo misma... hace años estaba llorando y triste por esto mismo, pero porque me lo había mandado el destino, y ahora, ahora pienso provocar eso yo... no sé, no sé, que me estaba pasando... pero no me reconocida, no me reconocía, y lo peor, me daba igual...
- Eva, te has acordado de llamar al ginecólogo...
- No, lo siento, te llamo ahora... voy a llamar, ahora vuelvo...
NARRA KATE.
Salía del cuarto baño, no podía más... seguía mareada y los vómitos parecían no cesar...
- Kate, otra vez estás así... chica ¿estarás embarazada? –me pregunto Rosa, con la mejor de sus sonrisas, la verdad que me caía muy bien esta mujer siempre lo hacía todo con una sonrisa, ...- yo empecé así... y a los nueve meses tenia a mi hija África, en los brazos...
- ¿tuvo una hija?
- Sí, preciosa, ahora no vive conmigo, pero sí, vivió, era casi una hermana para Álvaro, la quiere mucho, ella ahora tiene pareja y vive con él...
- ¿y el padre? O sea usted no tiene marido...
- Eso no importa hija, y ahora lo tuyo... llevas unos días vomitando... Kate hazte la prueba...
- No, no creo que este... no quiero creer que este. Pero gracias, ya estoy mejor, se me ha pasado.
- ¿y Álvaro? Estoy seguro que le encantaría, Kate, le has pillado muy fuerte, está muy enamorado de ti, estoy segura, y ese niño/a seria el lazo que os terminaría de unir, seguro que estará encantado con la noticia...
- No se lo he dicho... no hablamos desde unos días, además no estoy embarazada, no puedo estarlo...
NARRA KATE.
- Vaya pareces que fueras mi "salvador" –dije casi sin aire- te debo otra Marcos... gracias por coger a Min...
- No sabía que te gustaran los perros...
- Sí, algo así, y este chiquitín que se ha encaprichado de él... y tu Marcos no sabía que tenías también un perro.
- Bueno es de mi madre...
- -en esos momentos no sabía ni que decir, me daba mucha vergüenza volver a verlo, después de lo que pasó la ultima vez, estaba borracha, pero él me salvó... y es que justo aparecía en momentos clave de mi vida, en segundos que necesitaba falta a alguien y él estaba ahí-
- Mami, vámonos a casa, por favor...
NARRA KATE.
Y se fue... mis lagrimas caían al verlo con su maleta... su maleta por todo el aeropuerto, estaba cansada, Martin me miraba y me preguntaba que cuando iba a volver su papa, y cuando volvía, y de verdad.... No sabía que contestarle, no tenia respuesta, respuesta alguna...
En estos días que habían discurrido había estado tan bien con Álvaro, no me imaginaba que estar a su lado pudiera ser así, tan bonito... lo que más me preocupaba que ahora estaba a mucha distancia de mí, la verdad me había convertido en estos días en la típica novia pesada que esta todo el día detrás de su hombre, yo no era así, pero tenía tanto miedo a perderlo, tenia tanto miedo a que esto durase tampoco...
NARRA KATE.
¿Qué había hecho? Definitivamente, ¿Qué acaba de hacer? Fueron mis primeros pensamientos al hacer algo... ¿Qué estaba haciendo con mi vida? Lo quería, lo amaba, pero era mi jefe, ¿Qué hacia acostándome con él? Lo habíamos vuelto a hacer otra vez... esta vez fue en el sofá, ni pensamos que alguien del servicio nos podía ver... o incluso peor Martin. Desde luego no lo entendía ni yo... lo rechazaba y me acostaba con él como si nada... estábamos muy mal, y esto tenía que estallar por algún lado, o comprometerme con él, o acabar con esto para siempre.
Seguíamos tirados en el sofá, la verdad que había vuelto a ser genial, estaba abrazado a mí, con su brazo por debajo de mi cuello y yo con su cabeza apoyada en su pecho inhalando su aroma, aroma que me encantaba, y me hacia enloquecer...
NARRA KATE.
Descorrí la cortina, y en ese momento justo en ese mismo instante supe que ya mi vida no iba a volver a ser la misma, que algo cambiaba en mi vida, que nada volvería a ser lo mismo, que algo muy grande en mi vida iba a pasar... y es que me parecía increíble y a la vez imposible que Álvaro estuviera allí, sentía que aunque tuviera puesta esta máscara que me cubría todo mi rostro, me reconocería, y que todo sería diferente, no sé qué hacía allí, ni me imaginaba que él pudiera estar en un sitio como este, me esperaba aquí a todos menos a él, creía que era diferente, pero como dice el refrán se ve que la cabra tira al monte... y estaba ahí preparado para verme bailar, con una copa de alcohol en la mano.